La proposición que encabeza esta nota, que en sí misma es un escándalo, fue abordada recientemente por el Lic., y Msc. Necmer Evans, siempre a su manera, por su puesto. Sin embargo, ese asunto ya nos lo había formulado alguien mese atrás ante el descalabro del país, según su hipótesis como consecuencia de corrupción de las conciencias que es ya de vieja data, pero que a su vez, se manifiesta ahora con mucha fuerza desintegradora en la ineficacia y el ablandamiento de las instituciones venezolanas de este tiempo cuando; ha tenido lugar el desarrollo del proyecto de la Revolución Bolivariana, cuyos 62 años de su líder fundador estaríamos celebrando estos días, de no habérsenos ido así tan temprano. Pues su vida fue como un relámpago que rasgó la oscuridad de un pueblo que padece la noche aciaga del sufrimiento.
Y alguien, una colega ultrachavista, que luego de su período de“equilibrada”, (como acota el humorista Roberto Malaver al caracterizar “la fenomenología del desencanto” propio de ciertos “come candela”), parece que ahora va ya recalando por los predios de la oposición.
Ella, pues, lanzara entonces una hipótesis al respecto no sé si plausible. Pero más menos era del siguiente tenor: que como Chávez tenía cosas muy importantes como parte de sus objetivos políticos estratégicos, a ellos se consagraba con denuedo de cuerpo y alma. Algunos “se aprovecharon de su nobleza”. Alguno de sus “hijos putativos” no prestaron oídos a sus enseñanzas. Lo importante era parecer ser un fiel seguidor, aunque en realidad como se dice echaban los burros para el monte. En lugar arriar y enderezar las cargas, que según el adagio de los arrieros, suelen enderezarse en el camino.
El comandante no pudo ver consolidar el proyecto bolivariano en el ámbito venezolano y latinoamericano-caribeño si no que sentó las bases. A nosotros, desde nuestros ámbitos humildes de acción nos toca arriar y enderezar las cargas. ¿Será muy arduo comprender eso? La corrupción de las conciencias parece que ha obnubilado a muchos del funcionariado y al parecer creen que al fin los pusieron donde hay. Pero una manera de celebrar estos 62 años de luz del comandante Chávez vendría a ser reflexionar sobre estas cosas y más aún practicarlas.
Al participar de los actos en la Plaza Bolívar de Barquisimeto a propósito del aniversario 62 del nacimiento de Chávez fue que pensamos estas cosas, cuando el folclor larense representado por el Grupo Cepas, histórica organización cultural popular del barrio San Jacinto, se lanzó allí los 7 sones del Tamunangue como un memorial alegre y gracioso; además de que un grupo de candorosos niños bailaban animadamente las coreografías; ellos habrán de ser los continuadores del legado del comandante, en la Venezuela del futuro una vez superada esta crisis que a tantos hace flaquear o, peor aún, caer en la corrupción de las conciencias.
Por otra parte, la anécdota de la amiga viene a cuento porque, para bien o para mal, coincide con Miguel Salazar en su versión televisiva de “Las verdades de Miguel”, (emisión del domingo 17 de julio del corriente 2016, Canal I); cuando señalara, con todas sus letras, en la entrevista que realizara al General Cliver Alcalá Cordones, que el comandante Chávez “toleró” la corrupción o apropiación de los dineros públicos. (¡Válgame Dios!) ¿Qué pruebas tendrá? Al pensar y decir eso, confesó Miguel que se le paraban los pelos, además de saber que era algo no iba a gustar a los seguidores de Hugo Chávez. Y tiene razón, porque cómo hubo gente que se aprovechó del ínclito hijo de Sabaneta de Barinas el 28 de julio de 1954.
Y fue nombrando a varios de esos “hijos” de cierto entorno que no han sido sino asquerosos corruptos; que de los ideales de redención social que esgrimieron en febrero de 1992 pasaron a defender intereses crematísticos, se volvieron ricos y ahora viven en “El Imperio” a cuerpo de rey, mientras el pueblo venezolano pasa hambre hereje.
Tesis que, como confesara ahí el mismo acucioso periodista Miguel Salazar, pone los pelos de punta al chavista de a pie, honesto y sincero. Pues, ¿cómo es eso que el comandante Hugo Chávez fue engañado de esa forma y floreció la corrupción en colaboradores inmediatos, sus “centauros” e “hijos” putativos. La corrupción administrativa por la que surgieron militarmente el 4 de febrero de 1992, luego ha cundido como hongos después de la lluvia en el gobierno bolivariano y chavista. Un día de estos va a tener que ser el pueblo humilde que exija cuentas a los encopetados. Menos mal que últimamente parece que ya barios corruptos del funcionariado está a buen resguardo.
Muchos críticos al gobierno han hecho ciertas denuncias y al menos tres libros que se tiene a manos, además de algunas referencias periodísticas se han ocupado del espinoso asunto de la corrupción en tiempos de la Revolución Bolivariana, veamos sus autores y títulos, aunque sea como0 dijo alguien en la Cuarta, con un pañuelo en la nariz:
Ocando Casto (2014). “Chavistas en el imperio. Secretos, tácticas y escándalos de la revolución bolivariana en Estados Unidos” (La hoja del Norte. “Informe. Ediciones La Galaxia. Caracas), Carlos Tablante y Marcos Tarre (2015). Estado Delincuente. Cómo actúa la delincuencia organizada en Venezuela (3ra Edición. Prólogo de Baltazar Garzón. Hoja del Norte. Ediciones Syngular Asesoría 357), Carlos Tablante-Macos Tarre (2015). El gran saqueo. Quiénes y cómo robaron el dinero de los venezolanos. Prólogo de Pompeyo Márquez. Hoja del Norte. Singular Asesoría 375), Marea Socialista en este mismo portal web se ha ocupado de hacer denuncias sobre el asunto de la corrupción en cadivi y también el reconocido periodista Eleazar Díaz Rangel, pero en ese aspecto José Vicente Rangel ha realizado importantes advertencias.
Que esas denuncias e hipótesis sean ciertas es otra cosa. Habría que irse a los hechos e inferir. Y sustentar tales denuncias una a una, administrando justicia equitativamente. Además de ir reparando los daños causados, especialmente en la conciencia de las nuevas juventudes.
Más allá que tales señalamientos sobre la corrupción se hagan con un sesgo político, como vendría a ser el caso particular del contenido de los libros señalados de Ocando, Tablantes y Tarre, escritos a modo de grandes reportajes periodísticos y sin el aparato crítico que la academia universitaria exige a los trabajos arbitrados por evaluadores doble ciego, no sería cuestión de despreciar tales elaboraciones sintéticas. Logradas a partir de fuentes contrastadas a veces precariamente por la naturaleza misma de los asuntos tratados (aspectos ultra secretas), casi todos informe confidenciales, policiales o testimonios, en general sesgadas o poco confiables; pero qué más se puede pedir en estos casos, ni siquiera que se posea “El candor del padre Braum”.
Sin embargo, no dejan de referirse a eventos concretos o reales, como por ejemplo el retraso en la ejecución de obras públicas (Represa La Vueltosa y otras), con sobre precios evidencias e incontrastables, (Caso de plantas eléctricas, Conferry).Ya que, como se dice, lo que está a la vista no necesita anteojos, nos preguntamos finalmente:
¿Cuál será la atención que prestan a tales denuncias las instituciones encargadas de realizar los controles de gestión, como la Contraloría General de la República y otros entes del llamado Poder Moral Republicano? ¿Permitirán que la anarquía nos devore como decía Simón Bolívar?
Harina de otro costal
Los libros citados sobre la corrupción tienen preciso de 3 mil y 4 mil, incomparables a los que puso el presidente Nicolás Maduro hacia fines de 2013 y principios del 2014, creo … Las librerías y los libreros han vuelto a multiplicar por 10, al menos, los precios de estos productos. Ya un libro como el de Edgardo Mondolfo Gudat (2015) “Temporada de golpes. Las insurrecciones militares contra Rómulo Betancourt” (Alfa, Caracas), lo venden a 8 mil y así las novelas como Patria o muerte. O sea han vuelto a especular con los libros, creo yo, pues si la obra literaria es importado el precio pasa ya de 10 o 20 mil. Un abuso realmente.
Ahora, no se sabe si eso es parte delos acuerdos de Pérez Abad para activar la economía, de donde se tiene que ya los pobres a parte del hambre física también debemos pasar hambre intelectual, por eso no estaría mal que las bolsas de los CLAP incluyeran algún libro, aunque sean autores neutros, ni-ni o sesgados opositores, tal cual los anteriores nombrados. Ya que, por demás, Chávez fomentó mucho la lectura como medio para el análisis crítico de la realidad, además de ser una distracción, particularmente en una cola, que por estos días han vuelto como los huracanes en el Caribe. Más aún cuando ya se dice que la corrupción ha penetrado la novísima institución de los clap, lo que faltaba, pues.