"Que una clase esté llamada a dominar significa que desde sus intereses de clase, DESDE LA CONCIENCIA DE CLASE, es posible organizar la totalidad de la sociedad de acuerdo con esos intereses" Georg Lukács. "Historia y consciencia de clase".
Marx escribió que mientras él existiera, la burguesía lo odiaría a muerte y se acordaría "de sus furúnculos", entendió "la ideología" como "falsa conciencia", y la conciencia como la comprensión verdadera de la realidad inmediata, de sus nexos, sus múltiples relaciones dialécticas, su accionar holístico. Advirtió "El Moro" que "un negro es un negro pero para que llegue a ser un esclavo", tiene que ocurrir situaciones históricas contradictorias y que "una máquina es una máquina, pero para que esa máquina llegue a convertirse en capital", tienen que darse múltiples contradicciones histórico-dialécticas, pues "el capital son relaciones sociales de producción" en condiciones desiguales, por lo tanto, en permanente contradicciones solubles e insolubles. Es el actuar de la violencia institucionalizada de una minoría dueña de los medios de producción contra una mayoría despojados de ellos. La violencia no se presenta siempre por la fuerza, tiene diversas máscaras de acuerdo a las circunstancias reales. El poder siempre ha sabido manejar estas poderosas categorías: ideología y violencia, ha sabido naturalizarlas, legitimarlas, maquillarlas, para hacerlas digeribles y lograr el control social. En una sociedad dividida en clases NO PUEDER HABER PAZ SOCIAL. El poder apela a la violencia brutal, cuando seriamente peligran sus intereses, mientras, ejercen a diario la violencia revestida de normas, paz, valores, creencias, símbolos, instituciones, Estado, leyes, educación, cultura, y otras formas. QUIEN CONTROLE ESTA VIOLENCIA, CONTROLA EL PODER. EL PODER ES VIOLENCIA HEGEMONICA ESTRUCTURADA. El capital es violencia.
El tránsito de "la conciencia en sí" a "la consciencia para sí", marca el gran despertar revolucionario de la clase explotada. Las condiciones objetivas y subjetivas reales, logradas con las luchas de clases, favorecen EL QUIEBRE HISTÓRICO, que despeje el camino revolucionario. El capital no puede vivir sin crisis ni violencia. Hablamos de conciencia revolucionaria como verdadera y clara comprensión de la realidad inmediata concreta, de sus nexos, articulaciones y relaciones holísticas en un tiempo y en un espacio determinado. El sujeto histórico o fuerza de trabajo explotada, no tiene puntual protagonismo, porque un determinismo histórico así lo paute, sencillamente es el sector más golpeado de la sociedad, y deberá entender que para liberarse de su opresión, tiene que liberar a la sociedad del modelo que la oprime. La clase dominante no cederá pacíficamente sus privilegios.
El pueblo colonizado por siglos (desde el vientre materno), en su errática "interpretación" de la vida, que es la suya, considera a la conciencia como manifestación MORAL de la conducta humana. Herederos de la cultura judeo-cristiana, somos sujetos de un maniqueísmo instalado, dosificado y manejado por la clase dominante. Es violencia ideologizada. Este manejo inducido y bien instrumentado por todas las instituciones y mecanismos del Estado (violencia) y "La sociedad civil", que el poder económico controla, es parte de la violencia concreta del poder real.
Los productos transformados en mercancía por la acumulación de trabajo no pagado (violencia social), se le aparecen primero a sus constructores como cosas u objetos extraños; no son suyos (violencia), y luego la mercancía producida por los trabajadores, convertida en fetiche (violencia), logra ocultar todas las contradicciones que ella intrínsecamente contiene(violencia) peor aún, el sujeto termina convirtiéndose en objeto y convirtiendo al objeto en sujeto. Esa inversión de la realidad es ideología, es violencia institucionalizada. Tal es el ocultamiento de la verdad, que el dinero llega a valer más que la persona.
Necesitamos develar y exorcizar el metabolismo del capital, para producir su derrota. No podemos derrotar lo que no conocemos bien. AL MUNDO LO DOMINA LA MENTIRA. Los social demócratas reformistas, defienden la no necesidad de la toma del poder, señalado que por la vía pacífica se llegará a él, y desde allí con la conciliación de clases, se harán las reformas pertinentes que "HUMANICEN AL CAPITAL". Los socialdemócratas no quieren revolución, quieren EVOLUCIÓN PACIFICA Y GRADUAL, por esto niega el uso de la dialéctica en la historia. La dialéctica permite detectar y visibilizar las contradicciones, los antagonismos y nexos que el capital oculta El uso de la dialéctica es el método que nos conduce a la etiología de la plusvalía, al origen del capital. La dialéctica alumbra el camino a la revolución.
Estos reformistas "socio listos", agentes del capital, sostienen que progresivamente la clase trabajadora irá mejorando su condición de vida, pretendiendo con esta falacia destruir "La Teoría del Valor" de Marx. Propagan la mentira de que las crisis del capital irán desapareciendo y así llegaremos a una sociedad democrática y pacífica, donde sólo nos faltará levitar para ser felices. LAS TRAMPAS "DEL BUEN VIVIR" EN EL CAPITALISMO.
Estos amos del planeta, donde un 5% de su población controlan el 65% de la riqueza del mundo, nos muestran como modelo, a los países del llamado "Primero Mundo", cuya deuda externa es superior a su producción, su desempleo y pobreza está aumentando descomunalmente y la represión no tarda en aparecer. Cuando las condiciones del sistema mundial capitalista, su división del trabajo o geopolítica lo requieren, salen "de paseo" por el mundo a invadir, asesinar y destruir ciudades y países. ¿Gobierna o no gobierna la violencia en el mundo? "La violencia es la partera de la historia".
¿Cómo crear la conciencia en el seno de los explotados? ¿Cómo organizar la violencia popular? Podemos preguntarnos: ¿La clase explotada opera con "la falsa conciencia", o con la conciencia verdadera de la realidad concreta? La clase explotadora tiene "conciencia para sí", la explotada apenas se aproxima a la conciencia "en sí". Sabemos que "las ideas de las mayorías son las ideas de las minorías", acomodadas a los intereses dominantes, es la violencia de clase programada, maquillada y orquestada de acuerdo a las circunstancias, por parte de quienes tienen el monopolio de la violencia. En el terreno del oscurecimiento ideológico o "falsa conciencia", el poder de los dueños de los medios de producción, transforman SU VIOLENCIA en PODER NATURAL, NORMAL Y HASTA DEMOCRATICO, de esto último sale la falacia del tránsito de una "revolución democrático burguesa", como condición, para poder llegar al socialismo, que ahora lo encubren con "el desarrollo de la fuerza productiva" falseando la verdadera propuesta de Marx. El capital, que es un poder social entre desiguales, logra que los explotados defiendan lo que no se corresponde con su existencia real, y sin comprender el funcionamiento del sistema capitalista, defienden las cadenas que los oprimen.
En el proceso bolivariano hoy, sus hechos contradicen sus dichos. El gobierno frecuentemente apela al proyecto de Simón Bolívar, el que Chávez desempolvó. Los ministerios se llaman: Ministerio del Poder Popular para…, por doquiera hay Consejos Comunales, Comunas y Misiones, créditos para todo, en particular para la burguesía parásita, como si el problema fuera sólo económico, olvidando la base fundamental de la sociedad que es la cultura. Los resultados de todo este aparataje gubernamental costosísimo altamente burocratizado, con frecuencia despilfarrador y no del todo ausente la corrupción, no se corresponden con los anhelos revolucionarios. LA VIOLENCIA HEGEMONICA DEL PUEBLO NO APARECE POR NINGÚN LADO. ¿QUÉ SERIA HOY DE VENEZUELA, SI HUBIERAMOS SEGUIDO Y PROFUNDIZADO LOS LEGADOS DE CHÁVEZ?.
Si nos descuidamos, perderemos unas cuantas gobernaciones y alcaldías. El abstencionismo hace temeroso ruido. La semiótica presidencial es ambigua y se adapta a las circunstancias. Al socialismo le pusieron apellido: "del siglo XXI", aproximándolo a la social democracia reformista, la que Marx denunciara en "La Critica al Programa de Gota", que Rosa Luxemburgo enfrentó hasta que la asesinaron los mismos social demócratas, que Trotsky confrontó hasta pagar con su vida. No es nada nuevo bajo el sol, simplemente adaptación a los tiempos, pero es la misma perfidia. (Nos encontraremos el próximo sábado)