El foso de los resentimientos sociales y el origen del fascismo de hoy
La riqueza petrolera fue distribuida de manera desigual, creando lo que Coronel ve en consecuencia como “….resentimiento social hacia los compatriotas quienes han podido salir adelante debido a su educación y a su trabajo”, por eso tenemos dos Venezuela, unos con alta educación y niveles de trabajo y empresas creadas, y otra, con bajo niveles de educación y niveles de trabajo sin emprendimiento, pensando ahora, la burguesía en que el socialismo pretende empobrecer los de la alta para subir a los de abajo, una consciencia deformada cuando se asume las tareas de homogenizar la sociedad, superar las desigualdades, las distorsiones del desarrollo, así lo piensa Coronel respecto a los de abajo: “Piensan que solo podrán salir del foso en la medida en la cual logren rebajar a los más educados a su nivel, en lugar de pensar subir al nivel de aquellos”, cree que es un resentimiento de clase que los de abajo aspiren a subir y alcanzar a los de arriba. No dice como se formaron esas diferencias, en todo caso esos “resentimientos sociales”, tan solo se limita ver las heridas, pero no dice como surgieron y porque hoy se abren con la crisis petrolera de los mercados, con la caída de los precios, con la política de redistribución de la renta a favor de los más necesitados en el socialismo bolivariano.
El Estado todopoderoso
En General, Coronel cree que los de abajo, el pueblo, “No tienen clara conciencia de Nación, sino conciencia de un Estado todopoderoso, al cual identifican con el gobierno de turno y, peor aún, con el caudillo o jefe del momento, de quien esperan todos los favores y la solución de todos sus problemas. No se ven como participantes en un esfuerzo colectivo sino como hijos del caudillo;….” Para el, la revolución bolivariana y sus “aún nuestros líderes más sagaces no han podido quitarse de encima el pesado fardo ideológico estatista. Aún nuestro liderazgo más joven habla de empresas básicas bajo control estatal, de dirigismo estatal, de un excesivo peso del estado en la vida de la Nación”. Coronel no comprenden que el Liderazgo, su elite, la de más alta educación y mejores niveles de trabajo, que esa cuarta parte de la población no ha podido en más de cincuenta años, emprender la senda del desarrollo soberano, independiente y libre, la razón, es clara, “No tiene consciencia de nación”, está atrapada y encantada con el imperio, con el desarrollo y la postmodernidad, el complejo de inferioridad colonial, la burguesía tuvo su oportunidad y ni siquiera apoyándose en las empresas públicas pudo lograr el desarrollo por libre iniciativa privada, sencillamente no está interesada, en el desarrollo social local, prefiere seguir como una burguesía importadora, parasitaria, perezosa, seguir en el foso del subdesarrollo de la nación.
El estatismo y el populismo nacieron pues con la burguesía subdesarrollada, su papel de dirigir reposando el desarrollo con un exceso de “ideología estatista, subsidiaria del capital privado, de las clases cultas pero acomplejadas y colonizadas, apostaron inclusive al control del Estado, del dirigismo del estado para luego renunciar y entregarse al neoliberalismo, del excesivo peso del estado en la sociedad a desprenderse del mismo, el neo liberalismo acaba con su propia criatura, El Estado
(nación, la nota es mía), ideológicamente hablando acaba con las frases integridad de nación, independencia, soberanía, seguridad nacional, progreso nacional” para subordinarlo a la cultura neocolonial, neoliberal, a la cultura del saqueo colonial. No me parece que esto sea optimista de parte de Coronel si miramos el futuro, un futuro incierto, sometido a la incertidumbre, a la perdida de la independencia y la libertad por las fuerzas capitalistas financieras globales que amenazan desintegrar el Estado nacional mediante la apuesta al caos, la guerra civil interna, la desestabilización política y el desorden económico, de allí que se ensañe contra la revolución bolivariana, contra el socialismo del siglo XXI, a quien acusa de amenaza inusual populista.
El progreso y los mitos
Luego se plantea Coronel el progreso desde la perspectiva individualista, desde el dirigismo burgués, desde los intereses de los cultos, de las elites, de esa cuarta parte de la población, de los 30 millones de habitantes que quieren progresar a costa de los incultos, de los desde abajo, según él en estos 17 años, la clase política que gobierna el país, la que llama racialmente, “el lumpen no ciudadano”, como si los ciudadanos fueran esos “ciudadanos cultos”, la elite burguesa, que logró ahondar las diferencias sociales y no homogenizar el desarrollo social del país, de allí que perciba, “el odio de clases” entre la población, pero a su vez olvida Coronel que ese “odio” viene por la desigual distribución de la riqueza petrolera, y hoy no se puede pasar por desapercibido, que viene por la pérdida de los privilegios de clases sobre todo de la población del Este de Caracas, los de siempre, los poderosos del valle, que ha visto sus ingresos deteriorarse por la guerra económica, por la crisis de la devaluación del dólar en relación al Bolívar lo que ha activado el fascismo en esta “clase culta” arrollando a todas las fuerzas sociales en una vorágine social de todos contra todos, impidiendo que se instale la paz.
Sigamos analizando los mitos de clase de Coronel: Primero nos hace cree que la revolución bolivariana, “el régimen” es dirigista, el estado es dirigista, una democracia dirigista, el pueblo no participa en el poder, no se empodera de las organizaciones de bases del Estado, los consejos comunales, las comunas entre otras, cree que la revolución es estatista, por ello cree que, “Con un mayoritario sector de la población en el cual imperan estas actitudes y carencias no es fácil progresar”, segundo, que el gobierno, “integrado por lo peorcito del lumpen no ciudadano ha logrado ahondar el odio de clases entre la población”, como si históricamente, las clases sociales hubieran nacido con la revolución bolivariana y no con el liberalismo y el capitalismo, tercero; que el gobierno revolucionario “Le ha hecho creer a millones de venezolanos que ellos se merecen todo sin trabajar y que la riqueza debe ser redistribuida, olvidando que lo importante es crearla”, pareciera que este caballero, Coronel no se da cuenta de la deuda social dejada por el neoliberalismo de los 80 y 9 del siglo XX, los pobres nunca existieron en la democracia, aunque en honor a la verdad, no entendemos porque la burguesía, no creo la riqueza, no asumió como otras naciones la tarea del desarrollo, será por su cultura despilfarrador a y corrupta naturaleza sin trabajar?.
Todos sabemos quién produce la riqueza en el país, la clase trabajadora, esos aprendices de brujos que los llama Coronel, que con sus manos corazón y cerebro, han sido capaces de crear, fabricar, producir la riqueza no petrolera, no es sino la fuerza de trabajo, la que transforma la materia prima, crea bienes, atiende los servicios, hace el milagro, la creación del la riqueza, del capital, en esos los brujos son buenos, no son un fardo, pero cargan con los magos, los prestidigitadores, los ilusos magos, el capital quien dirige dichos procesos y despilfarra dicha riqueza, la consume como zánganos a costa del salario de hambre de los brujos, ¿Qué hacer en Venezuela? Pues liberar las fuerzas sociales del trabajo, esa fuerza social, claro la renta petrolera ha de redistribuirse en función de las necesidades de la nación, no mercantilizando ni la salud, ni la vivienda ni la educación, atendiendo estas necesidades, es aquí donde debe “repartirse la torta”, democratizar la riqueza, pero creando fuentes de trabajo, creando riqueza, suficientes para que haya desarrollo armónico, proporcional al aporte de cada cual, suficiente para que no haya resentimientos social ni odio, y es claro lo que tenemos que hacer siendo optimista con el futuro.
Los aprendices de brujo según Coronel
Puesto que Gustavo Coronel no cree en la clase trabajadora, la llama “aprendices de brujos” en dirigir las empresas públicas, en verdad no sé cómo se imagina el futuro sin trabajadores, imaginemos por un momento dicho futuro, capitalista sin trabajadores, ¿que serían los capitalistas sin Trabajadores, pues bien ellos mismos trabajarían su capital, serían sus hijos aprendices de brujos, claro con el aporte de su familia?. Coronel cree en ellos los capitalistas, “Cuando hay mucho fardo inútil, quienes pueden y quieren trabajar deben llevar no solo la propia carga sino el inmenso peso de mucho fardo inútil. Por cada Lorenzo Mendoza tenemos mil Pedro Carreños. Por cada gerente genuino centenares de Wills Rangeles. Por cada José Guerra docenas de Arné Chacones. Por cada Schlumberger múltiples contratistas corruptos, a lo Derwick, Rincón, Socorro o Ruperti”, ¿Quién es el fardo inútil en la organización empresarial? El capital sin trabajadores es ocioso, es inútil. ¿Cómo crear riqueza sin trabajadores?. Croronel cree al revés en su mundo brujeril, que el fardo es la clase trabajadora con la cual tiene que encargarse Mendoza y no al revés, los trabajadores tienen que cargar el pesado fardo del capital.
Para Coronel, ese fardo inútil, “la carga” de los trabajadores es “un inmenso peso de fardo inútil” que elites como Mendoza, empresas como “cada Schlumberger” o políticos economistas como “José Guerra” tiene que soportar, una visión racista y clasista, propio de elites cultas, fascista que creen en el desarrollo desigual, que siguen creyendo en un mundo de esclavos, donde la repartición de la torta crece para unos y no para todos, ¿Qué optimista mundo de este brujo de la esperanza burguesa?. Claro, si estos no quieren trabajar, no quieren ser optimistas, no apuestan a un mundo de trabajo, ese fardo social hay que revertirlo, y la manera es como dice el presidente Maduro, asumir las empresas abandonadas por el capitalista, los perezosos, los haraganes, los racistas de la guerra económica, de los capitalistas contra los trabajadores.
Coronel ante las amenazas de cierre de las empresas, señala que “El régimen ha ido más allá todavía. Le ha hecho creer a los trabajadores que ellos pueden reemplazar al sector técnico y al sector gerencial en la conducción de las empresas. Le ha dado a los trabajadores la conducción de las empresas de Guayana con resultados predecibles. Ha puesto en manos de 100.000 trabajadores el plan estratégico de PDVSA, con los resultados que están a la vista. El Presidente Maduro dice que la gerencia de cada empresa privada que se vaya será reemplazada por los trabajadores. Así lo dice hoy el sindicalista chavista Wills Rangel al comentar el posible retiro de Venezuela de la empresa de servicios petroleros Schlumberger: “Nosotros la manejaremos”. ¿Bueno y quien hace las cosas, el capital o el trabajo, quien maneja los taladros, las herramientas, los equipos, las maquinas, quien gerencia, quien limpia, quien trabaja, el dinero, el capital, el empresario, o sencillamente, el trabajador inculto, el fardo según Coronel?. Con esto no es que Maduro convierta a los trabajadores en aprendices de brujos, sino que les ha dado más responsabilidad por los destinos del país, para que maduren asumir los destinos de la nación no solo los trabajadores manuales sino también los trabajadores intelectuales para salvar la Patria buena, la Patria que trabaja.
Ultimo mito: Los trabajadores no pueden dirigir la nación
Finalmente el último mito de Coronel: El presidente Maduro en su “absurda postura han convertido al sector laboral en aprendices de brujo. Les han hecho creer que la meritocracia es una mala palabra y que todos tenemos derecho a ser jefes. En una Venezuela de caciques, planificadores de mentirita y miles de generales, sin soldados rasos o trabajadores es fácil explicarse por qué escasea el papel tualé”. Por supuesto que Coronel no se refiere a esa mala palabra de la meritocracia de PDVSA que usurpo el país, que robo el petróleo de todos los venezolanos, en manos de su dirigencia, de hacerse creer un estado dentro de un estado, del dirigismo empresarial, sin control del estado, de las elites cultas que provocaron el paro petrolero con consecuencias sociales y daños materiales para el país, esa meritocracia no cree el país sino la del trabajo, la que todos tenemos derecho a trabajar, en esa si creemos, ¿Porque en verdad, una Venezuela sin trabajo, sin trabajadores, simplemente con caciques, gerentes, planificadores, de jefes sin soldados, como en verdad Coronel dispondría de tualet para sus necesidades?.
La receta del brujo y del mago
En conclusión: ¿qué hacer? Se pregunta Coronel,, responde “Quienes tomen las riendas de la Venezuela del futuro deben saber que estarán comprometidos a un proceso largo y penoso de recuperación nacional, la cual deberá tener tres pilares fundamentales: uno, un liderazgo honesto y capaz de inspirar a nuestro pueblo a ser mejor, a trabajar, a educarse, a dejar de ser un fardo pesado e inútil para convertirse en ciudadanos”, correcto, no es obra milagrosa, liderazgo honesto, inspirador de un pueblo no de una clases social en particular, a trabajar dijo, a educarse, a dejar de vivir del rentísmo petrolero, para convertirse en ciudadano. Bien. Inspirar el trabajo no lo holgazanería del capital y el rentísmo. Dos, “una apertura al mundo, un país con reglas de juego estables y transparentes, un concepto de gerencia nacional sobre los recursos del país que no involucre asfixiante estatismo y acomplejados y falsos conceptos de soberanía”. Apertura sin renunciar a la soberanía, gerencia nacional al servicio del desarrollo nacional, los recursos del país disponibles para el desarrollo nacional, la torta para todos y nadie en particular, sin estatismo y poder del pueblo, participación nacional sin complejos de clases, y falsos conceptos de soberanía de clase, el petróleo para todos y no para las elites. Gerencia del petróleo para crear fuente de trabajo, base fundamental el socialismo, construir identidad, para acabar con la imagen del asistencialismo, del populismo, de la manipulación política chantajeando al pueblo con las dadivas del petróleo.
Fuente de análisis
Gustavo Coronel, ¿Qué hacer en Venezuela? Blog personal , 31 de agosto de 2016, 20:23