El marxismo es el camino más corto al socialismo

De la misma manera que se estudia incasablemente, para determinar el origen de nuestro sistema solar y en particular de nuestro planeta, necesitamos conocer nuestro origen como especie. Las interpretaciones apriorísticas son bien conocidas: los creyentes religiosos afirman tajantemente que somos criaturas creadas por un Dios omnipotente, que nos dotó de voluntad pero dependemos de su absoluto poder. Se tomó "siete días" en su obra creadora. Nos dio el discernimiento entre el bien y el mal. El primero conduciría a la dicha eterna al paraíso celestial, pues estamos de paso por la tierra y aquí hemos de soportar múltiples tropelías. Dios vigila nuestra capacidad de entrega a sus mandatos, en el segundo, Dios nos castigaría al haber perdido su gracia divina. En el campo científico, la demostración es una cualificación imprescindible, y en estos espacios se prefiere hablar de evolución a partir de la etiología animal. Marx nos recuerda que las religiones son ideologías y por lo tanto "falsa conciencia"

La ciencia estima que la especie humano tiene un poco más de quinientos mil años sobre la tierra. Concluida su trashumancia, nuestros ancestros se fueron estabilizando y ubicando territorialmente, se hicieron agricultores y urbanos. Erróneamente algunos sostienen que la lucha de todos contra todos fue práctica común en los inicios humanos, otros consideramos, que frente a un medio tan inhóspito y hostil de entonces, debieron colectivizarse y sumar fuerzas, para superar las amenazas a su desaparición. El marxismo pone como punto de inequívoca separación social, el aparecimiento de la propiedad privada, y con ella, la división del trabajo y el surgimiento de clases sociales.

La evolución no fue igual en todo el planeta y mucho tuvo que ver con sus condiciones climáticas, territoriales y culturales. El dogmatismo equivocadamente atribuido a Marx de una historia universal evolutiva, por la que pasaron y pasarán todas las civilizaciones, es sencillamente una mentira no dicha por Marx. Por ejemplo, la cultura europea no evolucionó de la misma forma que la prehispánica nuestra. La conciencia clasista de los oprimidos, con el uso de la correcta práctica-teórica, producirá un quiebre, una fractura profunda en la historia, para obligarla al tránsito gratificante para las mayorías. Son los de abajo elevándose sobre sus penosas condiciones de existencia, para modificar sus condiciones de vida, sin la espera de la falsa evolución histórica gradual. El papel de la dialéctica es crucial aquí, pues permite visibilizar el mundo interior de la dominación capitalista. No es desde la ideología, sino desde la contra ideología, es decir desde "la contra cultura" o "lucha de clases", única manera de liquidar definitivamente al enemigo histórico, que tanto daño le ha causado a los que todo lo producen y casi nada disfrutan.

Tomemos como referente temporal a Cristo. De Cristo hacia atrás nos toparemos con miles de años. De Cristo a hoy, han transcurrido 2016 años. La suma nos dará una cuantía no menor de doscientos mil años. La propiedad privada no supera los veinte mil años, los restantes, la humanidad los ha vivido sin ella. Desde que apareció la Propiedad Privada y sus secuelas hasta hoy, el género humano siempre se ha debatido en una permanente lucha entre explotadores y explotados, dominadores y dominados, y la victoria de los oprimidos en algunos momentos se atisba en el horizonte, pero no ha terminado de imponerse. Guerras de distinto tipo, fortaleza y tiempo, han sostenido los humanos en procura de lo que debemos entender por justicia social, y ésta justicia no termina por reinar. Millones de muertos, cientos de teorías, millones de textos y los oprimidos crecen cuantitativamente en pobreza, como crece la fortuna de los opresores. Habrá quienes como mi abuelita, opten por decir, creer y practicar la falaz propuesta que desde que el mundo es mundo, siempre ha habido dominadores y dominados y que seguirá siendo así. A esta perniciosa tesis que desmoviliza, despolitiza e impide la conciencia de clase, le queremos recordar que en los inicios de este escrito, marcamos como referente de los conflictos sociales, teniéndola como quiebre histórico, EL SURGIMIENTO DE LA PROPIEDAD PRIVADA.

El advenimiento del marxismo viene a ofertar una salida a esta tragedia humana. Carlos Marx, transformó la utopía en ciencia y la justicia social como realidad conquistable. No solo hay que conocer la realidad social, es perentorio transformarla. Esta transformación tiene que ser radical. Las reformas no construyen verdadera liberación. Antes de Marx y Engels, los socialistas utópicos se platearon transformar el mundo, pero no completamente. Marx comprende que el modelo capitalista es limitado en el tiempo y en su producción y está sostenido por profundas contradicciones insolubles, sin sus antagonismos o contradicciones dialécticas, el capitalismo no existiría. "Proletario y riqueza son términos antagónicos. Forman en cuanto tales un todo. Ambos son modalidades del mundo de la propiedad privada" (La Sagrada Familia. Marx-Engels). Más adelante los mismos autores afirman: "el proletariado está obligado a destruirse a sí mismo y con él a su antítesis condicionante, que lo hace ser tal proletario, es decir, a la propiedad privada", el conocimiento real es el conocimiento del todo concreto. La acción humana consciente y revolucionaria es el vehículo transformador. Marx Engels y sus incontables seguidores, parten en sus análisis, de lo real, de las condiciones concretas materiales de existencia humana, de la manera como los humanos concretos de carne y hueso (no los humanos abstractos) producimos y vivimos. Al deshilvanar (procedimiento categorial) el proceso de producción y distribución, el marxismo se topa y nos enseña, que los dueños de los medios de producción, construyen atajos para que la seudo conciencia de la mayoría trabajadora alienada, enajenada e ideologizada, se equivoque en sus juicios de valor, y no encuentre la etiología de su desgracia, terminando por auto culparse de su pobreza, "de los pobres será el reino de los cielos", LA JUSTICIA SOCIAL EN LA TIERRA, QUEDA RELEGADA. Ya no nos acecharían el Contrato Social del LEVIATAN, e iríamos más allá del Contrato Social de Rousseau. El paraíso celestial morada de Dios es perfecto, opinan los creyentes. Aun así, el Dr. André Bretón prefiere el infierno por cuanto "el diablo es un gozón". El cineasta español Luis Buñuel, declaro que: "Gracias a Dios soy ateo"

De Marx a hoy, trascurren un poco más de ciento treinta años. El primer intento socialista, fue el ruso, direccionado por Vladimir Ulianov, que desapareció junto con su muerte, acaecida en 1924.Le sigue el régimen despótico, represivo y altamente burocrático de Stalin, que de socialismo tuvo muy poco. China y Viet Nam, son hoy "socialismo de mercado", manera enmascarada de ocultar el capitalismo. De Cuba, démosle tiempo al tiempo. Como se dice que "los deseos no preñan", el "socialismo del S XXI" del Comandante Chávez, anduvo a tropezones y hoy parece languidecer. Los "líderes" auto llamados de izquierda que hoy gobiernan en "Nuestra América", prefieren "el progresismo" que parece "ni chicha ni limonada", pero es capitalismo. NO QUIEREN SABER NI LLEGAR AL SOCIALISMO. Pactan con sus burguesías y hasta con el imperio, antes que con su pueblo.

La democracia burguesa, surgida del vientre del propio capitalismo, es limitada en la mayor parte de sus tenores, y sirve principalmente a los intereses del capital. Cuando el pueblo supera los límites impuestos por la dominación de clases, la respuesta agresiva de la burguesía no se hace esperar, quien lo dude que observe cuidadosamente lo que hoy nos está pasando en Venezuela. La democracia es buena y válida para la derecha cuando ella es gobierno, y es mala, imperfecta y nula cuando son oposición. En cualquiera de estas circunstancias la democracia burguesa está condenada a su desaparición, será superada por una democracia revolucionaria, que debemos construir. La paz con el capital es imposible, su propia interioridad, su metabolismo está diseñado para el dominio del poder por pocos. La vía de la fuerza con mayor o menor intensidad no podrá evitarse, pues el capital siempre defenderá sus intereses, los mismos que producen hambre miseria y todo tipo de injusticias.

Las tesis Marxista parten y nunca se apartan de la realidad social concreta, (Materialismo Histórico) del hombre de carne y hueso, que produce riqueza para otros y reproduce la pobreza propia. El sistema capitalista procura permanentemente, reproducirse en todas las instancias posibles. Marx increpa a la realidad, fusiona teoría y práctica como permanente acción humana emancipadora, demostrando que se puede cambiar por completo a la sociedad. La espiritualidad y la conciencia se abrazan para rehacer la condición humana, "el amor" del Che. Fuerzas interiores se desatan motivadas por la convicción de que "otro mundo es posible". El marxismo no debe ser un recetario de dogmas, o frases congeladas y eternas, sencillamente es una poderosa herramienta en permanente abono, que los parias del mundo pueden y deben hacer suya, para liberar al mundo de la opresión, al liberarse ellos como clase oprimida. El que "lo viejo termine de morir y lo nuevo termine de nacer" no es una espera, ni un determinismo histórico, menos una interpretación evolutiva de la historia, es la necesaria presencia activa de los plebeyos, que luchan por su dignidad y justicia. "Con los pobres de mi tierra quiero yo mi suerte echar"

En menor tiempo del que la humanidad ha usado en procura de su liberación, la teoría y práctica marxista prometen la auto liberación de los explotados. Es una teoría-práctica que nos distancia de las falsas utopías, de metafísicas ideologizante, nos advierte los peligros del empirismo, utilitarismo, pragmatismo, individualismo, voluntarismo, y oportunismo, tan frecuente entre los esquiroles, socialdemócratas y falsos revolucionarios. El socialismo no cae del cielo, ni es un azar o disposición divina, es una construcción humana de los expropiados, que deberán transformarse en expropiadores.

El marxismo como todo pensamiento, puede sufrir y ha sufrido erosiones en el tiempo, pero tiene contenidos de mucha fortaleza y permanente validez: la combinación de la teoría con la práctica, el rigor de su método científico que nos conduce a la totalidad de lo concreto, el uso permanente de la dialéctica para desentrañar el metabolismo y la fisiología de la dinámica del capitalismo, el trabajo categorial, el partir de lo concreto real, de la manera como la especie humana produce y distribuye los bienes materiales, SU PROPUESTA DE LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CONCIENCIA CLASISTA REVOLUCIONARIA, el uso y enseñanza de la historia como arma de la revolución, la firme convicción que la clase trabajadora será "el sepulturero" de su patrón, son parte de sus enseñanzas. No es el marxismo una corriente más del pensamiento universal, es una teoría practicante, que en manos del pueblo, rompe las ataduras que lo esclavizan a un salario y le develan la fetichizasión de la que es víctima. Al socialismo se llega más rápido por la vía más corta: el marxismo. (Hasta el próximo sábado)



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Jesús M. Vivas P.

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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