A "microfonazos"

 

Advierto que este artículo es de mi absoluta responsabilidad, tal como escribo desde hace muchos años: así como advierto que mi madre hizo lo posible por convertirme en un cristiano, "un hombre temerosos de Dios", como se confiesa el camarada Hugbel Roa. Así que no la culpen a ella. Fue tan tenaz que una vez me llevó a hablar con el cura de Carirubana, mi pueblo natal, para que éste me sacara "las ideas del comunismo" de la cabeza. El cura pretendió convencerme que los dirigentes comunistas vivían como burgueses al ponerme el ejemplo de Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff. Para mala leche del cura ambos se habían ido a la derecha en ese momento, lo que permitió señalarle las características de los traidores.

Tuve un cura amigo. Era cubano en el exilio, antifidelista y anticomunista, pero se salvaba de irse a aburrir al cielo porque era putañero. A pesar de las diferencias mantuvimos una real amistad. Un 8 de octubre, Día del Guerrillero Heroico, se nos ocurrió al fin de la tarde hacer unas "pintas" en homenaje al Che. A esa hora sólo conseguimos una spray de pintura negra. Ante la duda de dejar pasar la fecha "en blanco" o hacer las "pintas" con negro, optamos por lo segundo. La pared blanca de la iglesia del barrio no se salvó. Al día siguiente las Hijas de María, los hombres cureros, los comerciantes cristianos y otros militantes de la iglesia se presentaron ante el cura solicitándole que se pusiera a la cabeza de una comisión para ir ante las autoridades a denunciarme por bandolero, pues era este escribidor el único militante comunista conocido en el barrio (aunque yo orgullosamente dirigía un Comité de Base de la Juventud Comunista, con tres militantes más, ¡todos ellos obreros!). El cura encaró la comitiva y les aclaró: "Salimita no fue, porque él es un comunista serio, y sólo escribe con rojo". No hubo denuncia. El cura y yo celebramos su salida en un bar de putas.

Dejo los recuerdos ṕara abordar un temita que ha traído alguna cola; en especial porque un cura que mostró su cercanía a Chávez en el pasado escribe una carta pública al parlamentario Hugbel Roa; misiva de lo más conservadora, retrograda y disparatada; lo que le valió una respuesta confusa y no menos conservadora de nuestro camarada. Si bien respeto la creencia en cualquier ser que el creyente considere supremo, a estas alturas detenerse en qué es o no es "ofensa a Dios" me parece una pendejada. Además, me resulta chocante y contradictorio que alguien condene el genocio cometido por la corona español y la iglesia católica para imponer la creencia en un Dios ajeno y borrar los Dioses de nuestro pueblos originarios, se considere "hombre temeroso de Dios".

De verdad que todo ese embrollo se presenta porque el "microfonazo" no salió a tiempo de la bancada chavista contra la testa del camarada Roa, para detener una intervención torpe, balbuceante, necia y de poca profundidad.

El papa Francisco está bien claro con el nombramiento que hizo. No es nada ingenuo. Por eso le preocupan los pobres, pero mantiene la relación estrecha de la iglesia con los causantes de la pobreza. Desde hace años la igelsia juega a lo del "papa bueno" para hacer su trabajo contra los movimientos de liberación. El "papa bueno" es igual a lo del "presidente negro" en los Estados Unidos.

psalima36@gmail.com



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Pedro Salima


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