Que Gobierno y Oposición, Dios es grande, en la “II Reunión Plenaria en el Marco del Diálogo Nacional” hayan acordado es algo extraordinario. La cuestión es como poner en práctica los acuerdos finales, más allá de las verbalizaciones con floridos argumentos, un asunto que es dable discutir y analizar cómo se hacen tarea concreta. Pues, ya sabemos con Marx en su obra: “Escritos Económicos y Filosóficos de 1844” que lo concreto es la síntesis de múltiples determinaciones.
Que Gobierno y MUD, caimanes del mismo poso dice un a migo nuestro, aunque personalmente no lo creemos así, se pongan a trabajar en mesas conjuntas al menos en 4 o 5 aspectos nodales que apalancan la actual conflictividad y que nos ha puesto al borde del abismo. Además de hacer una declaración conjunta donde se comprometen a actuar unidos. Como muchachitos peleones de escuela. Para superar los ingentes problemas que nos acogotan y nos tienen a todos flacos y miedosos.
“Con las manos juntas rezando a la Divina Pastora, según un amigo nuestro, porque no hay medicinas suficientes, ni jabón de baño; gente fea hurgando en la basura y ni qué decir de la violencia e inseguridad personal. Con unos precios bajísimos del petróleo, sobre lo que la MUD y sus adláteres analistas no ha dicho esta boca es mía. Sino que se la pasan es criticando al pobre presidente Nicolás Maduro, porque igual que el comandante Chávez se fue por esos países árabes y/o musulmanes a ver qué se hacía en ese sentido: reimpulsar la OPEP, disminuir la producción diaria para no inundar el mercado, ya es un avance significativo. Pero pocos ven eso. Se quedan es solo con las anécdotas de los acuerdos y tal”; sobre lo que por cierto sería muy bueno leerlos con atención, (Ver: Correo del Orinoco, lunes 14 de noviembre de 1016, p. 8-9). Convivir en paz. Todo un hecho social. Pues marcará las conciencias y la historia de Venezuela, para bien o para mal por largo tiempo.
Hecho social, diremos así en términos sociológicos y con pocos precedentes no sólo en estos 17 años de confrontación y que ha recalentado el ambiente de tal manera que ha hecho fatigar las costuras mal cosidas del sistema político y social en Venezuela, desarrollado en verdad precariamente de 1958-1998, “con sus luces y sombras”; dado que de ahí en adelante ha sido transformada la conocida “La República Civil” (2013) (como se lee en el libro del mismo nombre del historiador Dr. Germán Carrera Damas y “Frente a Chávez”, (2015) textos sueltos del Dr. Rafael Caldera con prólogo de su hijo, el filósofo tomista Dr. Rafael Tomás Caldera; quien por demás se muestra sorprendentemente crítico respecto al renacimiento neoliberal impulsado por Ronald Reagan y Margaret Thatcher y la tendencia oligárquica como se había estructurado la sociedad venezolana, surgiendo visos de antipolítica y desencanto, lo que hizo aparecer nuevas fuerzas sociales y líderes políticos como Hugo Chávez, “el redentor”, (p.10- 13).
Ello es una cuestión que es de celebrar (el acuerdo, decimos). Más allá de las actitudes destempladas de quienes continúan con “La salida” (ahora promovida por el gobernador del estado Miranda, entre otros cual sería el caso de la joven esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori) y los temores manifestados por algunos actores políticos revolucionarios (Valderrama, Aponte y su grano de maíz), acerca de si se está entregando en bandeja de plata el proyecto político revolucionario chavista; o dudas si esta jugada supondrá el reconocimiento de la alternancia y pasar los actuales mandantes a la oposición con fines de recomponer las fuerzas desdibujadas en el presente, dado que los errores de conducción política del estado habría conducido a que el 82% de la población venezolana dizque rechaza el gobierno de Nicolás Maduro.
En efecto, de acuerdo con el conocido politólogo larense Lic. Piero Trepiccione, en entrevista dominical, se muestra experto en interpretar tendencias y juegos de escenarios; aunque, claro, sus opiniones no siempre pueden gustar por el sesgo que se percibe de “exaltar” las líneas estratégicas de la oposición, típica posición ahora del Centro Gumilla (Congregación Compañía de Jesús) del cual es su coordinador en el estado Lara; después que los jesuitas se volvieron conservadores institucionalmente, (antes, o serían vainas de uno, en su primera juventud parecían tan revolucionarios) e indicar, ¡nada menos! que Maduro debería renunciar o permitir el revocatorio para dar paso a una supuesta transición (sí Luís). Así, sostiene, pues el referido científico social o que debería serlo, que:
“… lo mejor que pueden hacer quienes se oponen al gobierno, sector que está compuesto del 80 % de la población de todo el país, es mantenerse firme en el respaldo al mecanismo de diálogo y mantener una presión popular en las calles coordinada por un liderazgo orgánico que sepa direccionarla de manera pacífica” (Piero Trepiccione, “El diálogo es lo que frena a los radicales”, en Diario La Prensa, Barquisimeto, domingo, 13 de noviembre de 2016, p. 8-9).
De otro lado el análisis del muy mediático científico social señalado es el siguiente, dejemos que el periodista Lic. José Miguel Najul que es quien hizo la entrevista:
“Además apunta que el gobierno es quien deberá ceder la presidencia de la República, permitiendo así que se emprenda un escenario de recuperación política, económica e institucional (…) Si los venezolanos queremos resolver nuestras diferencias, problemas y niveles de intolerancia, así como la situación económica del país, no hay otra manera que no sea el diálogo (…). Porque Venezuela ya no está polarizada. Ahora hay que hablar de un país unipolar. Hay un gran polo: el del descontento. El 82 % del país es contrario a las políticas económicas de Nicolás Maduro, el 70 % del país lo responsabiliza, directamente, de la crisis que atravesamos” (ídem).
“En Venezuela persiste la polarización política, pero en la sociedad la mayoría soporta sus opiniones sobre la base de las necesidades” (ídem); y aquí viene su sesgo más claro:
“Hay que negociar la salida de Nicolás Maduro de la presidencia. Hay más de un 80 % de la población pidiendo a gritos su salida porque ni su discurso ni su modelo económico funcionan. Por primera vez en la historia del país, se culpa a una sola persona de lo que ocurre (…) Con el revocatorio, o que Nicolás Maduro se separe de la presidencia, facilitando un proceso de transición política en el que los factores políticos se pongan en sintonía con la voluntad de la población, y se conforme una plataforma política con miembros de la MUD, pero también con representantes potables” (ídem).
En realidad, acota el politólogo que ambos factores políticos, chavismo y oposición carecen de legitimidad, deben recomponerse y acumular fuerzas “pacificando a los radicales”, ¿entregando banderías o qué? Démosle finalmente al citado experto:
“Si analizamos los estudios de opinión pública notamos que el peso de los radicales, tanto de la MUD como del chavismo cada vez es menor. En términos de respaldo popular (…) En términos de respaldo, las voces radicales aunque hacen mucho ruido, especialmente en las redes sociales, pero la base de apoyo es cada vez menos. El pueblo de Venezuela presiona por una salida política. Por eso es que los radicales pueden tener mucho poder institucional, pero como cada vez se minimiza frente a la voluntad de la población, no lo logran mantener por mucho tiempo” (ídem).
Estas hipótesis citadas extensamente pareciera que son negadas por la declaración de los acuerdos alcanzados, veamos porque, citando nuevamente otro documento que, por demás constituirá un referente de la historia inmediata y en el tiempo de la mediana y la larga duración, dicho así en términos de Fernand Braudel (1977, en Historia y Ciencias Sociales).
Brevemente, se pueden hacer otras consideraciones atinentes a “los valores y principios compartidos”; cuestión inédita en los días que corren, donde la confrontación ha sido en pan de cada día. Así que para algunos no resulta del todo claro cuáles son las acciones a seguir o, mejor, cómo serán implementadas las decisiones de las cuatro mesas operativas y qué resultados obtendrán dado que ambas partes se supone tendrán que hacer concesiones en:
1)campo económico y social, ya que acordaron “… trabajar de manera conjunta para combatir el sabotaje, boicot o agresión a la economía venezolana (…) abastecimiento de medicamentos y alimentos sobre la base de contribuir a promover su producción e importación”; 2) “campo de desarrollo político se acordó superar la situación de desacato de la Asamblea Nacional (…) caso Amazonas (repetir elecciones); 3) “…nuestra posición unánime de defensa de los derechos legítimos e inalienables de Venezuela sobre la Guayana Esequiba y defensa del Acuerdo de Ginebra de 1966, instrumento jurídico vigente entre las partes que dirime esta controversia territorial”; 3) 4) “… Convivir en paz”; 5) “… reforzar el diálogo (…) invitar a diversos sectores de la sociedad y establecer una comisión de seguimiento”.
Finalmente, señalan que comparten ciertos valores y principios “… que nos obligan en el marco de la Constitución y las leyes de la República”, estos serían: “… reconocernos como ciudadanos venezolanos” (compatriotas) que convivimos bajos los valores de la tolerancia, la preeminencia de los valores humanos, paz, prosperidad económica y felicidad social; ya que convivir supone respetar, reconocer, forjar vínculos, dado que recordando a ese gran papa que fue Pablo VII el desarrollo es el nuevo nombre de la paz; acordar que en Venezuela se puede trabajar por el bienestar social, material y moral, así como por la democracia sin miramientos constituye una gran cosa. Falta ver cómo se desarrolla semejantes aspectos en la práctica.
Nota bene:
En los acuerdos y declaración conjunta Gobierno-MUD no aparece por ninguna parte el “asuntico” ese que plantea Trepiccione sobre la renuncia del presidente Maduro, ni el referendo revocatorio ni la transición; de tal suerte que como cuenta un campesino de Chávez que también se dijo o se le pidió que renunciara, hasta que escribiera aquel papelito donde dice el comandante que no renunciará, Maduro tampoco lo hará y en cuanto al revocatorio o elecciones, dicen que los ganaría porque la revolución se está fortaleciendo … Maduro y el PSUV, se está recomponiendo, ¡ojo!. Pero ese escenario no se lo plantean ciertos expertos.