Más allá de que esto pueda ser considerado una cuestión retórica o un tremendismo de talante a histórico, esto es, que no para mientes a los hechos sino que se detiene en la especulación espuria acerca de lo que "hubiera sido posible hipotéticamente". Como si la historia se escribiera en subjuntivo (José Pascual Mora García, dixit). Vamos a preguntar de todas formas: qué hubiera pasado "si" en lugar de entregar el famoso y controversial "Carnet de la Patria" el presidente Maduro hubiera ideado más bien dar al pueblo escardillas y demás instrumentos de trabajo manual productivo.
¿Hubiera esas desmesuradas colas en las Plazas Bolívar en Venezuela? Pulula allí el "golillero" que juega garrote buscando mango bajito. ¿Entiendes? dice un amigo campesino de Baragua, acostumbrado "a doblar el lomo en el campo" y agrega: "Porque ni siquiera es que son chavistas. Sino una punta de oportunistas. Conozco a varios de esos zánganos que se aglomeran en esas bardas aguantando esa pepa de sol. Esperando que les den. O los pongan donde "haiga". Si entregaran allí kits agrícolas para desarrollar proyectos productivos, sólo los más resteados con la revolución bolivariana harían entusiastamente esa cola", afirma en una vuelta que hicimos, a modo de "observación sociológica", en la Plaza Bolívar de Barquisimeto.
¿O andaríamos también "cazando güiro"? Porque al pasar luego por la Plaza de Libros o "Bibloplaza" (de acuerdo al nombre que Ars Publicidad ideó como propaganda para el alcalde de Iribarren, carrera 23 con Av. 19), nos topamos con que César, uno de los libreros estaba hecho una furia. Despotricaba que eso era una humillación, cómo pretendían que el pueblo soportara esas colas desde la madrugada para obtener ese bendito "Carnet de la Patria", que el pato y la guacharaca… Al detenernos en otro de los puestos de libros nos dice Joel: "Tranquilo, profe, él lo que quiere es sacarse ese carnet y no ha podido. ¡Y tan escuálido que es!".
Igualmente, pudiéramos preguntar: al escribir esto cual "guerreros del teclado" en el apreciado sitio www.aporrea.org ¿seremos criticones en vez de ir a trabajar, como regañó a su audiencia recientemente el presidente Nicolás Maduro en cadena nacional?
Ciertamente, los espacios de opinión permiten elucubrar. Así, si se observa y oye en la tv o la radio a los compañeros del liderazgo formal del PSUV puede concluir que el "Carnet de la Patria" es la panacea. Sirve para todo. Inclusive hasta realizar control de la gestión gubernamental, que ya es bastante como instrumento de gestión del conocimiento, pues recordando a Nonaka y Takauchi esto supone: capturar información valiosa sobre el entorno donde actúan las organizaciones o nuevos conocimientos con fines de agregar valor a los procesos gerenciales y crear nuevos conocimientos.
Por ejemplo, según el propio presidente Maduro la "Misión Saber y Trabajo" debe ser reimpulsada. No ha alcanzado los objetivos propuestos. Esto es, no ha logrado en toda su magnitud incorporar al mercado laborar a todos los profesionales y trabajadores cesantes. Pero eso ya lo sabíamos. O no. ¿O será que esa realidad se conoce porque uno vive en las Catacumbas del pueblo y no en las alturas del poder? ¿O no en el maremágnum de la burocracia estadal?
Hay diseños de políticas públicas como la ya nombrada "Misión Saber y Trabajo" que no impactan, no corrigen el déficit que padecen las personas concretas en las catacumbas, parece que en su ejecución la organización que se crea a los efectos, el talento humano y los recursos empleados se dispersaron. O no se emplea a fondo la organización del Estado-Nación en el logro de esos objetivos. Luego entonces no hay evaluación. Se actúa espasmódicamente. No hay una dirección científica, diría un compañero cubano experto en gerencia. ¿Será malo criticar estos asuntos y debemos sólo dedicarnos a trabajar disciplinadamente, Sr. presidente?