La injerencia peruana y, la donación de nuestras bolsas clap

Hay que ver, para poder creer, que este es un gobierno bien irresponsable con su pueblo y, sumamente frágil en políticas distraccionistas de poco anclaje si a ver vamos y, además arropada de sentimiento patrio de ayuda humanitaria hacia otros países que nos reviran los ojos de su preocupación con fines viles de intervencionismo por la intolerancia que nos tienen al no compartir sus sumisas políticas hacia el capitalismo y, en general hacia la aceptación de la intromisión del imperio yanqui a quienes ellos como gobiernos no se cansan de jalarle bolas y entregarse cuando no como perros de alfombritas se arrodillan a pedir remilgos de atención a su
beneplácito, tal cual, lo hizo el presidente del Perú PPK en días pasados de visita en los EEUU.

Y, como Almagro -otro perro de pedigrí y pinta uruguaya- en confabulación con el Departamento de Estado de los EEUU, quiere castigar a Venezuela en la OEA como una pelota de béisbol, con la tierna violenta intención de que la gran mayoría de los países miembros de esa organización de tendencia derechista y neoliberal nos quieran tener a su decisión y disposición de caernos a batazo limpio a como ellos mejor les parezca, en una sola dirección de inmiscuirse a su voluntad de decirnos que debemos hacer por el bien -según ellos- de nuestro pueblo que sufre y padece: la ignominia de este gobierno que, debe ser cambiado a la brevedad posible, sino queremos que nos boten de allí, anda dislocado de rabia tras un ultimátum que salga de la mayoría de naciones americanas que hacen vida en común con él dentro de la OEA y, que como un punjante orgasmo de triunfo aspira acabar y que, saquen a Venezuela de su presencia.

Resulta ser que entre los 18 países que andan a la caza de alguna decisión que perjudique al gobierno venezolano y, que están solicitando una reunión para finales de este mes que el solo hecho de sentarnos en el banco de los acusados tiene mucho que decirle al mundo, nos encontramos que uno de los dignatarios que asoman la responsabilidad para tal efecto es el gobierno de Perú y, a cambio el gobierno venezolano ha enviado en su auxilio a unos damnificados de
ese país, toneladas de ayuda humanitaria, como alimentos, medicamentos, enseres e insumos que nos la quitan a nosotros que como pueblo también sufrimos necesidades y escasez de todo tipo y, como complacencia de ego de nuestros mandatarios que regalan todo, estiran su amor y compasión como nuestro por otra gente que como pueblo de un estado tiene su gobierno que debe preocuparse en resolverle sus problemas, cualesquiera que sean, y vemos que ni los gobiernos de los EEUU, México, Chile, Argentina, Canadá, etc, como en casi todos que hoy están contra Venezuela en la OEA no se preocupan y, permiten enviar ayuda humanitaria a ese país y, somos nosotros siempre los
primeros que, en razón de nada le sacamos las patas del barro a muchosgobiernos latinoamericanos que no sirven a no ser arrastrarse ante al imperio.

No queremos aprender que ser pendejo también deja mucho que desear y, al estar ayudando a los peruanos, ayudamos a su gobierno que como corruptos en su mayoría, México, Perú, Brasil, Argentina y, nosotros con una pobreza que nos deprime salimos de inmediato en su ayuda sin ellos pedirlas que es lo que más molesta que, pareciera que somos el paño de lágrimas de quienes por detrás viven criticándonos y nosotros acudiendo en su auxilio como santos milagreros en una dimensión que raya en lo satírico y, fíjense que ni Vargas Llosa, como renegado peruano ha salido a la vanguardia a luchar por los suyos, aunque sea como hombre de mundo que vive a expensas de su dádivas mediáticas de
cien años de soledad de la que no escapa.

El presidente Maduro y su gente de gobierno no escarmientan de su facilismo de resoverle los problemas a otros gobiernos nada afines con el suyo sabiendo que, muy bueno es cilantro, pero no tanto y, aparecer a esta altura del S-XXI como un redentor ni el papa Francisco lo aceptaría de poner la otra mejilla que hasta risa da que, la cooperación hace tiempo se fue de bruces e ignorarlo preocupa y, hay que dejar que los demás se jodan y aguanten un poco de la carga que,
para eso llegaron al poder y, no a cogerse lo que no es de ellos y, mire que PPK como santo de devoción no hay vela ni velón que lo alumbre y, ahora más que nunca que demuestre como el perro peruano que es y, que nadie le endilga que se muerda el rabo de su poca inocencia.

¡Ay Maduro! No aprendes hombre que a los malos hay que darle duro y
adonde más les duela.



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Esteban Rojas


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