Somos instrumentos ciegos de nuestra destrucción

Abolir la Asamblea Nacional sin haber creado un sistema de consulta verdaderamente democrático y representativo es sospechoso. En Venezuela no existe un sistema, de consulta popular y de base, en ningún lado, en ninguna instancia. Lo que llaman el "Congreso de la Patria" es un mecanismo para "bajar líneas" de Maduro a una militancia atontada, persuadida por la autoridad del partido y del gobierno. Y para coordinar negocios con la empresa privada. Acabar con la Asamblea Nacional sin un remplazo que supere a este sistema clientelar y burgués huele a desespero, improvisación y fascismo.

Por otra parte, el único "golpe maestro" que se le puede dar a la OEA (como dicen algunos que pasó) es retomar la ruta hacia el socialismo y abandonar definitivamente las pretensiones capitalistas para querer hacer de Venezuela una "potencia".

La Venezuela Potencia vs la justicia social

No se entiende cómo se ha perdido la capacidad de relacionar las decisiones del gobierno como provenientes de un mismo origen. El mismo sujeto que habla de desarrollar las fuerzas productivas con la participación privilegiada de la Empresa Privada (motor de la inflación y de la conspiración) es aquel que promete justicia social y habla de socialismo.

Las "potencias" que quiere emular Maduro ya están completas, y todas son capitalistas. No existe una "potencia socialista" en el mundo, a menos en el sentido que el gobierno le da a esta palabra ("potencia exportadora", "potencia minera", "potencia petrolera"). El único modelo socialista sería Cuba socialista. Y para construir el socialismo Venezuela no se necesita empeñar su naturaleza y su futuro, convertirse en un gran consumidor de basura, o en un mercado para toda clase de fruslería.

Potencia=capitalismo, es lo que entiende el gobierno por la Potencia de Venezuela, hacer de Venezuela un país capitalista "competitivo", que pueda competir con otros país capitalista, ¡Como si eso fuera posible ahora! (Atrás quedó el intercambio, la complementariedad, la cooperación, el internacionalismo, el socialismo)

Hasta ahora solo han mostrado una disposición para trabajar en favor del capitalismo parásito de siempre, no obstante con la mente puesta en el modelo chino, de Shandong, pero a lo tropical, con todos los relajamientos y vicios que eso supone. El gobierno no ha podido mostrar alguna ventaja o valor socialista del nombrado modelo chino, el cual ha proporcionado para la sociedad China (además de los dólares y del afamado "crecimiento económico") más explotación de su gente, alienación, suicidios, contaminación, en fin, más capitalismo del bueno, capitalismo altamente depredador y contaminante (así esa sea la China de los herederos Mao Zedong).

El que sea chino no hace ninguna diferencia, se trata de la misma explotación del trabajo humano y de la naturaleza, y del mismo robo a la sociedad. Pero parece que ningún chavista lo entiende así.

Demás está decir que una "Venezuela Potencia" para Chávez es otra cosa. Se trata de un país vanguardia en lo social, organizado y ejerciendo el poder popular verdadero, líder en lo moral, una sociedad educada para vivir bien, sin lujos, pero con todo lo necesario para el buen vivir, para crecer pero en salud y en espíritu creador, de una sociedad de hombres y mujeres educados (y no solo para ser obreros especializados productores de divisas).

De esa "Venezuela Potencia" hablaba Chávez, colocando a lo humano por delante de los mecanismos, del pragmatismo económico; primero el ser humano, la naturaleza, la vida y después lo demás. La humanidad y al naturaleza por delante de todo, no las divisas, el oro y el consumo capitalista.

Pero estos salvajes, de espíritus cansados, miden con el rasero de sus propias carencias y necesidades. Lo que ellos necesitan es lo que creen obligatorio para la nuestra sociedad

¡Qué envanecimiento tan tonto!, les queda grande la fama de luchar por ideales, de cambiar el sistema; se conforman con las miserias materiales, vivir con una fama prestada sin sacrificar nada, sin dignidad.

¿Cómo es posible que el pueblo chavista no se dé cuenta que el gobierno de Maduro prometa todo a todos?

Cómo es posible que prometa al pueblo chavista (y al pueblo en general) justicia social e igualdad y a la vez prometa a los capitalistas (que viven de la explotación del trabajo humano y la naturaleza) apoyo, financiamiento, estímulos fiscales e impositivos, condescendencias legales laborables. Los chavistas dicen: "No entiendo mucho esto, pero el presidente debe saber lo que está haciendo" y nosotros decimos, ¡Incautos! ¡Se tapan los ojos ante el engaño! Un "respeto irracional" por la autoridad del presidente contamina el espíritu de nuestra pueblo chavista, otrora irreverente, rebelde y revolucionario. Ni siquiera torpezas como lo ocurrido con las sentencias del Tsj hacen pensar a la gente de las manipulaciones del gobierno, para sostenerse en el poder, como un funámbulo, bailando en el medio de tal contradicción ¿Somos que incapaces de constatar sus contradicciones, de criticar y exigir rectificación?

Es tiempo ya exigir del gobierno coherencia política, de definición política. La entrega de la revolución al capitalismo es evidente, las contradicciones de ofrecer a uno y al otro lo que cada quien quiere del gobierno, así sea un inmenso disparate, así signifique la fórmula desesperada por sostenerse demagógicamente en el gobierno, y todos los demás desatinos por no contar con un sentido político claro, con una estrategia distinta al capitalismo, por haber abandonado el camino de la revolución al socialismo.

A los chavistas nos llegó el momento de reclamar al gobierno coherencia, definición política; o es socialista o es capitalista. La historia lo arrollará, sin pena ni gloria para el presidente y su equipo de burócratas.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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