Importancia del concepto de la Nada en filosofía

Realidad

Cada momento del tiempo está formado por infinidad de detalles aparentemente caóticos y abigarrados. El zancudo que te zumba en el oído, la araña que teje su tela en el rincón, los perros que cruzan las calles en el mundo, las hojas que caen de los árboles y nuestros proyectos,....¡Infinitos detalles!.Todo simultaneamente urdiendo y preparando el futuro.

El psicoanalista francés Jaques Lacan influenciado por los estructuralistas y linguistas Saussure y Derrida, revindica el viejo problema metafísico de los Universales versus los particulares o entes, al establecer la diferencia entre la Realidad y lo Real. La Realidad representa al Todo o Universo el cual no es simbolizable,mientras lo Real se refiere a los entes específicos como: esta mesa, ese perro, mi yo, etc. Sujetos a ser catalogados mediante simbolos, la idea del Todo no es matematizable y aun cuando la Teoría de Conjuntos ha tratado de definirlo como "el conjunto de todos los conjuntos", resulta inoperable.

Es de hacer notar que el opuest dialéctico del Todo, es la Nada y de ambos podemos decir poco.

El concepto de la nada en el mundo occidental (el Hinduismo y el Budismo tienen el suyo), nace en Grecia hacia el 535 AC, con Heráclito de Éfeso quien consideraba que el origen de todo estaba en el devenir o fluir permanente de las cosas, esto está plasmado en su obra perdida , que según sus discípulos la escribió en aforismos o poemas que en mi opinión es el lenguaje que mejor expresa la dialéctica por la plasticidad del mismo, logrando romper con la rigidez de la lógica o lenguaje de la ciencia. La tradición narra que Heráclito lloraba por no poderse bañar dos veces con la corriente de agua del mismo rio. En tal sentido para este pensador el ser es y deja de ser o no es, en otras palabras existe la nada. Ante esta interesante proposición insurgió cuestionándola el padre de la lógica, Parménides de Elea que marcó definitivamente el pensamiento antiguo execrando el concepto de nada durante un largo trayecto histórico; quizás este giro de la reflexión filosófica se debió al interés por parte de las clases dominantes de hacer perdurar el esclavismo clásico greco-romano.

Parménides creó el principio lógico de identidad, donde todo ente es igual a si mismo y el de la no contradicción donde si A es verdadero, no puede ser falso simultáneamente; de tal manera que para este autor el ser es y el no ser (la nada) no es. Esta inflexible lógica, repetimos influenció a casi todos los filósofos griegos de su tiempo, (excepto a dos importantes sofistas contemporáneos a Sócrates como fueron Georgias y Protágoras, donde el primero aseveró" que nada existe"), a Platón en su teoría de los dos mundos, el de las cosas sensibles o sombras llenas de apariencias y el de las ideas o de la perfección absoluta que poseen ser verdadero. En Platón no existe propiamente una idea de Dios, dentro de las ideas dice este maestro, existen jerarquías y la de mayor envergadura (esta es una influencia socrática) está la idea del Bien que es la más cercana al concepto de Dios y obviamente en su metafísica no hay lugar para la nada, porque su universo esta duplicado ontológicamente y en consecuencia saturado de seres.

También Aristóteles fue marcado por la lógica de Parménides la cual alcanzó con él la perfección; este pensador en su afán de crear una epistemología o teoría del conocimiento, simplifica el problema ontológico del ser, considerando como existente un solo mundo de cosas y de conceptos, en un realismo metafísico donde las definiciones teóricas deben ajustarse a las cosas y definirlas con exactitud. En concordancia con su epistemología y ontología, el Estagirita desarrollará una tercera teoría o visión metafísica del mundo y de Dios. Supone que el universo y Dios, son entes que poseen las mismas características del ser parmenídico: son incontingentes o increados, porque si fueran creados no tendrían ser verdadero, son estáticos o inmóviles, porque lo que cambia de posición deja de ser; ambos son eternos e infinitos debido a que lo que muere o tiene fin no es y la nada no puede ser.

Este es pues el panorama metafísico que reinará como legado en la filosofía hasta el surgimiento del renacimiento en Europa; sin embargo, aunque el pensamiento europeo medieval siga siendo aristotélico , sus máximos representantes , santo Tomás de Aquino y san Agustín introducirán elementos de la epistemología de Platón con el problema de los universales y una radical transformación de la metafísica de Aristóteles sustentada obligatoriamente como verdad de fe en el antiguo testamento de la biblia judeo-cristiana. Este axioma de fe, explica a Dios, el increado como el creador del universo, rompiendo así la similitud aristotélica de los dos entes. En consecuencia la fuerza del dogma y no de la lógica, es decir la supremacía de las verdades de fe sobre las de razón, reintroduce de nuevo el concepto de "nada" en el pensamiento occidental, ya que para los profetas judíos Dios crea al universo de la nada, Juan el evangelista dice, al principio fue el verbo (logos), todo era tinieblas y Dios dijo hágase la luz. Sin embargo lo que pudo haber sido un acierto producto del azar, es corregido conservadoramente de inmediato por los padres de la escolástica, (de la iglesia) satanizándolo y endilgándole el epíteto moral de la maldad, que tanta sumisión alienante al servicio de las clases dominantes a ocasionado y costado develar, para como dice Nietzsche situar al súper hombre "más allá del bien y del mal", es decir fuera de las pesadas cadenas de los prejuicios de una falsa moral. En este sentido el Diablo de Bakunin alcanza la significación de un rebelde revolucionario incomprendido, cuyo sacrificio de condenación eterna se equipara dialécticamente al del divino Jesús.

La nada es reivindicada por Nietzsche, Kiekergard, Husserl, Heidegger, Sartre, Unamuno, Ortega y Gasset, Zubiri y una pléyade de nombres inmortales. Nuestro gran Ludovico igual que Sartre y el profundo Lukács de la escuela de Frankfurt tendieron puentes hacia la nada, hacia la angustia existencial del hombre, cuya soledad solo podrá ser redimida por el amor y la hermandad.

Para el talentoso filósofo alemán Friedrich Hegel, el Devenir ( lo cambiante ), está constitui por la trilogía del movimiento, el tiempo y el espacio. Esa fuerza esencial del Universo es hija del Ser y de la Nada.



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José Burelli

Economista. Maestría en Relaciones Internacionales. Subdirector de Cultura UNESR. Profesor de la UNEFA, Universidad Pedagógica de Caracas.

 joseburelli@hotmail.com

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