Si algo es anacrónico en Venezuela y en el mundo es el anticomunismo. Es propio del pasado y sin embargo se da en la actualidad. En Venezuela nace el anticomunismo durante el gobierno de Juan Vicente Gómez quien metió presos en la Rotunda a los fundadores del Partido Comunista de Venezuela. En el mundo, esta idea reaccionaria, tiene una de sus expresiones, más conocidas, en la reacción de la extrema derecha, por el surgimiento del primer estado proletario del mundo en 1917 con la URSS. Los cavernícolas anticomunistas de Europa crearon el fascismo en Italia, posteriormente en Alemania y finalmente en España, con la Falange, para reprimir a los marxistas.
En Venezuela después de Gómez desde Eleazar López Contreras hasta Carlos Andrés Pérez todos los presidentes de Venezuela fueron perseguidores de los marxistas con la excepción honrosa de Isaías Medina Angarita, quien legalizó al Partido Comunista de Venezuela y llegó a tener magníficas relaciones con su Secretario General, Juan Bautista Fuenmayor. Además en marzo de 1945 el gobierno de Medina establece, por primera vez, relaciones diplomáticas con la URSS. Venezuela formaba parte de la coalición anti-fascista creada a finales de la II Guerra Mundial. El otro Presidente, amigo de los marxistas, fue Wolfgan Larazabal quien aceptó en 1958 el apoyo de los comunistas a su candidatura presidencial. No quiere decir esto que Medina Angarita y Larrazabal fueran marxistas, ni mucho menos, pero fueron militares progresistas y demócratas que aceptaron a los marxistas como defensores de la democracia y de la soberanía nacional en la primera línea de combate.
Con la llegada de Chávez al poder el clima de amistad con los marxistas que había existido durante los gobiernos de Medina y Larrazábal no solamente mejoró sino que el mismo Chávez se declaró además de bolivariano y cristiano también marxista y asumió el socialismo del siglo XXI como el fin último de la revolución bolivariana. Como era de esperar la revolución bolivariana siempre ha contado con el apoyo del PCV y además importantes cuadros de este partido pasaron a forman parte de la dirigencia del PSUV. Mención aparte merece la solidaridad y la amistad entre Fidel Castro y Hugo Chávez como signo de la unidad entre dos revoluciones con sus propias particularidades.
Imposible dejar de señalar a la ideología del neoliberalismo antítesis del marxismo y fundamento ideológico del capitalismo y del imperialismo. En este contexto del pensamiento universal irrumpe en la palestra pública electoral una reliquia arqueológica militar, con la prédica antimarxista de "caza bobos", sin comprender ni calibrar la madurez política alcanzada por el pueblo venezolano, en la revolución bolivariana, con la cátedra formativa de Hugo Chávez Frías y de los sectores más avanzados de la sociedad.
*Profesor universitario de Filosofía de la Educación jubilado de la UPEL. Ex Director Ejecutivo (Fundador) de la Casa de Nuestra América José Martí.
