FELIZ BICENTENARIO GENIO INMORTAL. APOSTOL DE LOS EXPLOTADOS, ARMADOR
DE LA CONSCIENCIA SOCIAL, DEVELADOR DE UNA FORMA MÀS HUMANA DE VIVIR.
Karl Marx, "el devorador de libros", solía hacer acotaciones escritas sobre sus libros propios. Su espíritu crítico severo era permanente, polemizaba con los autores más leídos de su tiempo, y cuando podía, su diatriba era pública. El cogito cartesiano fragmentador, fue superado por Marx, con su percepción holística y dialéctica de la sociedad. En sus análisis, no partía de la idea que de la realidad se tenía, sino de la misma realidad concreta. Buscaba la TOTALIDAD DE LO CONCRETO. En él, la dialéctica son nexos, relaciones, conexiones entre opuestos, y sus categorías de análisis son verdaderas representaciones de la realidad. El conocimiento no es apriorístico, es a posteriori. Partía del hombre real y concreto; el de carne y hueso, el que produce y consume, marcando distancia con el hombre abstracto de Hegel. La consciencia inmediata es imposible pues la realidad esta falseada, alienada, enajenada, ideologizada. El método viene a superar lo que los sentidos no logran apriorísticamente. Comprendió, la permanente acción del capitalismo por individualizarnos, para dividirnos y podernos someter, lo que hace de nosotros seres egoístas, antisociales, consumistas, competidores, desconocedores de nuestras potencialidades espirituales, esto, nos dificulta comprender y menos practicar, la praxis unitaria y el trabajo voluntario como apoyo al desarrollo de la consciencia social, que nos emancipa en el liberador camino hacia el socialismo. Es el ejerció de la teoría-practica.
En su trabajo sobre "El Estilo Literario de Marx" dice Ludovico Silva: "Marx está marcado por "una infinita plasticidad"…. En Marx no podemos tomar "por explicaciones lo que no son sino metáforas". Marx procuró siempre ser entendido, por esto usó una "economía lingüística". Su lenguaje dialéctico acusa Ludovico, "presenta una afirmación, que luego niega, pero invirtiendo su orden sintáctico, al final sintetizando todo con una frase final. Objetividad y denuncia van juntas". Aprecia Silva, que Marx debió estudiar y comprender "La arquitectónica" de Kant. Decía éste (Kant) filósofo alemán: "Por arquitectónica entiendo yo EL ARTE DE LOS SISTEMAS…Para ser realizada, LA IDEA TIENE NECESIDAD DE UN ESQUEMA, ES DECIR DE UNA DIVERSIDAD, Y UN ORDENAMIENTO DE LAS PARTES, que sean esenciales y determinadas A PRIORI…Lo que llamamos ciencia no puede fundarse técnicamente…sino arquitectónicamente.".(Kant). "El arte de los sistemas" acota Silva, tomándolo de Kant. Su escritura deviene en "una obra artística", dotada de belleza plástica. El propio Marx lo dice: "la ventaja de mis obras consiste en que forman un todo artístico". Ludovico ve calidad arquitectónica en los escritos del "Moro". Dice Silva, hay dos momentos en la obra del genio Alemán: la publicada durante la vida de éste, cuidadosa y sesuda, y la "imperfecta, inconclusa y trunca", publicada después de su muerte.
La dialéctica de Marx, de remembranza heraclitiana, o "choque de los opuestos que produce un resultado sintético". (L.S). Para Marx, la dialéctica era un método histórico. Marx, al igual que Petrarca y Garcilaso, dice Ludovico: "formula primero una frase… y hacerla seguir de una segunda, en la que se dice lo inverso, pero utilizando los mismos vocablos en relación sintáctica invertida…rematando con una tercera frase…para realizar una síntesis" (LS). "juego de opuestos conceptuales". He aquí un ejemplo que Silva toma de Marx: "el producto del trabajo es la enajenación, la producción misma es la enajenación activa, la enajenación de la actividad, la actividad de la enajenación" Marx. Recomendamos leer, "El estilo literario de Marx" de Ludovico Silva.
Marx es de esos escritores, que tenemos que leer y volver a leer, dejar un mediano tiempo y volver a releer hasta entender la complejidad, profundidad y certeza de su pensamiento. Entre tiempo y tiempo de lectura, bueno es leer las interpretaciones y acumulaciones que sobre Marx y su pensamiento se han hecho. Nos faltará un par de vida para abarcar un pequeño porcentaje del material que sobre Carlos Marx se ha escrito. Es tanto, que nadie podrá leerlo todo. Se ha pretendido hacer de la obra de Marx, unos manuales inamovibles eternos y absolutamente ciertos. Frente a esta miseria humana, el propio Marx advirtió que él "no era marxista". La obra de Marx es apenas, un comienzo en el debate revolucionario, y en la práctica transformadora. Jamás él se propuso textos sagrados, más si recordamos lo exigente y cuestionador que fue. Su hermenéutica, está direccionada a la liberación de los explotados.
Marx oscultó, que los despojos territoriales, es decir, la expropiación de la tierra en poca y mediana cuantía, tiene que ver con la acumulación originaria de capital. La expropiación privada de la propiedad pública y social. Por esto, "los expropiadores serán expropiados". Esto implica violencia social, como condición previa. El colonialismo europeo vino a vitalizar la acumulación de capital. La deuda pública de gobiernos, se transformó en una nueva forma de acumulación de capital. De aquí se vislumbra el capitalismo industrial internacional. Se perfilaba el proceso en donde el trabajador es doblemente despojado. Se le despoja de una parte de su trabajo y se le despoja de los productos de su trabajo. El aparecimiento de la burguesía también implicó el despojo territorial de inmensos feudos, y de medios de producción. De esta tarea expropiatoria, salen dos nuevas clases: burguesía y proletariado. Algún día, los expropiadores serán expropiados. Hablamos de un solo capitalismo, con diversas modalidades de acuerdo a los tiempos y peculiaridades.
Marx capta, que la institucionalidad del Estado articula la dominación de clase. Que las ideas impuestas por la minoría, son creencia y práctica de la mayoría. Que la lucha revolucionaria en el marco de la economía política es una tarea difícil, casi imposible. Que el Estado representa los intereses del capital. Que la transición del capitalismo al socialismo, involucra la dictadura del proletariado. Que la unidad de los trabajadores es factor determinante para la lucha revolucionaria. Que la realidad está cosificada, alienada, enajenada, es decir ideologizada. Ciertamente el capitalismo "socializa" el proceso de la producción, pero privatiza su distribución. Por supuesto, no socializa la ganancia. A los trabajadores les queda la resistencia y La lucha de clases para construir la revolución, que lleva consigo la gran utopía de la liberación del trabajo asalariado. Esto implica necesariamente la politización de toda la vida humana.
En Marx, la dialéctica es un método no una ciencia ni una filosofía. No se propuso crear una historia universal única, que sus falseadores la presentan por etapas, la ubican como modos de producción. La carta-respuesta de Marx a Vera Sazluchi, es contundente. La falaz interpretación de una historia evolutiva, por etapas o progresiva a modo de continúo, le ha costado a la izquierda enormes errores, continuadas derrotas y numerosas vidas.
Marx y el marxismo, es un constructo racionalista, pero de una crítica profunda, holística y dialéctica. Metáforas, ejemplos y aclaratorias van y vienen en sus escritos. "Hay que dudar de todo", fue una de sus máximas. Su crítica era dialéctica, como dialéctica fueron sus argumentaciones para desmontar la filosofía idealista alemana, economía política inglesa, y el socialismo utópico francés. Entendió que "la violencia es la partera de la historia". Su capacidad crítica llegó a tal, que afirmó que: "yo no soy marxista". Fina y genial ironía. (Continuará el próximo sábado)
En diciembre de 1881, después de una terrible enfermedad, muere Jenny, amada esposa de Marx. Esto agrava los quebrantos del "Moro". Pocos días antes de morir, Carlos Marx decidió cortarse la barba mesiánica. Previamente y por última vez, se tomó una foto con su barba. El 14 de marzo de 1883, "dejó de pensar el más grande pensador de la humanidad". Su muerte acaeció en su casa, como revolucionario murió con sus botas puestas, en su escritorio, construyendo ideas para destruir al capital.