El tema de la carga burocrática del estado, parece que no tiene fin en Venezuela, cada día la misma se incrementa progresivamente, sin que sus resultados se correspondan con la demanda de soluciones a los problemas más álgidos que afectan a la población venezolana.
Cada vez que el Presidente anuncia su tren ministerial genera un mundo de expectativas, acerca de las posibles soluciones que cada ministro trae en su cartera, pero las mismas se van desvaneciendo poco a poco con el tiempo, bien por la decidía burocrática o por la inoperatividad del creciente aparato burocrático.
A decir de los entendidos las gestión pública se mide por sus resultados, pues bien si la solución de los problemas que padece el pueblo venezolano, se resolvieran aumentando el número de funcionarios públicos, entonces, ya no tendríamos problemas de que quejarnos, pero el asunto no es así, no hay proporción entre la cantidad de ministros con los problemas que realmente merecen ser atendidos con prioridad.
PROBLEMAS QUE RECLAMAN LA ATENCION URGENTE DEL GOBIERNO:
1) LA INSEGURIDAD, para generar confianza en los emprendedores que quieren producir, sin correr el riesgo de quedarse en el intento por culpa del hampa.
Los jóvenes que quieren estudiar y gozar de la seguridad de encontrar un espacio o la oportunidad para quedarse en Venezuela para poner sus conocimientos al servicio de la Patria.
2) LA HIPER – EXPECULACION Para llevar tranquilidad a los hogares venezolanos.
Para proteger el salario de los trabajadores y la modesta pensión que reciben nuestros viejitos
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3) LA PRODUCCION NACIONAL, para garantizar la alimentación oportuna y accesible a los venezolanos.
Para reducir a su mínima expresión la angustia de la población que no consigue los productos básicos del hogar.
4) LOS SERVICIOS PUBLICOS Transporte, Electricidad, Agua y Aseo urbano. Todos estos servicios en encuentran en pésima situacion, por lo tanto son el mejor reflejo de la ineficacia y la dejadez de las personas que han ocupado las carteras de esos ministerios.
Da pena ajena lo que está pasando con el pésimo servicio de transporte público que tiene Venezuela. Igual ocurre con la electricidad, el agua y el aseo Urbano. Todos los funcionarios que han pasado por los ministerios que tienen competencia con la prestación de esos servicios, se van con más penas que glorias, pero con el agravante de que nadie le pide cuenta de su gestión. Total impunidad, nadie sabe si fue incompetente, desidioso o ladrón y lo más terrible es que sin haber hecho nada positivo o haber dejado en peores condiciones el servicio que debía atender con eficacia, lo premian con otro cargo.
Lo cierto es que si todo ese aparataje burocrático con que cuenta el Presidente se ocuparan seriamente de atender y resolver los problemas del pueblo, aquí todos estaríamos alegres y contentos, pero a juzgar por lo que se aprecia en la calle, lo que veo es a mucha gente arrecha pidiendo mano dura del gobierno contra los acaparadores, especuladores, bachaqueros, transportistas, policías matraqueros, bichos disfrazados de colectivos, cambistas, traficantes de efectivo y
Banqueros desestabilizadores.
La población pide la puesta en marcha de políticas destinadas a establecer un eficiente. Oportuno y permanente servicio de electricidad, Agua y transporte público.
La pregunta que me hago ¿Sera que la solución a los problemas están en el aumento de ministros? O se trata de una simple repartición de cuotas de poder, para que todos estén contentos aunque aguas abajo la procesión vaya por dentro.
Hagamos una distribución de los problemas arriba mencionados entre los integrantes del tren ministerial y observaremos que cada problema tendría un promedio de 6 ministros para ocuparse de resolverlos.
En consecuencia mientras más grande es el aparato burocrático, más inoperante e inmanejables es por parte del jefe del estado.
De allí que la anunciada restructuración a fondo que prometió el presidente por ahora se quedo en veremos.
Por lo tanto comienzo a preocuparme por lo que puede sobrevenir después de un retardo mas allá de lo tolerable en entrarle de frente a las causas y a los causantes de lo que está pasando en Venezuela.
Creo modestamente que esa no es la estrategia acertada, los cambios anunciados por el presidente no han producido ni frio ni calor en la población y eso es mal síntoma. La VAINA ESTA ARRECHA y la gravedad de los problemas económicos que está padeciendo la población ameritan otra cosa, que no es precisamente pañitos calientes.
Desde el MBR200 venimos proponiendo la creación de un gabinete de guerra, mas dinámico, activo y con capacidad de respuestas en tiempo real y no esa montonera de ministros que lo que terminan es pisándose la manguera unos con otros y peloteándose los problemas, sin darle la solución deseada.
La propuesta que manejamos recogida del sentir del pueblo es que el gobierno convoque al pueblo doliente de este peo, conjuntamente con las Fuerzas Armadas Bolivarianas y se lance a la calle a enfrentar con la Ley en las manos a todo aquel que deliberadamente está desafiando y retando al gobierno, imponiendo orden y respeto al pueblo, no permitiendo que siga creciendo el grado de ingobernabilidad que se aprecia en la calle.
El gobierno sabe que la estrategia de los enemigos de este proceso es llevarnos a una situación en la que se den las condiciones para declararnos un gobierno fallido o forajido, condición que debemos impedir a como dé lugar.
Por lo tanto no es cuestión de tener más ministros que problemas, lo que se necesita es una estructura bien reducida pero eficiente y presta a dar la pelea en el terreno que sea para vencer al poderoso enemigo al cual nos estamos enfrentando.
Ojala que cuando al presidente le permitan enterarse de estas recomendaciones, no sea demasiado tarde por la salud de nuestro proceso y el bienestar del pueblo.