nicio de los Últimos 40 años de la Cuarta República

La historia que no podemos olvidar (V)

Luego de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez ocurre que, es otra gente la que va a gobernar con los militares desde Miraflores. Son los representantes de la burguesía, los que integran la Junta de Gobierno. Sin embargo los miembros de la Junta Patriótica, para las masas venezolanas, son los activistas benefactores de la resistencia contra el régimen depuesto, lo cual preocupó a la burguesía neo-gobernante, que entiende a más no poder, que aquella expresa amenaza, que es la gran alianza popular que ha despertado, que podía hacer fracasar la asociación de un gobierno meramente capitalista, ya que esa Junta Patriótica, con su estrategia de resistencia habían hecho posible la caída de Pérez Jiménez y, ni cortos ni perezosos procedieron a tomarla, integrándole nuevos miembros, a pesar de la resistencia de Fabricio Ojeda y Guillermo García Ponce; nada más y nada menos que a Eugenio Mendoza y Andrés Boulton, magnates de la tradición despótica y, el dirigente adeco Raúl Leoni, (futuro presidente, autor de los desaparecidos en Venezuela), hasta allí llega la popular y respetada Junta Patriótica que había dirigido la memorable lucha de resistencia contra la dictadura de Prez Jiménez.

La Junta de Gobierno queda integrada tal como aparece en el artículo 1, del Acta Constitutiva que dice textualmente:

Artículo 1.- Se constituye una Junta Militar de Gobierno integrada por cinco miembros, a saber; Contralmirante Wolfgang Larrazábal, Coronel Abel Romero Villate, Coronel Casanova, Coronel Carlos Luis Araque y Coronel Pedro José Quevedo. La Presidencia de la Junta la Ejercerá el Contralmirante Wolfgang Larrazábal. (http://www.buenastareas.com)

Al amanecer del día 23 de enero, los venezolanos celebran la caída del General Marcos Evangelista Pérez Jiménez, a la vez que protestan por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perezjimenismo; los cuales finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero por los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.

En cuanto a estos acontecimientos, Olivera Espinoza relata en su obra: "La Lucha Social y la Lucha Armada en Venezuela" lo siguiente:

"A las primeras horas de la mañana sucedían manifestaciones populares en la Plaza Urdaneta en El Silencio. Los manifestantes se dirigían al Palacio Blanco vociferando: "Civiles a la Junta de Gobierno" (…) Los integrantes del Comité Cívico Militar presionan a la Junta de Gobierno para que incluyan a los empresarios Eugenio Mendoza y Blas Lamberti. Cuando el pueblo fue a liberar los presos políticos, (…) de la Seguridad Nacional y hubo 20 muertos y 50 heridos. (Pág. 112). Para el 24 de enero se elevan a 80 entre muertos y heridos". (pág. 113).

Eugenio Mendoza es el capitalista de turno, pasa ser miembro de la Junta de Gobierno, luego también se hace cargo del poder económico: "El Banco Central, La Corporación Venezolana de Fomento y el Banco Industrial quedan en manos de familiares y allegados suyos, más adelante cuenta también con el Ministerio de Hacienda"

El puntofijismo anula a la Junta Patriótica el 25 de enero de 1958, apenas dos días después del golpe, cuando firman el acta de ampliación e incluyen a los personajes mencionados. El planteamiento de una ampliación de la Junta Patriótica, favoreció el ingreso de los jefes de la oligarquía Raúl Leoni, Eugenio Mendoza y Andrés Bolton. Esta acción enmarcada en una aparente unidad neutralizó a la Junta Patriótica que contaba con el apoyo del pueblo, que al respecto, el periodista y director del diario Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel en Discurso como orador de orden en la sesión especial con motivo del 44 aniversario en la AN (23 de enero de 2002) afirmó que:

"El primer golpe a la unidad del 23 de enero lo dan con el Pacto de Punto Fijo: (…) que con la firma del Pacto de Punto Fijo se le propinó el primer Golpe a la Unidad Política alcanzada el 23 de enero de 1958, pues Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba lo suscribieron inicialmente en Nueva York, y ellos no participaron en la jornada cívico-militar que terminó con la caída del dictador. "Los dos partidos que tuvieron mayor participación fueron Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela (PCV)". Pero quienes tomaron las riendas del país no fueron los que encabezaron la gesta que derrocó la dictadura de derecha: "los dirigentes, que participaron en la junta contra Pérez Jiménez, no tuvieron participación en el gobierno que se conformó".

Ya a los pocos meses de instalada la Junta de Gobierno comienzan a darse algunos cambios que vienen a generar cierto descontento en algunos personeros militares que se manifiestan con intentos de golpes o alzamientos contra el nuevo gobierno, veamos lo que nos dice Manuel Felipe Sierra,

En el mes de abril, es reemplazado sorpresivamente el subjefe del Estado Mayor Hugo Trejo (uno de los líderes de la rebelión militar del 1 de enero) y enviado a un cargo diplomático en Costa Rica, mientras crecían los rumores sobre sublevaciones y golpes de Estado. En mayo, Eugenio Mendoza y Blas Lamberti (los dos miembros civiles de la Junta) presentan su renuncia y son sustituidos por Arturo Sosa y Edgar Sanabria. El 22 de julio se detecta un intento de insurrección encabezado por el ministro de la Defensa, Jesús María Castro León. En un documento el militar plantea la ilegalización de AD y el PCV; la vigencia de las disposiciones represivas de la dictadura; y propone que la Presidencia sea asumida por el empresario Eugenio Mendoza. Los estudiantes toman la calle en defensa de la democracia, (…). La unión de ellos y los trabajadores en una concentración de más de 250.000 personas en El Silencio, obliga a la renuncia de Castro León y a su salida del país. Con él se marchan Martín Parada (otro líder del alzamiento de enero) y Juan de Dios Moncada Vidal (exjefe del Estado Mayor Conjunto). (Fábula Cotidiana Manuel Felipe Sierra "El Nacional" 12/03/08).

Cuando faltaban apenas tres meses para las elecciones presidenciales y legislativas convocadas por el Consejo Supremo Electoral presidido por el doctor Eduardo Arroyo Lameda, Cuando habían transcurrido nueve meses del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez, un grupo de oficiales intentó dar otro golpe de estado, con la finalidad de impedir la realización de dichas elecciones y restituir el régimen militar, por lo que este mismo articulista relata en el diario el Nacional que, el 7 de septiembre a las 3:05 a.m. el Coronel Marco A. Moro, jefe del Ejército, anuncia en cadena radial que ha estallado un nuevo intento para derrocar la Junta e informa de la detención de los cabecillas del movimiento: Moncada Vidal y Ely Mendoza Méndez, ambos expulsados días antes junto a Castro León. El anuncio de su detención no se correspondía con la verdad y sólo buscaba tranquilizar los ánimos de una población (...). Los insurrectos asaltan Radio Rumbos, la Escuela de Policías de Caracas y la sede del PCV en la esquina de Llaguno. (…) se desata la indignación colectiva. Radio Caracas se convierte en el centro de operaciones de los partidos. Por AD llegan Raúl Leoni y Simón Sáez Mérida; el Frente Sindical Unificado lanza un mensaje leído por José González Navarro y Rodolfo Quintero; los dirigentes del Frente Estudiantil llaman a la movilización y el rector encargado de la UCV, José Luis Salcedo Bastardo, exhorta a una contundente respuesta universitaria nacional. A la emisora llegan también Jóvito Villalba y Rómulo Betancourt, mientras Machado, con un grupo de dirigentes de su partido, toma la calle y se dirige a Miraflores. El presidente Larrazábal despachaba a esa hora, desde la residencia de La Guzmania en Macuto.

Los estudiantes y obreros comenzaban a concentrarse en la universidad, los liceos y los sindicatos. Se oyen disparos, gritos y protestas, y se registran numerosas muertes. (…). Fabricio Ojeda, presidente de la Junta Patriótica, llama a un acto de masas en la plaza O’Leary de El Silencio. Cuenta Douglas Bravo, citado por este articulista, que en el centro del poder no se tenía certeza sobre los hechos. Machado ordenó a Bravo que estableciera contacto directo con los insurrectos y éste ubica el teléfono de La Planicie y pide hablar con el jefe rebelde a nombre de Larrazábal. (…) recibe como respuesta: "el comandante Vidal dice que no habla con pendejos". Repite la llamada ahora a nombre de Machado (Gustavo). El insurrecto atiende con respeto y Machado le recomienda rendirse ante la imposibilidad de que triunfe la conspiración. Las fuerzas leales, pero sobre todo las oleadas enfurecidas que ocupan las calles, imponen la rendición en horas de la tarde. Machado y Bravo se dirigen hasta La Planicie, donde el líder rebelde saluda a Machado y le hace entrega de su arma. En el fusil FAL de Moncada Vidal, se habían disparado todos los proyectiles. (Fábula Cotidiana. El Nacional. Manuel Felipe Sierra).

En cuanto a estos hechos y la posterior participación política de Moncada Vidal, José Vicente Rangel afirma: "El 7 de septiembre de 1958 sobrevino una intentona militar con la toma del Palacio Blanco, frente al Palacio Miraflores, al mando de. Teniente Coronel Juan de Dios Moncada Vidal, en la que participan, entre otros, Manuel Azuaje y el teniente Nicolás Hurtado Barrios".

Aunque éste fue calificado como un golpe de derecha, al que incluso se opuso el PCV, Moncada Vidal, Manuel Azuaje y Hurtado Barrios se incorporan después a las fuerzas de izquierda.

En cuanto a la conducción política llevada cabo por Gustavo Machado y la forma estratégica de dirigir las acciones por parte de este importante personaje de la vida política nacional de aquel momento, veamos las apreciaciones de Baudilio Loyo uno de los combatientes guerrilleros en la sierra falconiana, de la época:

(…) cuando se alza Moncada Vidal el 7 de Septiembre del 58, lo derrotamos con el pueblo en armas, esa vaina fue así, ¡no joda!, porque fue Gustavo Machado con esa cara de santurrón el que dio la orden de armar al pueblo y ¡coño, no joda!, porque el pueblo en armas derrota a cualquier ejército y era un pueblo en armas con el apoyo de los sectores más radicales de las Fuerzas Armadas y nosotros en vez de impulsar ese proceso, en vez de mandar a los campesinos a tomar las tierras, en vez de mandar a los obreros a tomar las fábricas, en vez de sacar al pueblo a la calle. ¿Qué hacemos? ¡Coño!, desmovilizamos la gente y qué hacen Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jóvito Villalba, nos dan una patada por el culo, por el propio culo y se apoderan de este país y lo vuelven una mierda y lo saquean y lo empobrecen. (Entrevista con Rafael Rossel (2008) en su libro: "Para Que La Memoria No Se Pierda").

 

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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

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