Del “socialismo en lo social” a la “burguesía revolucionaria”

El "socialismo en lo social" es un sistema de ayudas asistenciales ni siquiera digno de países capitalistas. Son ayudas como para una población devastada por un terremoto, para refugiados: alimentos de mala calidad, dinero, aderezados de chantajes y manipulación, no hay mucho que decir.

Por otro lado, nadie puede creer que transitar desde el capitalismo más liberal e hipócrita del mundo, como el nuestro, practicado por nuestra "lumpen burguesía", hacia un sistema socialista de justicia e igualdad social, sea a través de caminos iluminados y seguros. No es posible.

Al enfrentarnos a los intereses de los más ricos, no importa que esta burguesía sea parásita y "lumpen", se activan todas las alarmas en el mundo capitalista, así se trate de unos delincuentes perfumados, que no llegan, para sus ganancias, ni siquiera a explotar al obrero con "todas las de la ley" capitalista, sino que viven y han vivido en mayor medida de la renta del petróleo, del contrabando y de la especulación, además de la politiquería barata que practican en la democracia burguesa.

Sin embargo el capitalismo serio, el que produce algo, tiene en ellos a sus primos pobres y mañosos. Pero, como familiares al fin, irían a cualquier rincón del mundo para su auxilio, a defenderlos de las garra endemoniadas del "pueblo rebelde" y en contra de cualquier cambio del sistema. Sobre todo si es hacia el socialismo, o lo que sea que se auto califique así. El socialismo es un fantasma para los capitalistas sea cual sea la forma en que se presente.

La verdad es que, desde los tiempos de Marx, el socialismo ha amenazado la tranquilidad de la libre explotación de humanos y de la naturaleza a manos de "hombres libres"… ¡amenazando la tranquilidad de la libre empresa! Desde hace mucho que el socialismo asusta y amenaza a los hombres libres, o sea, a los pocos que, en comparación con el mundo, viven sin tener que trabajar; entendiendo el trabajo tal y como los capataces y patrones entienden el término "trabajar".

Nadie dijo que sería fácil la revolución socialista; invocar al "fantasma" del socialismo al "mundo de los vivos" (en el sentido más amplio). Era de esperar que las hordas de "cazadores de revolucionarios socialistas" se activaran, que las alarmas se encendieran, la prensa se pusiera "mosca"; los militares se persignaran y salieran a la calle…, y que los políticos ahora conjuren "contras" en sus "comités ejecutivos"… Precisamente ¡eso fue lo que hizo Maduro con Chávez!, invocar una "contra" frente al socialismo.

¡Y mira que no les ha sido fácil!, convencer a un pueblo rebelde de que el socialismo es gobernar para los más ricos, robarse la riqueza del esfuerzo colectivo, y ponerlo a pasar hambre y trabajo…, no es nada fácil.

Para estos demagogos, "aprendices de brujos", vivir sin el apoyo de ese "pueblo rebelde" ¡es imposible! De él viven, pero al socialismo… ¡no lo quieren!; lo aprovechan para engañar al pueblo llano, y lo falsean, en el intento de sensibilizar el corazón de los capitalistas, para que los dejen gobernar, o para que los dejen ser la nueva clase emergente privilegiada… (¡Hipócritas!)

Una de las rogaciones que hacen estos "aprendices de brujos" es a la burguesía "mamarracha" de este país, de carácter parasitaria y desleal. Desde hace cinco años, desde el asesinato de Chávez hacia acá, se han arrodillado a los seudoempresarios y lo han mostrado en televisión, con descaro, sin vergüenza de la clase que sea; se han dejado manotear por Lorenzo Mendosa, manosear por Oswaldo Cisneros, "encantar" por Gustavo Cisneros, presionar por Chinos y Rusos, endulzar y halagar por pícaros, aprovechadores y oportunistas de todos los "sectores" económicos.

Los otros ruegos, los ruegos políticos, los han hecho, y los siguen haciendo, directamente al "papá de los helados", al que corresponda en la presidencia del imperio, a Obama o Trump: "Yo (Nicolás Maduro) estoy dispuesto a estrecharle la mano al presidente Trump…etc. etc. etc." (26/09/2018, hace horas, Nicolás Maduro en NY. Asamblea General de la ONU: es decir, media hora de rellenos discursivos solo para darse la oportunidad de rendirse a sus pies)

Lo ridículo de todo este espectáculo casi que humillante es que, como resultado del intento pacífico de domeñar al capitalismo, haya el gobierno de Maduro sacado como conclusión que existe una "burguesía revolucionaria", el nuevo modelo de la "burguesía revolucionaria", la cual, según nos dan a entender, es suicida, trabaja para demolerse ella misma. Con este disparate conceptual y real pretenden justificar su "brujería" económica y política: nada más a Wilmar Castro y a Maduro les perece natural tal contradicción, porque el resto de los pícaros del gobierno y otros renegados, o se hacen los pendejos o han saltado al aire, como Condorito, horrorizados.

Hay que ver si de verdad estos seres horrorizados, Jaua y los demás críticos y analistas, hasta llegar a la periodista Larisa Costa, están dispuestos a demostrar en la práctica que la realidad no está de acuerdo con le teoría de la "burguesía revolucionaria", y hacer algunas distinciones ideológicas serias, ser consecuentes. Pero, conociendo a Jaua (y a los otros) y su capacidad de hacerse el muerto como las lagartijas amenazadas, creemos que este asombro no pasará de ahí, de un gesto de pedantería.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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