Sin Ramírez llegar a Miraflores ha comenzado la degradación de Chavistas

La política corre y se encarama así como se encaraman ideas nefastas en el subconsciente y, como andamos sin luz es que, los planificadores del nuevo estatus presidencial que nos espera: nos alumbran con lámparas situacionales del nuevo régimen que comienza arder de buenas a primeras y, sin tomar prestado la venganza, la degradación viene en camino, impartido de malas intenciones y en vez de apretar tuercas se van por lo más fácil como un escarmiento a los que socorrieron de auxilio patrio al presidente Maduro que, hasta el apoyo -nos incitan a creer- otras voces plácidamente agoreras con sarcasmo e ironía que tienen la facultad extrasensorial de atender llamadas desde el más allá como si más bien vinieran de un infierno fecundo que, enrarece como ejemplo la personalidad del mismísimo Chávez que además, de embrutecerlo y, como un injerencista, con algo de discapacitado de no saber distinguir voces lo deshielan, se echa para o, lo echan para atrás, como peor que un vende patria, arrepentido de proponer a quien ahora lo defrauda, vaya disparate de inocencia compartida a favor de alguien que no se merece ni el saludo ni de reojo, mucho menos darle la degustación de un consomé político sin hervir y temerario es, dudar de Chávez en este tiempo como hombre de palabra que fue, antes y después, de: "Por ahora".

Creer que Chávez después de muerto es pendejo es un arrime de niñez ilusa y de estar desilusionado que lo debería estar, seria más bien de haber criado y tener a su alrededor tanto bicho malo que a su amparo fueron conocidos y, ahora desamparados de las inmensas tetas del poder del malacostumbrado poder como lo que son, intrincados de intriga mueren lentamente de disparates en disparates en la busaca de su entorno y, ha sido en buena parte la tormenta de la electricidad que ha sacado a flote a los que no brillaban, ni tenían luz propia y comían la porción de placidez de sus rayos ocultos de su incidencia y, hoy maldicen su infiel destino que unos viajaban en primera clase y, eran como los amos del valle y zuás: llegó Maduro con la luz de la esperanza de Chávez y se acabó el atrevimiento de la gozadera y, ¿qué queda ahora? Anjá y qué queda, ..., pasitos tun tun, o quizás predecir, hoy no, mañana sí.

Pero lo peor viene en camino que, en vez de descalabrar a esos chavistas, ellos saben, sin cortar cabeza. No, no, eso es de fascistas que ni Guaidó ha podido empujado por Trump, por lo que hay que empezar con Jorge Rodríguez que, como uno de los hermanitos Rodríguez que ayudó sin querer a quebrar a último momento a Pdvsa después, de truncar todo lo real-hermoso-maravilloso e inflexible trabajo de Ramírez, del ilustre Ramírez -habrá vistóse encomiable encomienda-, ¿y que será lo que quiere Ramírez: el poder? Le queda grande, mucho camisón para Petra, ni para la vecina y, en vez de disfrutar del día a día de su afortunada y fortuita suerte a la n-ésima potencia en el mundo de sus furtivos placeres, quiere más y, quién sigue, la doctora Rodríguez de zarcillos encapachados de ilusión, la que le dio vida a una ANC que, para los antimaduristas es malnacida como oxigenante de Maduro que es una afrenta al pensamiento de su parecer de asociados que la calzan como desconocida de legalidad de ellos como politólogos, quienes viajaban en primera clase y se bajaban apuraditos como destinatarios a todo gozo de la miasma productiva de la antigua Pdvsa, la detestan a ella y, que además, le cayó como la canciller a piña limpia de toma lo tuyo a: Luis Almagro, tampoco se perdona.

La lista es larga, pero poco los importantes, que ni de los Villegas se ocuparon y, Cilia la perdonaron de la degradación que, tanto degradado tampoco es bueno y, es un deber decir que, gracias a Chávez y a José Vicente que acabaron con la práctica militar a usanza de los gringos a no enviar a formar generales y subalternos en la Escuela de las Américas, sino los degradados por la FANB por traidores y corruptos hubieran sido un sofocoso escarmiento de baja dicha por lo abundante.

La Patria vive y los ramiristas sufren, no tienen otro árbol donde ahorcarse y, por más que le ruegan a san Mateo, algo les resbala y una comunicación directa con Dios a través de los piadosos de la CEV falla y, lo peor, Miraflores espera con la mesa servida y la campiña florece de angustia porque, su beneficiador no aparece y entre más rápido se oscurecen los sentimientos de atracción, la paz sigue quieta con una brisa entre brasas ofuscantes que a otros les da carraspera, una carraspera que traga razones y, las buenas intenciones de sobrevolar más alto a muchos les inquieta sin que el petróleo de Ramírez brote como cuando, Chávez le abría las llaves del poder a tanta ignominia que siguen a un lado esperando otra oportunidad que no llega.

La siembra del poder en Venezuela es un fermento de pasiones que se encompinchan unos y otros con el ilustrísimo sentido y el buen propósito de hacer un poco de dinero, pero no bolívares, sino dólares, para vivir de la manera más tonta, ricos y muertos en vida. Esa es su verdadera lucha, aunque la disimulen.

Y otra cosa es que hablar con los muertos es fácil, no precisa celulares, ¿lo creen o no lo creen? Bueno, que más le queda para comprobarlo: vayan al cementerio.



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Esteban Rojas


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