Que un reducido grupo de militares libere a Leopoldo López de la medida de "prisión" domiciliaria y se vayan a la base aérea La Carlota, a donde no pudieron acceder, para iniciar desde allí la operación Libertad, es un acto suicida que expone la desesperación del liderazgo opositor y del imperio por poner fin al gobierno bolivariano.
Pronto sus voceros y patrocinadores internacionales saltaron a la palestra para justificar y apoyar el supuesto levantamiento militar que con Guaidó y Leopoldo López a la cabeza y desde una base militar en Caracas estarían alzados definitivamente para acabar con el régimen. El presidente colombiano Iván Duque no se pudo contener, igual que el gusano bocón de Marcos Rubio que tempranito por twitter enviaron sendos mensajes de apoyo a los golpistas.
El objetivo al parecer era atrincherarse dentro de la base de La Carlota a la cual no pudieron entrar finalmente, para desde allí realizar un llamado a las demás fuerzas militares y generar una fuerza movilizada de manera permanente, Operación NO Retorno, que pusiera en jaque al gobierno.
Un evento de esta naturaleza, como jugando adelantado, crea más confusión en la fuerzas opositoras que se animaban a marchar el día de 1 de mayo. La realidad es que esta actuación suicida tendrá consecuencias para los involucrados en el acto de sedición, tendrán ahora pocas opciones: resistir en las calles, ir presos, huir del país, alzarse en las montañas, pasar al clandestinaje, solicitar asilo en alguna embajada.
Es difícil saber el sentido que tendría un evento como el que está ocurriendo. Podría tener un fin movilizativo que genere la fuerza necesaria para marchar hacia Miraflores. Pero conociendo el resultado de la Plaza Altamira y las condiciones de esa zona de Caracas para atrincherarse y resistir parecen inviables.
Si este evento de hoy no forma parte de una planificación mayor que inicie acciones encaminadas al fin de la Operación Libertad anunciada por Guaidó, entonces las fuerzas opositoras tendrán problemas para continuar conspirando y tendrán que negociar una salida a la crisis que necesariamente pasa por las herramientas que tiene la democracia: diálogo, consensos, elecciones, como debe ser.
Sin dudas, la derrota de esta escaramuza chapucera servirá para fortalecer las fuerzas que acompañan el gobierno bolivariano en su lucha por derrotar las fuerzas internacionales que aspiran colocar un gobierno títere y servil en Miraflores.
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