Como dijimos ayer, los casos límite contradictorios, devienen de Buda, Heráclito, Parménides, Euclides, Pitágoras, Demócrito, Sócrates, los Romanos, pese a que Aristóteles, que no Aristóbulo, mata el tigrito, de las contradicciones de exceso y defecto, y la necesidad de un medio entre los cosos límite contradictorios, huyóle hacia el tercio excluso estagirita, para que el tercio incluso greco, manifestárase a más de tres mil años, con el derrumbe de Las Torres Gemelas Neoyorquinas, 11/09/2001, y la imprecación mafiosa criminal georgebushiana, trillada archicondenación enconchada que chilla a que usted la atoque en Aporreada articulada.
Ahora, griegos y latinos, estuvieron, en la idea de Albert Einstein, que fuera a ellos, cuando dijera: "El análisis de los conceptos más primitivos fundamentales es la nueva orientación, llevado, el análisis, por la destrucción y cambio de los viejos puntos de vistas y los seniles y gastados modos de ver, por la superación de las dificultades con la adopción de premisas y leyes, novedosas y duraderas, en post de un renacimiento conceptual revolucionario." El dolo bueno y el dolo malo, devienen de la modernidad ilustrada originaria romana, de embebida tradición creativa, que expresaba y manifestaba los aspectos límbico antagónicos, supra dichos, el dolo bueno y el dolo malo, lo defensivo y lo ofensivo, el beneficio y el perjuicio, lo divino y lo humano, lo justo y lo injusto. Los griegos y los romanos tenían sus lienzos pictóricos blanquinegros gráficos representativos, fundados en el yin y el yang, las pirámides pareadas paradójicas kelsenianas, que Kelsen copiara, tomadas por la base, por la diagonal cuadrática rectangular, por la hipotenusa de los triángulos rectángulos pitagóricos. La modernidad ilustrada originaria romana, expresaba que el dolo de neutraliza con el dolo, a la fuerza se opone la fuerza, el imperio se detiene con el imperio; la carne, llama a la carne; que lo divino va unido a lo humano, lo justo va unido a lo injusto, la razón va unida a la sinrazón, como dijera Octavio Paz: "La poesía es el punto de intersección entre el poder divino y la libertad." El poeta, abrevó en la modernidad ilustrada originaria romana, en que el punto de intersección poético, es punto límite topológico contradictorio borroso (1/2), punto inflexivo contradictorio borroso, punto acumulativo contradictorio borroso, punto adherente contradictorio borroso, punto acimutal central, centro universal unificado, teoría del campo unificado einsteiniano, tercio incluso aristotélico profundo (1/2), que faltárale al alemán por la nugatoria del estagirita, pero que barruntara al final cuando topóse con lo borroso: "En la medida en que las leyes de la matemática, se refieran a la realidad , no son ciertas, y en la medida en que son ciertas, no se refieren a la realidad", como si hubiérase encontrado con Heráclito y el famoso quiasmático metafórico dialéctico efesoiano: "El río no es dos veces el mismo y es el mismo las dos veces.", con digresión y sin digresión, la teoría del campo unificado einsteiniano, entre todos los casos límbicos antagónicos, pues hay más de ocho millones de la forma ser y no ser, de la literatura védica upanishad sánscrita, modernidad ilustrada originaria, tal, exceso y defecto, en que dolo bueno y dolo malo es uno de ellos. Al punto intersectivo contradictorio borroso poético paziano (1/2), tienden y trascienden las palabras pareadas paradójicas, lo divino y lo humano, lo justo y lo injusto, poder divino y poder libertario, dolo bueno y dolo malo, a más de ser punto de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático diabético, en que se amplía el concepto de límite, de Newton y Leibnis, que es libertad, llevado por la liberación de las limitaciones, en que no hay aparente oposición de intereses, entre el dolo bueno y el dolo malo, casos límite contradictorios, en que ha de privar el bien común, punto intersectivo contradictorio borroso poético paziano, la optimalidad ortogonal pitagórica, el trecho estrecho arrecho, entre los casos límbico antagónicos, dicho y hecho, hecho y Derecho, y entre dichos casos, el tercio incluso aristotélico (1/2), de equilibrio dinámico dialéctico dialógico pacífico, entre el dolo bueno y el dolo malo.
Si a Noruega, hemos de ir envueltos entre el dolo bueno y el dolo malo, que no el dólar bueno y el dólar malo, y si lo arriba expuesto, no funciona, entonces sea dicho que ha de privar uno de los aspectos entre el trecho estrecho arrecho, ergo vergo se ha de hacer más arrecho, en que ha de privar el bien común, en que ha de privar el equilibrio dinámico dialéctico diplomático dialógico diabético pacífico en el punto intersectivo contradictorio borroso poético paziano (1/2), desde dónde ha de trascender LA PAZ OCTAVIANA. Entonces sea dicho con OCTAVIO PAZ: "La poesía es el punto de intersección entre el poder divino y la libertad."
Otrosí: A Noruega, han de ir los poetas, aquellos, que expulsara y no expulsara, Platón de La República, CON LA PAZ OCTAVIANA, no en las nalgas, sino en la sesibilidad subversiva marcuseiana.