El chavismo de Chavez necesita un Líder

En los grandes huracanes sociales, luego de desaparecido el líder, ocurre una feroz lucha interna; generalmente, lo que se impone hegemónico de esa contienda es una ideología contraria a la del líder, así se restaura el pasado, muchas veces de forma peor.

El cristianismo es el ejemplo magno de ese fenómeno. Luego de Cristo crucificado, en el interior del cristianismo se desarrolla una lucha interna cruel, la inquisición y las cruzadas arrasaron con la disidencia y resultó hegemónica la iglesia que hoy conocemos: se sustituyeron "las sandalias del pescador" por el oropel del vaticano.

Aquí, entre nosotros, al desaparecer Chávez se escenifica una verdadera carnicería, la persecución de los chavistas fue tremenda, ahora no se les acusa de herejes, la palabra mágica es "corrupto", ese es el anatema. Y ¡que extraña coincidencia!: los corruptos están siempre en el campo que adversa al gobierno. No hay una verdadera lucha ideológica, de posiciones, lo que hay es una vendetta. De esta lucha ideológica, justo es reconocerlo, salió airoso el madurismo.

El madurismo es una fracción lumpen sindical, barnizada por intelectuales de clase media, sin estrategia, no va más allá del pragmatismo diario. No es necesario explicar mucho sobre su gestión, es de tal magnitud el desastre que a ojos vista dispensa cualquier comentario. Lo que interesa es recalcar que esta fracción usurpadora del nombre y de la ideología del Comandante dejó al Chavismo de Chávez sin líderes, nadie asume su ideología, sólo la imagen. Su método es digno de una mente diestra en el crimen: al despojar al Chavismo de su ideología, simultáneamente despojó a sus líderes naturales de su fuerza. No puede haber líder chavista auténtico sin ideología y acción chavista auténtica. De esta forma, los chavistas auténticos quedaron sin ideología chavista, y la ideología chavista quedó sin líderes que la representen. Entretanto, la masa quedó grogui en manos del madurismo más reaccionario.

El movimiento chavista no ha conseguido reponerse de la pérdida de su líder, quedó inerme en las garras del madurismo y dejó que prostituyeran el legado del Comandante. Ahora el reto es grande, recuperar todo lo perdido: la masa fue sometida a un proceso de adequización que confina el pensamiento a la cuarta república, a las reglas de la socialdemocracia: elecciones, dádivas, bonos, legalidad burguesa. El espíritu revolucionario fue aplastado, la gente se mueve como marionetas, al son de la música de la dominación,

Hoy el país marcha impertérrito hacia la cuarta o una dictadura fascista, la miseria es terreno fértil para la oferta engañosa, la manipulación barata. Las fracciones más fascistas del madurismo dirigen la disolución del país; todos, militares y civiles, van sonámbulos tras los conductores aficionados metidos a brujos sin conocer las hierbas

Al debilitarse el Chavismo se debilitan los líderes chavistas auténticos, se desdibujan, se esfuman, la única manera de recuperar el prestigio y la fuerza es regresando con claridad, en exceso, al pensamiento y la acción chavistas: ser radicalmente como Chávez, aprender de su pensamiento y su conducta viril.

elaradoyelmar.blogspot.com



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Toby Valderrama y Antonio Aponte


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