Socialismo reflexivo (I)

En Venezuela estamos obligando a la sociología caminar en busca de un nuevo
socialismo reflexivo revolucionario, el cual debe hacerse mediante la
concepción investigativa científica social y no como un sacerdote dogmático
y estrafalario metido en un supuesto mundo lleno de irrealidades. No
olvidemos que la verdad es que, como personas nos hemos dedicado solo
aprender lo que el sistema ha exigido y ha permitido que aprendamos,
eliminando todo aquello que son “necesidades”, “moral” y “valores”,
ignorando que para vivir como hombres conscientes, no podemos aceptar estar
encadenados.

El día del triunfo, esa noche del 3 de Diciembre, desde el balcón del
Palacio de Miraflores, reelegido ya por el pueblo, el señor Presidente Hugo
Chávez Frías, proclamó en forma definitiva que los votos ratificaban la
necesidad de avanzar hacia la construcción del camino hacia el Socialismo
del Siglo XXI, y que tenia que hacerse en base a las realidades de nuestro
tiempo y de nuestro pueblo. Posteriormente planteo también la necesidad de
conformar el partido unido, el cual debía agrupar todas las fuerzas
revolucionarias en una sola organización y para ello le declaró la guerra a
muerte a los cánceres que en todo este tiempo han afectado al proceso, como
son: La desorganización, la división, la corrupción y el burocratismo.

Para el Presidente, el mundo social venezolano nuevo, es ante todo un mundo
con sentido humano, con moral, con valores, con historia y con realidades
alarmantes en lo que respecta a las desigualdades y necesidades, por ello en
la base doctrinaria de esta revolución se siembra para un equilibrio
ideológico el Árbol de las Tres Raíces, nadie puede negar que es una
conducta política real desde una perspectiva nacionalista que determina y
recoge los valores patrióticos que en cuatro décadas desaparecieron por
encanto. Así, en la obra de este proceso existe una persistente intención de
recobrar los equilibrios sociales y culturales luchados y expuestos
doctrinalmente, por: Don Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora.

Al destacar las coincidencias históricas y reales de estos tres quijotes
venezolanos, observamos lo que ellos deseaban y valoraban en esa inmensa
dimensión de las desigualdades sociales y sus luchas, es decir, actividad
práctica política, militar, económica y social para llegar a un equilibrio
humano y digno socialmente. Ellos estaban claros, el hombre latinoamericano
no podía llegar a ser hombre en esa realidad dada y en su estudio así lo vio
y lo entendió el Presidente Chávez, no podíamos continuar como seres negados
humanamente no solo porque se nos sometió a vivir en una miseria y pobreza
atroz, en un mundo de necesidades, sino porque nuestras existencias han sido
la de unos objetos que solo pertenecemos al aparataje material de producción
el cual está dirigido por el capitalismo que nos perpetuo en la explotación.

El nuevo socialismo propuesto por el comandante Chávez, se basa en el
desarrollo libre y universal del hombre como condición previa para la
libertad de todos, pero para ello la sociedad nuestra debe empezar a
trabajar por la abolición de la desorganización social que vivimos, acabar
con ese primitivismo de clase que heredamos de la colonia y que hoy lo
mantiene el imperio estadounidense dentro del patrón del capitalismo
salvaje. De ahí que no podamos escoger la realidad haciendo caso omiso de su
propia razón. ( Continuará…)


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Víctor J. Rodríguez Calderón


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