Entre contagiados y cadáveres

Cuando se trata de justificar sus perversas maniobras, no hay casualidad, ni eventos fortuitos, en las acciones del Imperio y sus secases. Ellos en su afán por imponer la infausta supremacía de la lógica de la acumulación del capital, sobre la preservación de la vida y el derecho de las naciones del mundo a la autodeterminación, desarrollan los más insólitos discursos e inventan cualquier escenario, Fake News o Postverdad.

Por ejemplo, es falso que el ofensivo lenguaje y la torpe conducción psicótica de Mr. Trump, sea una debilidad de su personalidad egocéntrica y delirante, pues a juzgar por los resultados, el inefable Presidente, con ello mantiene intacto el orden hegemónico que esa nación ha impuesto al mundo a sangre y fuego, a la vez que, pone a la humanidad al límite de una guerra mundial, cada vez que la endeudada economía Estadounidense, tenga que reciclar su crisis estructural. Así fue a principios del Siglo XX y así está siendo en el Siglo XXI.

En ese sentido, descontando todas las intervenciones bélicas del ejército regular norte americano sobre las naciones que no se les subordinan; y los desmanes de Contratistas (Mercenarios) cuya actuación desde la guerra de Vietnam a la fecha, han dejado una cadena interminable de muerte y destrucción; el Imperio juega al equilibrio de su Mercado, con la imposición de la muerte como elemento regulador de su precaria economía.

No es falso que los EEUU, es la nación más endeudada del mundo, tampoco es menos cierto, que su población, tiene impedido el debate político, crítico y transformador, pues de ordinario, el norteamericano promedio, vive para trabajar y consumir, hasta que sus condiciones físicas se lo permiten. Todo está privatizado, todo es mercancía, todo es mercado.

Por ello, a las pensiones de los viejos, le llaman "Gasto" y a pesar que los fondos de jubilación son administración privada y se sostienen con el aporte de sus futuro beneficiarios, la apuesta de los dueños del sistema que los administra, es por lograr la máxima rentabilidad para los inversionistas de esa cartera, cuya ganancia implica, como ya es normal, ir aumentando la edad para la jubilación para lograr captar más cotizaciones de los interesados y apostar por la reducción del tiempo de vida de los beneficiarios.

En ese sentido, el sistema de salud, es mayoritariamente privado, y por tanto las empresas de seguro son el fiel de la balanza entre quien vive y quien muere. No se diga de la educación en todos sus niveles y demás componentes imprescindibles para el buen vivir y el bienestar.

En ese orden de ideas, el Estado "gasta" una porción muy pequeña de sus ingresos en la gente y está dedicado plenamente a salvar la banca, la industria y el comercio: "La Gente que Vea Cómo se defiende, así son las cosas en el Libre Mercado"

Obsérvese como es el Discurso Oficial de la Casa Blanca frente los desmanes causados por la Pandemia del COVID-19. Para sus relatores, la muerte es inevitable y tratar de detener el contagio, atenta contra las reglas de inversión y ganancia del mercado, pues es un "gasto" que los amos de los medios de producción y el Estado, no están dispuesto a asumir, y en consecuencia, construyen un tétrico discurso que justifica la muerte de los menos favorecidos como alivio del sistema, en virtud que, han de morir los que tengan que morir.

Es más, sí hubiera alguna vacuna contra el corona virus, ella sería solo para los que puedan pagarla, a crédito o de contado, el resto está condenado al exterminio. "Sabiamente" la lógica capitalista discriminar entre los individuos activos en el sistema productivo y los viven en la calle de las principales ciudades, duermen en sus autos o simplemente son viejos e "improductivos" "los cuales constituyen" una carga que atenta contra el margen de ganancia que bancos y seguros deben tener en favor de la sostenibilidad de sus beneficios.

Es esa la razón por la cual cuando Mr., Trump dijo que 200.000 muertos sería un triunfo, no estaba exagerando, pues los grupos sociales más vulnerables al exterminio por el COVID 19 son los 35 o 40 millones de pobres y menesterosos a los que se le suma, la población longeva mayor de 65 años y los migrantes precarios que pululan alrededor del menguado aparato productivo industrial.

En ese orden de ideas, para el imperio, "el corona virus" es una oportunidad que le reconfigura y reconforta su maltratada economía. Sin embargo, desde la perspectiva de la clase trabajadora, pensamos que la sorpresa no se hará esperar, ya que, mientras el poder financiero se frota las manos por las ganancias, los pueblos van tomando conciencia e imponiendo su voluntad férrea por vivir con la contundencia de la protesta un mundo mejor.

¡Cuidado!, no es fantasioso pensar, que pronto vamos a ver en las calles de las principales ciudades de USA, a la gente reclamando de sus gobernantes la debida atención. Los pueblos se cansan y cuando el debate es entre la vida y el mercado, la vida se abre paso de cualquier manera.

Los Gobierno de los Estados Unidos de Norte América; la Unión Europea y algunos Gobiernitos plegados al mandato hegemónico depredador, están apostando a su prevalencia entre contagiados y cadáveres, pues la Ética Moral Burguesa, así lo establece. Ya nadie se puede llamar a engaño; no hay fórmulas intermedia; o apostamos a la Paz, la Vida y a la Humanidad, o nos entregamos por inacción y perecemos en las fauces del Libre Mercado y sus demonios.

 



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Ángel Rafael Tortolero Leal

Profesor Investigador Titular en la UNERG, Diplomatico Ex Embajador, Analista Internacional, Miembro del Centro de Estudios Socialistas Jorge Rodríguez. Internacional Bolivariana y Miembro de la Línea de Investigación: Políticas Publicas y Pensamiento Contra Hegemónico. Militante del PSUV

 angeltortolero@gmail.com      @ANGELTORTOLERO1

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