"...No basta con haber sido revolucionario ayer, hay que saber ser revolucionario hoy, hay que saber ser revolucionario mañana. Y hasta, incluso, se puede ser revolucionario no estorbando, no estorbando."[i] Fidel
Qué pasa con el profesor Adán Chávez. Hay algo desconectado entre la revolución y su evocación del pasado, se muestra colmado de convicciones que se han secado, ya no sirven, mientras estas no se adaptan a la conducta, estorban, no dicen nada para poder entender lo que está pasando en el presente.
Debería haber alguna relación de esa evocación del Chávez pueblo con el presente y no la hay. Cada vez que pueden los dirigentes del madurismo evocan el pasado para demostrar algo en el presente y uno no sabe lo que es, y uno mira para los lados y no ve qué tiene que ver nuestro presente con la vida de Chávez, con la palabra de Chávez, que se usa en televisión en sustitución de la inteligencia de nuestros dirigentes, o para disimular su ausencia. La experiencia de Chávez como maestro, persuadiendo a sus soldados y a la gente de hacer una revolución nada tiene que ver con hechos aislado, casi fortuitos, como por ejemplo la captura de unos sediciosos en la playa de Chuao. Este hecho que podría estar vinculado con la revolución pero es aislado, el país no se conduce así, el poder popular no se conduce así, por Maduro les da medallas y motores, más bien pareciera que nos quiere distraer de la realidad que nos dice que ya no hay revolución.
Como dicen, Adán Chávez se quedó pegado, pegado en una historia romántica y de allí la estira como una liga a ver si calza con el clavo del presente. Pero no encuentra el clavo. Esa historia de Chávez no se sostiene revolucionariamente de esa tachuelita de Chuao, ahora se quiere clavar el pasado con ideas, con revolución a favor de los abandonados por la indolencia del libre mercado.
El presente del gobierno de Maduro es liso, baboso, no hay de dónde fijar nada, carece de ideas fundamentales, de fundamentos ideológico, de conducta revolucionara ¿dónde piensa atornillar Adán Chávez la historia de su hermano – el revolucionario, el comandante Chávez – en este presente sin ideas ni ideales? ¿En el populismo y la mentira del gobierno de Maduro?
Tampoco nosotros "necesitamos de peligros de guerra para estar unidos y para mantener nuestro entusiasmo", porque la obra de la revolución bolivariana ha debido ser "suficientemente hermosa y atractiva para que mereciéramos hasta el último átomo de nuestras energías y de nuestro entusiasmo", para decirlo con palabras de Fidel. Pero la obra revolucionaria fue destruida por el madurismo desde el primer día, o antes, de asumir la presidencia Nicolás Maduro.
Lo primero y más importante que perdimos fue ese entusiasmo revolucionario. Después del asesinato del comandante, fue abandonado él y su obra, su palabra quedó vacía de contenido real, se abandonó la revolución sin pelear. Los herederos se entregaron optando por el camino corto del pragmatismo, el más retributivo, comprando lealtades con promesas y cosas materiales y olvidándose de la consciencia social y de clase, de la lucha de clases.
Ahora mismo nos sorprendería una verdadera batalla en las calles por el agua, el gas doméstico, los cortes de luz, la comida y la salud mermados por la inflación y la dolarización. Hablar hoy en el gobernó de lucha de clases es como hablar de pedófilos en una iglesia, pero si estalla una crisis social será una señal clara de que nuestros males afectan solo a las mayorías desprotegidas y abandonadas a su suerte por el pragmatismo madurista y a favor de oportunistas, burócratas, de los mercachifles, que sacan provecho de nuestras desgracias: para ellos no existe cuarentena, solo ganancias.
Ahora los trasnochados somos los socialistas, y no el nuevo modelo madurista que presume de no creer en luchas de clases, en el socialismo, ni se diga de la dictadura del proletariado, para el madurismo todos somos una inmensa clase media; parece ser que el flujo y reflujo de la estupidez debería bañar a la sociedad… Hasta que se repita un 27 de febrero de 1989.
Es tiempo de evitar la violencia sin control, los líderes más afines al espíritu de Chávez deben tomar el control político, A FAVOR DE LAS MAYORÍAS ABANDONADAS y no de la derecha delincuente y la estupidez madurista petulante, soberbia pero servil a los planes del capitalismo mundial.
Y, ¡profesor Adán Chávez!, tener ideas revolucionarias es vincular la palabra con la acción. Dice Fidel que atar las convicciones con la conducta son la base del prestigio moral del educador, eso es lo que ahora debemos hacer, presionar en el gobernó para que abandone el camino corto, pragmático – de entregar el país al capitalismo, por sostener un gobierno inútil – a favor de la lucha y defensa de los intereses nacionales y el socialismo, antes de que sea demasiado tarde.
¡Viva Chávez!