Otra de las inquietudes sobre el Partido Socialista Unido de Venezuela es sobre su composición social y perfil de clase que pueda presentar.
Empecemos por lo que no es, desde esta perspectiva. Por supuesto que el PSUV no será el partido de la burguesía empresarial, ni del imperialismo, ni de las multinacionales, ni de los terratenientes, ni de los banqueros, ni de los corredores de bolsa, ni de los ladrones de cuello blanco, ni de los obispos reaccionarios, ni de los dueños de los medios del toxico mediatico, ni de los ideologos de la derecha, ni de los narcotraficantes, ni de las mafias de todos los pelambres. Todas estas estructuras sociales tienen sus propias organizaciones, que a decir verdad no son partidos ni movimientos políticos. Son unos clubes de notables, utilizados para la manipulación electoral, clientelar y simbólica. Los grupos explotadores y parasitos nunca organizan partidos políticos, como formas de articulación social para cumplir unas funciones políticas determinadas, sino maquinarias electorales para perpetuarse en los poderes del Estado y la sociedad, mediante el fraude y la compre-venta de votos.
A mi juicio, el PSUV debería organizarse como el partido de todo el pueblo venezolano y bolivariano. Obviamente en la categoria pueblo estan incluidas muchas expresiones de lo popular y las clases explotadas y excluidas por la maquinaria económica y política. Me refiero a los obreros, a los trabajadores, a los campesinos pobres, a los desempleados, a los informales, a los funcionarios estatales, a los maestros, a los médicos asalariados, a los afrodescendientes, a los indigenas pobres,a los jóvenes, a los estudiantes pobres, a las mujeres del pueblo, a la clase media, a los pequeños empresarios, a los empresarios honestos, a los intelectuales progresistas, a los soldados, a los internacionalistas bolivarianos, a los revolucionarios, a los sacerdotes progresistas, a los ecologistas, a los defensores de los derechos humanos, a los activistas sociales de la vivienda, de los servicios públicos, del agua, de la planificación, del control social sobre la gestión pública, de la seguridad alimentaria, del autoabastecimiento y a toda esa gama infinita del asociacionismo popular propiciado por estos años de revolución y cambio en nuestra nación.
Aun sabiendo el valor estrategico y el enorme potencial político de los obreros y campesinos, por su privilegiada situación en el aparato productivo, por la despiadada explotación a que son sometidos, por su conciencia social, su disciplina y capacidad de organización, el PSUV no podría ser la exclusiva expresión política de estas fuerzas sociales. Eso sería, en las actuales condiciones históricas, un tremendo error y una expresión imperdonable de dogmatismo.
Por supuesto que obreros y campesinos, se convertiran en la columna vertebral de la nueva subjetividad política que emerja en la actual coyuntura de democracia revolucionaria que al profudizarse nos llevará al Socialismo planteado como objetivo estrategico por el Presidente Chávez.
Sin embargo, por las características de nuestra estructura social, el PSUV deberá ser una fuerza política para la organización, la militancia, la educación y la expresion de millones de venezolanos que quieren construir una nueva democracia, un nuevo socialismo y una nueva civilización basada en la solidaridad, la equidad, la justica y la convivencia con la naturaleza.
El PSUV debe recoger en este aspecto lo mejor de las grandes tradiciones obreras, populares y revolucionarias del mundo moderno.
Por darle gusto a los reaccionarios, a las elites burguesas e imperialistas, habiles en la incidia y la intriga, los revolucionarios no tenemos porque abjurar de lo que ha sido la proeza proletaria desde el siglo XIX. Una de las cuales fue la revolución Sovietica y sus enormes logros sociales en materia de empleo, salario, prestaciones sociales y derechos básicos del ser humano. Las elites explotadores no ahorran esfuerzo para desterrar de la conciencia obrera lo que fue esta inmortal experiencia.Solo para mencionar una, tal vez la mas fecunda.