Ahora es que esto se va a poner sabroso. La oposición está inconforme y, sin CNE todos rezan para que en el futuro sea Ramos Allup: un santo político cuando no exista el TSJ, que con libertad le llevará su bollo de pan a cada adeco. Él no es doctor, pero sabe mucho de ingratitudes y no es un matacuras, ni es un ángel, ni tampoco un arcángel que, lo que toca lo derrumba de pesares y, nació triste y triste morirá de rabia ofertándole a los gringos el período de la presidencia de Maduro si llega hasta allá.
¡Despertemos, despertemos! Qué a Venezuela le acaba de nacer un hijo santo además, de doctor.
Hoy 19 de junio, gloria a ti, Sagrado corazón de Jesús.
Han de saber que, José Gregorio Hernández, el que hace horas que como beato el papa Francisco, aprobó y, ¿qué dirá la AN de Guaidó? Miren que nació en la más terrible de las "dictaduras" y, el que nace en "dictadura": ¿Dios lo aprobará? ¿Será cosa de ponerse de acuerdo la AN y la CEV? Esta última debe estar que arde, porque, un pobre sea beato de la iglesia de ellos, contaminada de tantos prejuicios.
A Benigno Hernández como padre que, por él y la madre, Josefa Antonia, desde Isnotú: se le agradece que años hace que nos alumbraron de esperanzas y, hoy es una realidad desde Roma.
José Gregorio Hernández, quería ser un buen estudiante y a la vez quería ser, un buen cristiano, y lo fue, bien lejos de los curas que han pasado y están en la CEV -¡qué Dios lo libre de ellos!
Dios dijo: los adecos no morirán. Y entonces Ramos Allup los puso a sufrir y sufriendo están. Y como Maduro tiene que ver con todo en sus ratos que no está con lo del coronavirus: habló con Chávez para que le mandará un milagro y Chávez con mucha resignación habló con el papa Francisco, y el papa después de mucho pensarlo y, desoyendo a la CEV, le regaló a Venezuela un nuevo beato. Conclusión, el papa Francisco es comunista.
Hasta hoy los católicos se curaban con la medicina que mandaba desde cielo el doctor Fray Marcelo, nacido en la Cartuja, pero desde ya entró en acción otro doctor que en Venezuela hace años lo llamaban el médico de los pobres, por lo que la CEV no se debe sentir muy orgullosa, pero los pobres sí.
Mientras que los curas que están en la CEV no hacen nada por el pueblo, a no ser hablar siempre las mismas pendejadas de política a favor de la oposición y de los que más tienen que, para ellos llegar a santos, van a tener que pagar mucha penitencia acá como en el cielo que, ni por eso pasarán a ser resguardo de los pobres por ser ellos bien pobres de almas.
Fueron 70 años de espera para que el doctor José Gregorio Hernández logrará su posgrado de médico santo, siempre cargando su maletín de inconformidad por los tantos católicos metidos a curas que, quebrantan a diario los mandamientos de Dios, viviendo con atuendos de soberanos y, lo único que saben es manifestarse contra el gobierno de Maduro como el pan nuestro de la oposición.
Hay que estar ojo avizor, no vaya ser que Trump desde los Estados Unidos: declare que el santo José Gregorio Hernández, pertenece a la dictadura y mande a decomisar los tantos milagros hechos por él sin ver a quién y lo mande a meter en la lista negra como terrorista Madurista y por prestarse además, a curar a los pobres y, posiblemente consigan en alguna parte que el doctor José Gregorio Hernández perteneció a la promoción "Rebelión en el cielo" que salió graduada en Cuba en julio de 1888 que dirán, y mantendrán y convencerán que su tutor fue, Pedro Pérez Delgado, Maisanta. Y dirán que es cubano y,¿ la CEV y la oposición lo creerán?
¡Qué felicidad! Qué el Dios del Vaticano esté con nosotros.
Y, hoy día se hace muy necesario y oportuno la llegada del doctor José Gregorio Hernández como nuestro nuevo santo cuando, la cuarentena venezolana se está radicalizando por la cantidad de contaminados por el coronavirus que, nos están llegando todos los días desde Colombia que, nos está dejando una agorafobia bien peligrosa.
Quiera Dios y JGH que, los adecos se aplaquen y salgan como buenos cristianos a darse las paces y a rezar por ellos y por el país y, también puede suceder que dentro de la CEV haya enfrentamientos matutinos prolongados por aquello de: "Cuando hay santo nuevo los viejos no hacen milagros".