Los Planes Quinquenales, no solo son característicos de los gobiernos socialistas sino que en Venezuela, tenemos tradición de ellos, desde la cuarta república burguesa; solo que, se escriben, discuten y aprueban, luego, el Plan va por un lado y la ejecución de las políticas públicas por el otro, termina imponiéndose el ya clásico: "como vaya viniendo, vamos viendo". Cada funcionario o funcionaria, le da su toque personal con su tradicional orden de mando: "el presidente manda allá en Miraflores y yo mando aquí en esta empresa", de manera, que el Plan se convierte en su plan, en su resuelve, según le convenga a sus intereses burocráticos. La improvisación, termina convertida en norma de gestión; obviando, aquel alerta que nos señalara Ernesto "Che" Guevara: "En la planificación debe dejarse el menor lugar posible a la improvisación. La improvisación debe solamente ejercitarse cuando hayan factores externos que disloquen nuestra vida económica y aún muchos de esos factores externos deben ser previstos, dentro de lo posible, para que sus efectos sean los mínimos dentro de la vida del país" (24 de septiembre de 1961, el Che pronuncia un discurso en la clausura de la primera asamblea de producción de la Gran Habana). La improvisación, pasa a ser, entonces, el eje fundamental de la acción de gobierno en Venezuela, y los planes elaborados quedan tan solo, como libros para ser guardados en las bibliotecas públicas. La planificación, es convertida entonces, en una mera quimera. Y, mire que Hugo Chávez, mucho que habló de su importancia, pero, en esa materia –evidentemente- aró en el mar. Un ejemplo tácito, es el caso del Petro, la criptomoneda venezolana. Una lectura ávida del Plan de la Patria 2025, reflejará que dicha palabra no aparece en ninguna de sus líneas, pese a ser una política –fundamental- para el logro de la independencia monetaria; pero no, nada de nada. Al contrario, para China, la Planificación, es materia muy seria. Una vez, que se ha puesto en ejecución el llamado yuan digital, debemos afirmar que ese instrumento monetario, no surge de un capricho de momento sino de una estrategia de política económica, manifestada en el XIII Plan Quinquenal 2016-2020 de la República Popular China. Obedece, a una visión de largo aliento de la dirigencia del partido comunista chino, PCCh; una vez que, para 2011, China, superara a Japón como segunda potencia mundial; avizorando –dicha dirigencia- el propósito de convertirse en la primera economía mundial, superando a EEUU. Además, en 2014, el yuan superó al euro como segunda divisa mundial, hecho que obligó a los planificadores chinos a trazar un camino y un proceso que debe seguir el yuan para pasar de ser, una moneda con tipo de cambio controlado a conseguir ser, una moneda –plenamente- convertible, una divisa internacional. Una moneda, para el comercio internacional que se vislumbra sea liderado por China.
Mao, recomendaba a la militancia y dirigencia del PCCh: "Debemos utilizar el cerebro y pensar cada cosa cuidadosamente. Como dice el refrán: Frunce el entrecejo y se te ocurrirá una estratagema. En otras palabras, la mucha reflexión engendra sabiduría. Para deshacernos del hábito de actuar a ciegas, tan difundido en nuestro Partido, debemos alentar a nuestros camaradas a pensar, aprender el método analítico y cultivar el hábito del análisis." (Nuestro estudio y la situación actual (12 de abril de 1944), Obras Escogidas, t. III.) En la República Popular China, se deja muy poco espacio para la improvisación, para el como se acostumbra en Venezuela: "como vaya viniendo, vamos viendo". No hay, comparación alguna, entre la instrumentación del Petro, la criptomoneda venezolana, y la puesta en ejecución del yuan digital que viene siendo desarrollado desde 2014, por el Instituto de Investigación de Moneda Digital del Banco Popular de China o banco central de dicha República democrática. La nueva moneda digital china, nace vinculada a su Banco Central, valga decir, es centralizada. Actualmente, está en período de prueba desde mayo 2020, en ciudades como Shenzhen, Suzhou, Chengdu, en Xiong’an, al sur de Pekín, y en otras áreas, que serán utilizadas en los Juegos Olímpicos de invierno, a celebrarse en 2022. Asimismo, algunos empleados públicos ya comenzaron a cobrar sus salarios en la divisa digital china. En la ciudad de Suzhou, por ejemplo, su uso se centrará en el subsidio al transporte público. Empresas como McDonald´s y Starbucks, han manifestado su deseo de formar parte del proceso de implementación de la nueva divisa. En el Laboratorio de Investigación de Monedas Digitales del Banco Popular de China, faltan por definir las pinceladas definitivas de lo que será, la criptomoneda china, sustentada en tecnología Blockchain, según el deseo del líder Xi Jinping: "Debemos tomar Blockchain como un avance importante para la innovación independiente de las tecnologías centrales, aclarar las direcciones principales, aumentar la inversión, centrarnos en una serie de tecnologías clave y acelerar el desarrollo de Blockchain y la innovación industrial" (Palabras de Xi Jinping al Comité Central del PCCh, 24-10-2019). China, en años precedentes, ha acumulado importantes reservas de Oro, que le permitirían anclar dicha moneda al Oro. Su paridad será de 1:1 con el RenMinBi (RMB). En su vista, tiene China, poseer una divisa internacional como moneda única para los países partícipes de su mega proyecto de infraestructuras de la Ruta de la Seda.
El gobierno chino, ha señalado que todos los comerciantes que acepten pagos digitales deben aceptar pagos en yuan digital. Esta decisión, coloca al yuan digital a un nivel económico sin precedentes, por ejemplo: WeChat Pay, tiene más de 600 millones de usuarios. AliPay, cuenta con más de mil millones de usuarios en todo el mundo y con el soporte de Alibaba y todo su conglomerado, colocaría al yuan digital a nivel global. Algunos analistas, ya prevén que la sola puesta en ejecución del yuan digital generaría una bonanza económica -sin precedentes- a la República Popular. Hecho, que sin dudas, colocaría en una situación envidiable a China con relación a otros países, y la superación de las secuelas económicas dejadas por la pandemia de coronavirus. Y, mientras China, disfruta el lanzamiento del yuan digital, algunos ociosos se distraen discutiendo: si será o no una criptomoneda. Esto, tomando en consideración que cuando un banco central emite moneda digital, la misma pasa a ser centralizada, y por lo tanto no debe ser considerada como criptomoneda porque desconoce los principios de la descentralización, privacidad y la imposibilidad de ser gobernada por algo o alguien. Viejos y nuevos dogmas, que se presta a destruir el gobierno chino con el lanzamiento de su moneda digital, que será su moneda oficial con un valor igual al RenMinBi (RMB).
Al respecto, el ex presidente del Banco Popular de China, Li Hui, en una charla dada por streaming en People´s News, el pasado 5 de mayo, explicaba que el yuan digital pudiera reemplazar al efectivo, la moneda fiat u otras soluciones de pagos que existen en la actualidad, si cumple con cuatro condiciones claves: "El hecho de que el yuan digital pueda convertirse en la forma dominante de moneda y en el principal medio de pago, depende de si tiene mayor eficiencia, menores costos de transacción, suficiente escala económica con valor comercial y aceptación de la gente". El yuan digital, reemplazará a los billetes y monedas, actualmente, en curso en la República Popular China, funcionará sin contacto humano, con solo acercar dos celulares, como muestra del alto desarrollo tecnológico alcanzado por China. Hecho, que la coloca a la vanguardia de la emisión de monedas digitales –actualmente- existentes en el planeta, incluida Libra, la moneda digital de Mark Zuckerberg (Facebook), que sería respaldada en dólares "junto con nuestro valores democráticos y supervisión en todo el mundo" (Mark Zuckerberg, Discurso ante la Cámara de Representantes, octubre 2019).
El objetivo, a largo plazo del lanzamiento de la moneda digital, es posicionar al Banco Popular de China y las grandes empresas chinas, como Tencent, Huawei, Baidu y Ant Financial, como líderes mundiales en infraestructuras de pagos, reduciendo –gradualmente- la preminencia del dólar como moneda de comercio internacional, a partir de la fijación de los estándares técnicos de Blockchain chinos, que ayudarán a adoptar y escalar la tecnología hasta convertirla en norma internacional. Objetivos todos, previstos parcialmente en el XIII Plan Quinquenal 2016-2020. Asimismo, fracturar la hegemonía que ejercen los EEUU, mediante el sistema SWIFT (Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales), red financiera mundial que permite a las instituciones financieras del planeta, enviar y recibir transferencias financieras, pero controlado por la Reserva Federal de EEUU. Este, ha sido el mecanismo por excelencia para aplicar las mal llamadas "sanciones", aplicadas unilateralmente por el gobierno de los EEUU, en contra de estados y gobiernos que no se someten a los caprichos de la élite burguesa imperialista, que ha obligado tanto a China como Rusia, a crear sus propios mecanismos de pagos, independientes del sistema SWIFT. En el caso de China, urgente y necesario, debido a la puesta en marcha del Cinturón Económico de la Ruta de la Seda. Asimismo, en la procura y obtención del objetivo trazado por Xi Jinping, para el año 2035: "Transformar China en un gran país socialista. Moderno, próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y bello". (Informe en el 19º congreso del Partido Comunista de China (CPC), Xi Jinping, octubre 2017)…