Dos afirmaciones vengo manejando en estos artículos seriados:1) No se puede hablar de socialismo hoy, sin tener seriamente en cuenta el pensamiento de Carlos Marx.2) El reformismo, el oportunismo, el burocratismo, el derechismo y la corrupción en el seno del llamado pensamiento de izquierda, han sido los causante fundamental de las sucesivas derrotas históricas tenidas por la mayor parte de los intentos revolucionarios a nivel mundial. Las condiciones históricas para los cambios profundos se han dado, pero sus dirigentes no han estado a la altura de estas circunstancias.
Para argumentar el primer caso, tomaré algunos contenidos del “Manifiesto Comunistas”, demostrando que mientras estemos en el marco de las condiciones que tipifican al sistema capitalista, éste memorable documento tendrá vigencia. La afirmación allí contenida de que “la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases”, encuentra perfectamente su respuesta en la conducta humana universal y sus relaciones sociales y materiales permanentes. Las lecturas conservadoras han pretendido darle una interpretación mesiánico-religiosa, determinista, moral, personal o casual a este asunto. La historia es una ciencia, lo hemos advertido, y como tal, tiene sus mecanismos y leyes particulares. Los hombres y sus organizaciones políticas, sociales, económicas, filosóficas, militares o religiosas, deberán conocer en profundidad las interioridades de cada tiempo histórico, para poder actuar en la dirección correcta. El hombre pues, tiene que conocer lo histórico - real, para poder acertar.
Cada período histórico tiene de suyo sus propias características. Por ejemplo “la burguesía ha desempeñado en la historia un papel altamente revolucionario”, así fue su conducta frente al viejo molde medieval. Pero, “la burguesía, no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción”.Este proceso dialéctico la lleva a un momento, en que “ya no es capaz de dominar las potencias infernales que ha desencadenado con su conjuro”.Más aún, “han producido sus enterradores: el proletariado”.Es en sí, el desarrollo político de sus oprimidos, pues “toda lucha de clases, es una lucha política”.En el marco de la economía política(burguesa),” sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria”.Es esta clase la que con mayor rigor siente la crueldad de la explotación capitalista. Si esta clase sometida, tarda para reaccionar contra sus dominadores, es porque sobre ellos actúa todo el peso de la ideología como “falsa conciencia”.Sin duda el desarrollo de la consciencia colectiva es un asunto lento y complejo. Este desarrollo de una nueva visión colectiva, le irá haciendo comprender a la clase trabajadora, que el capital y la propiedad no es un asunto natural ni eterno, sino histórico. Entienden ahora, que “El capital es un producto colectivo…es pues una fuerza social” para que se active, necesita de la acción de clases opuestas: el explotador y el explotado,”Sólo cambiando el carácter social de la propiedad”, cambiarán las relaciones de dominación. No sólo lo material se transforma en propiedad, propiedad también es la fuerza de trabajo y las ideas que él tiene del mundo:”las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante”. Ocurre sí, que en el capitalismo se han “simplificado las contradicciones de clase”.Con esto,”las relaciones de producción…y todas las relaciones sociales”, pasan “incesantemente” por diversos cambios. Cambios que se corresponde con estas relaciones de producción, es decir, con la realidad material social. No se trata pues de que los hombres quieran poner esto o aquello a su capricho, o hacer valer su limitada visión de los hechos en desmedro de la realidad. Si así lo hacen, los colectivos pagan con creces este equívoco. Es esto precisamente lo que ocurre a diario en el campo político; el pensar y el hacer al margen de la realidad. Incluso quieren ocultar, que “el constante y acelerado perfeccionamiento de la máquina coloca al obrero en situación cada vez más precaria; las colisiones entre el obrero individual y el burgués individual adquiere más y más el carácter de colisión entre dos clases”.Los seudo dirigentes prefieren hacer aparecer este choque como algo temporal, circunstancial, pasajero, superable en el marco del sistema capitalista de producción, cuando en verdad el es inevitable. El asunto estaría entonces, en la “conquista del poder político por el proletariado”.Como la clave está en el carácter privado de los medios de producción, los propietarios gritan estruendosamente contra el peligro: nos quieren quitar la propiedad privada, pero ocurre que “en vuestra sociedad actual, la propiedad privada está abolida para las nueve décimas partes de sus miembros”.Los trabajadores que son precisamente quienes producen propiedad, están completamente al margen de ella. Los seudo revolucionarios “recubren con un barniz socialista” la esperanza liberadora. Hoy pareciera que hablar de socialismo es un asunto de moda. En verdad, lo que se quiere es, “ consolidar la sociedad burguesa”, es por ello que claman por mejoras, reparos, soluciones, adecentamientos, superaciones, reformas, pero en ningún caso verdaderos cambios estructurales de fondo. Algunos, no “tienen más que un sentido puramente utópico”.Concluye el “Manifiesto” con un llamado universal:”Proletarios de todos los países unios”.Dic de 1847.