Hugo Chávez Frías, nuestro líder-presidente activó el debate mundial sobre el Socialismo en el Siglo XXI y se adentró en una ideología que debe combatir la pobreza y la desigualdad imperante en Venezuela y los demás países del sur del planeta. El fin, constituir el Bien Común del pueblo, el nivel más alto del desarrollo humano, para garantizar la mayor suma de felicidad.
Indudablemente que para alcanzar el Bien Común, hacen falta políticas y acciones monolíticas: (I) Anti-imperialistas, (II) Soberanas y (III) Ambientalistas, que estén sostenidas por la práctica de valores y principios socialistas.
Ese es el rumbo de la revolución bolivariana.
Para asegurar el éxito de esta ideología revolucionaria en el Siglo XXI, se plantea un instrumento con dos características: (I) Portador del Espíritu Socialista y (II) Congregación de sujetos sociales conscientes, combativos, realizadores y teóricamente socialistas.
Estamos hablando del PARTIDO SOCIALISTA UNIDO DE VENEZUELA como infraestructura del Socialismo en el Siglo XXI.
El Partido Unido es algo que está por venir. Es un sueño que requiere ser realizado en base a compromisos y propósitos revolucionarios.
Evidentemente, resulta necesario visualizar, con mayor aumento y precisión, la configuración del nuevo partido, agente dinamizador de la Democracia Participativa. Hay que visualizarlo en todos sus componentes: doctrina, programa, estructura y militancia.
En esta oportunidad vamos a referirnos solo a la militancia, que a nuestro entender es el componente que necesita mas tiempo, dedicación y esfuerzo en la construcción del Partido Unido por ser la sustancia que le da vida y movimiento a ese instrumento.
Concebimos la Militancia del Partido Unido como una agrupación de personas que: (I) compartan concepciones similares en cuanto a la necesidad de justicia e igualdad, (II) sean capaces de mantener la conciencia del Estado Socialista, (III) todos sus actos obedezcan a valores y principios socialistas, (IV) sientan repulsión por el privilegio y la dominación, (V) obedezcan a una concepción colectivista y (VI) asuman que son el prototipo de hombre nuevo.
Entonces, la militancia necesaria para alcanzar el Bien Común debe estar unida espiritualmente.
Como pueden ver, ser militante del Partido Unido encierra muchas cosas que no se logran por decreto, ni por actos de fe, menos con una planilla de inscripción. Por el contrario, requiere la formación de una conciencia revolucionaria para actuar de manera homogénea con razón, por justicia y necesidad política (no por pasiones) en la construcción del socialismo.
Ese salto cualitativo lleva su tiempo.
Cuando revisamos la composición del chavismo: abanico amplio, variado y multicolor de manifestaciones políticas que abarca sujetos derechistas, izquierdistas, tecnócratas y militaristas, que adoptan posiciones desde las formas más retrogradas hasta las mas evolucionadas, que sólo los une Chávez, llegamos a la conclusión que la formación del militante es una fase larga, compleja e imprescindible, si queremos garantizar que la mayoría de los chavistas de hoy se transformen en militantes revolucionarios del Partido Unido con: (I) el pensamiento político del Socialismo del Siglo XXI arraigado en sus tuétanos, (II) espíritu de unidad y lucha a flor de piel y (III) la capacidad política para sostener la revolución.
El meollo del asunto está en la formación ideológica.
Ante esta realidad quienes entendemos el papel y la importancia del Partido Unido estamos comprometidos a constituir una fuerza organizadora (Círculos Bolivarianos, CFI, Frente Cívico-Militar, Instituto Miranda, Redes Sociales) que promueva intensamente la formación ideológica a cada rincón de Venezuela, para que nazca un Partido Unido con una verdadera militancia revolucionaria.
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