La democracia, debe ser una visión para los movimientos de masas y debe ser regida por demócratas y socialistas honestos. En América Latina se está motivando un socialismo parlamentario muy influenciado por las fuerzas militares que asimilan para sí el concepto de manipulación de las tierras, Son grupos de toda índole agrupados bajo un poder burocrático sin control que llevan entre sus intereses, aplicar una economía caprichosa que desvía el valor natural de su moneda autóctona para aplicar un signo monetario natural de los imperios extranjeros.
Los ciudadanos de representación social y comunitario no aparecen y solo el Estado es un reflejo de carteles comunitarios que controlan desde la repartición de gas hasta el área comprendida de rublos alimenticios y bienes de servicio. La patria se encuentra solo representada como una momia en las tumbas de los antepasados, sino a la vez, el país es un territorio de vivencias de nuestros antepasados y descendientes donde solo somos agentes humanos sin razón para ir a votar para favorecer a carteles, precisamente no solo en la aplicación del campo de las drogas, sino de cualquier estructura del ente nacional, atrás que do la gesta de los Libertadores
Venezuela, no esta preparada para recibir el socialismo como forma de gobierno, somos parte de una gran banda de pillaje, donde este grupo de personas mantiene una perspectiva anticultural y antiescolar, la deserción y desnutrición en nuestros niños y escolares aprendices es el ejemplo más claro que el sistema político explorado con éxito en nuestra hermana Cuba poco esta funcionando, porque la gente que rigüe el Estado nunca han sido socialistas, menos ideologizados, y en Venezuela hay un bloqueo, más no una plena guerra económica, la misma es impuesta por estos pseudodirigentes que ante el desconocimiento de la realidad, destabilizan al Estado y, lo han manifestado en Barrio Adentro, Misión Sucre, Farmacias Populares y los Claps que es un ala controlada por los viejos adecos que se integraron al Psuv para deformar su estructura geopolítica.
Esto de la política es un asunto que debe ser visto desde dos aristas distintas, es por ello que Sartre manifiesta que el militante de una agrupación ideológica debe bregar por una realidad distinta a la suya que haga manifiesta la obra de acción social y la constituya como un lecho. Es un llamamiento a la libertad concreta del individuo y, esta conciencia de la iluminación la llamamos generosidad. Un hombre socialista debe ser generoso y no esclavista como egoísta.
Es un requerimiento en reconocerlo en primer lugar y confiar después, es la primera arista, la segunda es una libertad que devele y lo describa, porque cada uno de nosotros somos testigos de nuestra existencia y nunca una libertad debe ser aplicada bajo presión, fascinación o la súplica, por ejemplo, de una bolsa del Claps o una cédula de identificación. Es un derecho del Estado otorgarla, porque es la sintetización misma del socialismo como una certeza y cada uno de nosotros, tiene su universo de una propia libertad.
La política no tiene otra determinación que la libertad y, Bolívar en su gesta de emancipación así lo demostró, es un mundo que se detiene sin sentido y, solamente, dijo Sartre, en libertad tendremos democracia y un verdadero ejercicio libre de la expresión comunicacional.
Estamos ubicado en una realidad muy concreta y autodeterminante, no podemos seguir siendo gobernados por una generación mediocre que deslastro el sistema político nacional por ambiciones personales de orden financiero, burocrático y personalismo
La obra política, entonces, no es concreta. Es necesario construir la economía y reconstruir el Estado. La cultura, el arte y la política van dirigida a hombres de carne y hueso y, tiene relación con la historia y un público., sus códigos y situación real. Sartre historializa a estos hombres porque andan en una negatividad concreta, desconocen su existir en un contexto territorial.
El siglo XXI, esta lleno de múltiples contrastes y se necesita mucha disciplina y corrección para disfrutarlo por los males económicos que estimulan las grandes corporaciones hacia el pueblo.
Con el liberalismo, la división del trabajo se profundiza y las corporaciones prefieren importar que adquirir rublos o materia prima en las tierras donde se encuentran asentadas. Por ello, los carteles buscan prevalecer el dólar y, es un mercado que viene floreciendo en este tiempo para rendirle sus mejores ganancias al empresariado, otro tanto, aparte del oro, plata, diamante, gas y petróleo, viene sucediendo con el cobre, salitre, cobalto, estaño, litio y caucho. La producción capitalista se viene gestando en los Estados Socialistas con predominio del dólar y, ya de nuevo somos sus antiguas colonias, donde los mercados buscan integrarse alrededor de los mayores financistas. Es una relación entre el centro y la periferia. Es un libre comercio, Venezuela no es la excepción, con sus proteccionistas en Europa y USA, por ello no creo en bloqueos y guerra económica.
No hace falta buscar más lejos uno de los factores determinantes de la preponderancia de occidente sobre el resto del mundo. Estamos frente a la tecnología y su desarrollo em este lado del hemisferio y, así en efecto, surgieron las refutaciones suficientes de la tesis tercermundista sobre las causas diferenciales en las riquezas de las naciones y, que de hecho son base sobre los nuevos reinados, como tiranía y dictadura, dirán algunos. Es un paradigma, donde capitalistas avanzados se dedicaron a despojar a países atrasados y pobres de este oro negro fácilmente extraído de la tierra, fácilmente transportable y manejable. En todo, superior al carbón y único combustible apropiado para el motor de combustión interno que tan decisivo papel ha desempeñado en estas economías capitalistas en nuestro tiempo y, que los países progresistas no escapan de esa tentación y tendencia de ganarse un dinero proporcional, no para beneficiar al pueblo e infraestructura de comunidades, sino, también para fomentar sus riquezas personales.
De modo que la democracia es una voz al ejercicio político y necesita un verdadero liderazgo para fortalecer los cambios sociales y mejorar las condiciones sanitarias de cada sociedad en un escenario absoluto de dominio sobre la realidad circundante, tal como lo hizo Rusia, después de Gorbachov.