El catalizador

En la historia siempre aparecen personajes que cumplen la misión que, en el plano de la química, tienen los catalizadores.

Científicamente, un catalizador es una sustancia que provoca la modificación de la velocidad de una reacción química. Así como sucede en la ciencia, en la historia también se hacen necesarias ciertas personas que con su intervención, desencadenan acontecimientos que le brindan dinamismo al devenir social, para que se produzcan los hechos históricos.

Desde que Chávez apareció en la escena pública nacional ha cumplido magistralmente la función de desatar una serie de situaciones que han cambiado la historia de nuestro país.

ROMPIENDO LA INERCIA QUE DEJÓ EL CARACAZO

Todos sabían que las cosas estaban muy mal. Que la situación durante la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez era inaguantable. Ni siquiera la gente de su propio partido lo apoyaba. Sin embargo, hasta el 4 de Febrero, el país no salió de la inercia.

Los acontecimientos se habían precipitado con el Caracazo tres años antes. El pueblo demostró su rechazo total a las políticas neoliberales que implementaba el entonces presidente. Pero la represión y los asesinatos que se produjeron como respuesta salvaje de parte del gobierno, no sólo hicieron que se le quebraran las piernas al Ministro de Interiores del momento, sino que también lograron quebrar la voluntad de lucha del pueblo, que protestaba en contra de las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional, acatadas de manera servil e irresponsable por quien había sido electo para otro fin.

El miedo, el terror, la angustia, la impunidad y los tres mil muertos sin nombre para la prensa y el gobierno, hicieron que muchos se paralizaran, que consideraran que era mejor aguantar las injusticias, el hambre y la necesidad, que acostumbrarse a los asesinatos despiadados y a las desapariciones violatorias de los derechos humanos.

Esta parálisis hubiese continuado así, de no ser por la aparición en la escena política de Hugo Chávez. El derrotado del 4 de Febrero, en el momento en que era presentado como el trofeo obtenido por el fiel Ministro de la Defensa de CAP, el Gral. Ochoa Antich, habló 48 segundos ante las cámaras de televisión del país y cambió el curso de la historia. En menos de un minuto, este hombre que solicitaba la rendición “por ahora” del resto de sus compañeros, le devolvió al pueblo las ganas de luchar y la dignidad, que parecían perdidas tras el baño de sangre.

Hugo Chávez se convirtió, a partir de ese momento, en el más importante catalizador de nuestra historia contemporánea. Pero esta no fue la única vez que lo hizo.

PRIMER CAMBIO REAL DEL PODER

Corría el año de 1997 y Hugo Chávez formaba parte del MBR-200, movimiento que hasta entonces había llamado a la abstención durante los distintos eventos electorales, con el argumento de que no existían las condiciones de transparencia necesarias para participar.

La discusión fue dura y no pasó en vano. Como era lógico, al final quedó un saldo de bajas nada despreciable. Sin embargo, la decisión se tomó y la historia demostró que era la correcta. Hugo Chávez sería candidato a la presidencia de la república, a pesar de la clara conciencia que tenían quienes lo respaldaban de que el Consejo Supremo Electoral estaba dominado por adecos y copeyanos, que practicaban descaradamente aquello de que “acta mata voto”.

La única manera de superar la barrera del fraude cantado era sacar una ventaja tan contundente de votos, que se hiciera prácticamente imposible ocultar la verdadera voluntad del pueblo. Y Chávez lo logró. Más de un millón de votos de diferencia, lo cual, en aquel momento, era mucho más de lo necesario para evitar cualquier duda y conjurar todas las trampas.

Y Chávez no llegó al poder prometiendo pajaritos preñados. No. Triunfa en las elecciones hablando de la convocatoria a una constituyente y de desarrollar una revolución. Por tanto, se convierte en el único presidente de la democracia que gana para producir un cambio real, pues el pueblo sabía que cuando se alternaban entre AD y COPEI, la situación siempre era más de lo mismo.

Cualquiera pudo haber pensado, tal y como fue la equivocación de muchos, que en lo que Chávez llegara al poder se iba a acostumbrar a sus mieles y que todos aquellos proyectos de constituyente y revolución dormirían el sueño de los justos. Era fácil luego, al acabar el período presidencial, argumentar que se habían presentado dificultades que impidieron adelantar los planes. Total, esta siempre fue la excusa de todos los presidentes electos en su discurso de entrega del gobierno.

Pero Chávez volvió a sorprender a todos, cuando apenas saliendo del Palacio Legislativo, minutos después estaba firmando el decreto que convocaba a la Asamblea Constituyente.

El catalizador volvió a entrar en acción, aunque muchos hubieran tardado años en darse cuenta.

UN COHETE PARA EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Podríamos mencionar varios ejemplos que se han dado a lo largo de estos años, en los cuales la participación de Chávez ha sacudido los acontecimientos históricos y ha propiciado el desencadenamiento de situaciones que eran necesarias para avanzar: la elaboración de las primeras leyes habilitantes, las denuncias de los manejos trasnacionales que se hacían de PDVSA con el despido de sus directivos cómplices, situación que precipitó el golpe de Estado de abril y la movilización popular para la retoma del poder, el manejo del paro petrolero, en el cual el pueblo, con su liderazgo, resistió valientemente los sacrificios que hubo que hacer durante dos meses, más las consecuencias nefastas para la economía, el discurso histórico de aceptación de ir al referéndum revocatorio, en fin, sería muy larga la lista de ejemplos.

A pesar de que Chávez ha sido el catalizador necesario de todos esos acontecimientos, mucha gente no se ha dado cuenta. Y lo peor es que no se están dando cuenta ahora tampoco.

Cuando todo el mundo, revolucionarios y opositores, pensaban que seguiríamos igual, que Chávez había ganado las elecciones y, por tanto, los bolivarianos a gobernar y la oposición a criticar, más o menos de forma similar a la de los últimos años, Chávez vuelve a tambalear los caminos de la historia.

Partido Socialista Unido, no renovación de concesiones radioeléctricas, cambio total del gabinete ejecutivo, nacionalización de industrias estratégicas. “¡A despertarse todo el mundo!, ¡A ponerse las pilas!, ¡Al que se duerma se lo lleva la corriente!”, estas parecieran ser las frases que Chávez le está gritando a Venezuela.

Algunos se angustian, otros se preocupan, otros dudan, la Bolsa de Valores se tambalea, las acciones suben y bajan, todo el mundo pregunta para ver si consiguen un dato nuevo, una pista de qué es lo que le pasa ahora a Chávez.

PARECE MENTIRA

Que el oposicionismo disociado no entienda lo que está sucediendo, va y pasa, pues en realidad tienen como 10 años que no entienden nada. Pero que la gente que ha acompañado este proceso, incluso algunos dirigentes de partidos políticos, no sepan hacia dónde van las propuestas del Presidente, a estas alturas, es inaceptable.

Chávez está cumpliendo su misión en la historia, aunque algunos todavía no lo sepan. Afortunadamente, él lo tiene clarito.

mphelnacional@yahoo.com


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Mary Pili Hernández

Ex-ministra de la Juventud, ex-viceministra de Relaciones Exteriores para América del Norte, y ex-concejal por el Municipio Libertador. Cristiana, Periodista, Socialista, Bolivariana, Antiimperialista y Chavista.

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