Debo irme de este país para ser feliz

NOTA: Son muy raras las veces que uso palabras descriptivas, especialmente cuando se trata de palabras descriptivas que son tan subjetivas como las palabras "malo" y "bueno," sin embargo, aquí las usaré con su sentido básico donde uno entiende que, por ejemplo, mentir y robar son en general cosas malas, mientras que decir la verdad y no robar son cosas generalmente buenas, y cosas así. Engañar, manipular, abusar, explotar, y ser un oportunista son cosas malas, mientras que ser honesto, correcto, equitativo, responsable, y ser productivo serían cosas buenas, etc., etc., etc.

Bueno …

Estuve hablando con mi esposa ayer, una venezolana que conocí hace casi 50 años atrás y que he adorado desde la primera vez que me habló de su Misión de vida (ella iba a ser monja, y yo cura), quien también, como tantas otras venezolanas, tuvo que salir de Venezuela para poder generar suficiente dinero para cubrir nuestras necesidades básicas lo cual en este caso incluye el cuidado de más de 20 personas (familiares y conocidos) que son más necesitadas que nosotros y con quienes siempre hemos compartido todo lo que hemos podido producir y conseguir, esto, con el fin de ayudar a equilibrar la distribución de las riquezas de manera más equitativa y para que nadie se encuentre en un estado de olvido, abandono, o de desigualdad arbitraria.

Le estaba hablando de la profunda infelicidad que he estado sintiendo desde hace unos 2 años, por primera vez en mi vida, nunca había sido infeliz antes, nunca, aun mientras vivía algunas de la peores cosas que uno se podría imaginar, como las guerras y la tortura.

Le dije:

"Sabes, mi amor, creo que no estoy feliz porque echo demasiado de menos estar rodeado de gente buena, pero de gente buena de verdad, de personas como tú, como mi hermano Renato, y como Jerry (un amigo cura), y como …"

Y así se me acabó la frase.

No podía --- en aquel momento --- pensar en otras personas realmente buenas que ambos conocemos y que siguen vivas.

Algunas de las personas buenas que conocí cuando fui joven se suicidaron, y muy jóvenes también, entre ellos, Brian, Danny, y Neil, tres jóvenes irlandeses con quienes crecí cuando crecí entre los irlandeses y los franceses pobres (familias de obreros) durante una parte de mi vida en Montreal, Canadá durante unos 7 años cuando los ingleses todavía controlaban la provincia francesa de Québec y abusaban sistemáticamente de los franceses, los irlandeses, y los Indígenas (los años 1960 y 1970).

Otras personas buenas que conocí entonces, amigos que conocí pero que no se suicidaron, siguieron vivos durante un tiempo pero apartados de los demás hasta morir drogados o de ataques cardíacos o de alcoholismo, escondidos en sus cuevas, evitando lo más posible al resto de la población. Entre ellos, hubo Maldwin (un irlandés), un todero que casi no hablaba con nadie, muy buena persona, muerto de un ataque de corazón a los 40 y pico de años, Carl (un francés-irlandés), un joven brillante y muy buena persona quien cuidaba a su familia (trabajaba y su madre estaba muy enferma) cuando era niño pero que se volvió loco y delincuente y drogadicto a los 12 años de edad cuando su madre murió. Él murió en cárcel desgastado por la droga a los 30 y pico de años.

También había otro tipo, en sus 30 años también, pero no me acuerdo de su nombre (un francés), un genio musical que conocí brevemente, un increíble compositor, pero debido a su tristeza causada por ser testigo de la podrida condición humana, él se la pasaba borracho casi todo el tiempo. Fue amigo mío durante las pocas semanas antes de su muerte debido a una sobredosis de alcohol … se tomaba dos botellas de vino tinto cada mañana al despertar y seguía tomando todo el día hasta caer dormido, y finalmente, muerto.

Hubieron otros también, casos similares.

Pero, pensándolo bien y revisando otra vez mis memorias de las personas que he conocido que eran (son) por su naturaleza buenas personas, hay algunas que siguen vivas, pero no son muchas, y están muy apartadas de mí, o sea, no puedo compartir mucho con ellas regularmente, ni ellas conmigo.

Se encuentran básicamente solas viviendo en sus propios mundos, lo más posible fuera de las garras de la maldad humana, entre ellas, John, un ermitaño genio (niño prodigio pianista), Richard, una persona que se dedica a ayudar a las personas con tendencias suicidas (él es así), y una mujer Indígena llamada Keri-Anne quien se ocupa de cuidar a un montón de personas que son más necesitadas que ella, pero solo en las reserves Indígenas de Canadá, lejos de las garras de los eurodescendientes que exportaron al resto del mundo (a palos) su capitalismo salvaje y su maldad sistémica, a este mundo que una vez fue --- sin ellos --- tan bueno como pudo haberlo sido por su naturaleza (ver más abajo).

También pensé en algunas otras personas buenas que conozco, pero son personas muy inocentes que son incapaces de enfrentar las maldades de la vida sin la ayuda de otras personas.

Son como niños, pero son adultos.

Estas personas buenas han tenido la suerte de ser cuidadas por otras personas, por personas que no son personas tan buenas como ellos, sin embargo, son personas que quisieran ser buenas, y eso es suficiente para permitirles vivir en tranquilidad, protegidas, porque si no, morirían de tristeza, simplemente pararían de comer y se secarían como pasas.

Cuando pienso en ellas, me siento bien de saber que están siendo cuidadas y protegidas, sin embargo, también pienso que no deberían tener que vivir así, que tal vez en algún momento de la historia de la humanidad, todos podríamos vivir sin temor a ser inocentes víctimas de la maldad humana.

He tenido suerte, esto lo experimenté viviendo con los Indígenas de Canadá, pero en su propio territorio --- lejos de los eurodescendientes --- donde todos se cuidan entre todos, todas las casas están abiertas a todos, no trancan las puertas, la comida, la ropa, y las herramientas son de todos, y nadie es dejado al abandono o al descuido. Además, contrario a la mentalidad o a la tendencia social venezolana actualmente, nadie es excluido o ridiculizado por ser buena persona, o por ser inocente, u honesta, más bien, ser una buena persona, ser inocente, y ser honesto, es algo admirable. Allí todos celebran el bien, y todos condenan el mal. Además, nadie usa el mal como herramienta para la sobrevivencia (la viveza criolla por ejemplo). Tampoco es permitido.

Bueno …

BUENOS Y MALOS

Aquí abajo les presento mis estimaciones personales y preliminares en cuanto a lo que yo creo qué serían las proporciones de la población que serían buenas y/o malas bajo ciertas diferentes circunstancias, tiempos, y lugares,

DEFINICIONES

Malos --- personas que nacen malas y que siempre seguirán siendo malas, bajo cualquier circunstancia (psicópatas son así),

Oportunistas --- personas que nacen ni buenas ni malas, a veces son malas y a veces son buenas dependiendo de lo que les conviene en el momento (muchas personas nacen así y pueden adaptarse igualmente la bien o al mal),

Regulares --- personas que nacen buenas pero que no siempre son buenas debido principalmente a tener que sobrevivir en este mundo lleno de maldad, lo que requiere a veces ser malo (muchas personas nacen así y viven en esa condición),

Buenos --- personas que nacen buenas y siguen siendo buenas aun bajo la presión de tener que sobrevivir en este mundo plagado de maldad, sin embargo, no todas estas personas son capaces de sobrevivir adecuadamente, algunas sufren mucho, otras se mueren jóvenes, y otras intentan suicidarse (yo soy una de estas personas),

Santos --- personas que nacen buenas y siguen siendo buenas, siempre, aun bajo las perores circunstancias, siempre sobreviven lo peor, y siempre sobreviven con su bondad intacta (mi esposa es una de estas personas).

Así lo veo en este momento.

I – AL NACER

Creo que en términos de porcentajes de la población --- en cualquier parte del mundo --- cuando nacemos, nacemos más o menos así:

Malos (10%)
Oportunistas (30%)
Regulares (30%)
Buenos (20%)
Santos (10%)

Resumen:

Creo que como raza humana, por naturaleza, y sin influencias negativas externas, en general, alrededor de 60% de la población es buena (regulares, buenos, y santos), y hasta 90% de la población del mundo podría ser buena si las condiciones existieran, como por ejemplo si todas las personas que nacieron oportunistas (30%) se pondrían siempre del lado del bien en vez del lado del mal.

II – VIVIENDO EN CANADÁ ACTUALMENTE

Malos (10%)
Oportunistas (10%)
Regulares (50%)
Buenos (20%)
Santos (10%)

Resumen:

Debido a las circunstancias propicias al desarrollo humano positivo para todos en Canadá (y no exclusivo como en Venezuela actualmente por ejemplo), en general, se podría decir que hasta 80% de la población tiende a ser buena. Quienes siguen pudriendo esa sociedad son los malos y los oportunistas recalcitrantes, un 20% de la población.

III - VIVIENDO EN VENEZUELA ANTES DE CHÁVEZ

Malos (10%)
Oportunistas (40%)
Regulares (30%)
Buenos (10%)
Santos (10%)

Resumen:

Debido a que no existían entonces las circunstancias propicias al desarrollo humano positivo para toda la población, solo alrededor de un 50% de la población tendía a ser buenas personas mientras los malos y los oportunistas representaban posiblemente hasta un 50% de la población. Mucho tenía que ver con la desigualdad sistémica, con el desequilibrio socioeconómico, y con la sobrevivencia.

IV - VIVIENDO EN VENEZUELA DURANTE CHÁVEZ

Malos (10%)
Oportunistas (20%)
Regulares (30%)
Buenos (30%)
Santos (10%)

Resumen:

Debido a que con Chávez existió un significativo avance en el desarrollo humano positivo para toda la población (excepto para los recalcitrantes), se podría decir, creo yo, que alrededor de 70% de la población venezolana en aquella época tendía a ser buenas personas mientras solo un 30% compuesto principalmente de malas personas y de oportunista recalcitrantes seguían pudriendo la sociedad.

V - VIVIENDO EN VENEZUELA HOY

Malos (10%)
Oportunistas (60%)
Regulares (10%)
Buenos (10%)
Santos (10%)

Resumen:

Debido a las extremadamente negativas circunstancias e influencias que existen hoy aquí en Venezuela, las cuales no son nada propicias para el desarrollo humano positivo para nadie excepto en general para los más corruptos (desde el 2013), puedo decir con bastante certeza que solo alrededor de 30% de la población (1 de cada 3 personas) tiende a ser buenas personas mientras el resto (el 70%) recurre de alguna manera --- algunos más, y otros menos --- a la maldad para poder sobrevivir.

CONCLUSIÓN

Saben, es por eso que me he sentido tan infeliz estos últimos 2 años.

Es porque aquí en Venezuela, desde que Chávez murió (lo asesinaron en mi estimación), poco a poco, quienes nacieron oportunistas, o sea, quienes nacieron siendo ni malos ni buenos (un 30% de la población), se han unido más que nada al mal (al 10% de la población que nació mala) en vez de unirse solidariamente al bien como ocurría cuando Chávez mandaba, mientras que casi todas las personas que nacieron regulares, o sea, personas que nacieron buenas pero que cometen el mal cuando se trata por ejemplo de sobrevivir (un 30% de la población), también se han unido más que nada al mal en vez de al bien, por necesidad extrema, lo cual ha creado una sociedad donde 70% de la población tienen hacia el mal en vez de hacia el bien, y eso es muy feo.

Por eso soy infeliz.

Es imposible para mí de vivir así (sin que me afecte negativamente) mientras soy testigo de esta decrepitud y miseria humana, además de tener que lidiar con ella todos los días, con las mentiras, con los engaños, con las estafas, con el robo, con la extorsión, con la corrupción Estatal, con el abuso de poder, con la desigualdad social, con el machismo, con el racismo estructural, con esa porquería de viveza criolla, etc.

Esa no es manera de vivir.

Para ser feliz otra vez --- como siempre lo fui antes de ahora ---, debo rodearme otra vez de más gente buena y de menos gente que tiende hacia el mal.

Debo rodearme de más gente que tiende a ser buena, y, para que eso ocurra, bueno, no tengo otra opción más práctica que de irme de Venezuela porque aquí en Venezuela esa condición ya no existe, y en mi estimación no podrá existir ni en el futuro cercano, ni en el futuro mediano, y no me quedan suficientes años de vida para esperar que eso ocurra.

Debo irme de este país para ser feliz.

Sí señor.

P.S. Saben, echo mucho de menos a Chávez. Me gustaría estar rodeado de miles de Chávezes. Él inspiraba la honestidad, inspiraba el bien, inspiraba el amor, y por eso hasta un 70% de la población venezolana se comportaba generalmente como buenas personas, sin embargo, hoy es todo lo contrario, el actual jefe de Estado venezolano inspira la mentira, inspira el engaño, inspira el egoísmo, inspira la viveza criolla, inspira lo codicia, inspira el abuso de poder, e inspira todas las otras cosas malas que el ser humano es capaz de pensar y hacer, y es por eso que estamos así hoy, donde alrededor de 70% de la población, en vez de tender hacia el bien, tiene hacia el mal. Así lo veo, así lo entiendo, y así lo siento.



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Oscar Heck

De padre canadiense francés y madre indígena, llegó por primera vez a Venezuela en los años 1970, donde trabajó como misionero en algunos barrios de Caracas y Barlovento. Fue colaborador y corresponsal en inglés de Vheadline.com del 2002 al 2011, y ha sido colaborador regular de Aporrea desde el 2011. Se dedica principalmente a investigar y exponer verdades, o lo que sea lo más cercano posible a la verdad, cumpliendo así su deber Revolucionario ya que está convencido que toda Revolución humanista debe siempre basarse en verdades, y no en mentiras.

 oscar@oscarheck.com

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