Socialismo reflexivo (XXVII)

Siempre caíamos en el error de no saber aprovechar el momento político.
Nace en esta forma lo que vino a consolidarse en un cambio, el 23 de Enero
de 1958. Aquí encontramos un intento consciente del sector popular por
darle a la política un abierto contenido de clase.
Se habla de una revolución, porque en esta fecha se abre una recia lucha
entre quienes de verdad tratan de cambiar las estructuras establecidas por
el sistema y los aprovechadores de la coyuntura que se ha presentado. Estos
últimos sin lugar a una duda histórica, triunfan.

El lacayo militar, viene a ser sustituido por lacayos civiles, la diferencia
estricta esta sólo en el ropaje, ahora el uniforme militar esta sustituido
por el flux. Las elites políticas distribuidas en los diferentes partidos
del país, establecen su pacto de clases, la no agresión entre los mismos, la
defensa del sistema, el mismo que había dejado atrás la historia. Se
realizó el pacto político de clases que vino a eliminar el sentido
revolucionario popular, porque este pacto, llamado el Pacto de Punto Fijo se
realizó con el propósito de impedir el retorno de la dictadura militar, pero
su verdadero fin, fue el de moderar, controlar, demorar, la revolución
naciente en el pueblo popular. En este pacto está la gran cómica de los
llamados dirigentes revolucionarios del momento, un pacto político de
opresores y oprimidos magistralmente dirigidos por los primeros.
Nace aquí en este momento, la dictadura de los partidos, que vienen a
alimentar la democracia representativa y a su vez un movimiento
armado revolucionario que muere de inmediato porque se olvida y sale a
luchar de espaldas al pueblo. Se inicia el largo y penoso camino de
fracasos, retrocesos, vacilaciones y errores. Mientras todo esto sucedía
las clases dominantes se pertrechaban de todo beneficio. Y ahora en 40
años, vemos que hemos vivido solamente: “LA IDEA DEMOCRÁTICA”, no su acción, ni su basamento, ni menos su justicia, esta se convirtió en un sistema de
mixtificación burguesa. El pueblo es la gran víctima de este monstruoso y
deshumanizado sistema.

¿Cómo vivimos cuatro décadas engañados?
Evidentemente que vivimos en un constante desprecio por la verdadera
democracia, de esto son culpables todos los dirigentes de los partidos
políticos que habían sido montados como maquinaria del sistema y no como
raíces de las ideas y las practicas del verdadero pensamiento educativo,
orientador y direccional del pueblo para gobernar y ser gobernado, Los
venezolanos fuimos convertidos en sujetos importantes políticamente, sólo
para ir a las urnas a llevar el voto que legitimara la dominación y
disminuyera la disputa entre grupos o caudillos de una misma naturaleza
política. Para ello recibimos el principal medicamento que se necesita: "LA
DEMAGOGIA", arte y consagración de los tiranos. Los partidos de ese momento
no fueron otra cosa que cuevas, refugios de pillos, ladrones y asaltantes de
cuello blanco. El venezolano de ese momento es un hombre indefenso por la
Justicia, mancillado, expoliado por los especuladores, estafado por bancos,
compañías de inversión, de seguro, chantajeado por los organismos del Estado
y engañado por los partidos. Nuestras vidas se diseñaron entre la policía,
los ladrones, los malandros, los gestores y el 'cuanto hay pa' eso.

Nunca tuvimos una política educacional, social, económica, financiera,
pecuaria, avícola, la política fiscal de todos estos gobiernos no fueron mas
que un desastre. Todos contaron con la falsedad y el engaño, sus proyectos
y sus programas no fueron sino para beneficiar a las clases dominantes. En
aquellos partidos políticos, militaban el pillo y ladrón y a la misma el
verdadero trabajador, pero la gran diferencia existe en que el pillo
reafirma su condición de clase y siendo delincuente, se neutraliza por la
colaboración del opuesto trabajador oprimido.

El trabajador en consecuencia se aleja de su destino de lucha y reclamación
social.

Se construyó la "politiquería" y se hizo el arma de los partidos y de
aquellos gobiernos la corrupción generalizada, su alimento, a las
oligarquías viejas o nuevas solo les interesó sus operaciones
multibillonarias. Esta seudo democracia no puede existir sin estos males,
para ellos virtuosos, para el pueblo trágico y dramático. El neocapital
moviliza la economía, es el desarrollo decisivo de los oligopolios, es la
superación de los ricos haciéndose más ricos. Es el derroche del abuso, de
la inmoralidad, de la injusticia, que en la historia hemos criticado a todas
las dictaduras. (Continuará…)



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Victor J. Rodriguez Calderon


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