Proyecto histórico y transición al nuevo Socialismo del siglo XXI: ¿Puntos de bifurcación?

El presidente Hugo Chávez ha dicho que el proyecto socialista en Venezuela es diferente al modelo cubano, tratando de disipar temores y expectativas negativas de actores aliados que pertenecen a los llamados agentes económicos privados, a los sectores medios, a las diferentes fracciones del bloque social dominante y a los factores de poder, nacionales e internacionales.

En las bases sociales del llamado movimiento popular bolivariano, diversas tendencias de izquierda radical estiman que estamos en presencia de una coyuntura de flujo y avance revolucionario, en la cuál es posible detectar fuerzas motrices y dirigentes de un cambio en dirección hacia un proyecto socialista, concebido de acuerdo a los parámetros clásicos del “socialismo histórico”: nacionalización y socialización de medios de producción fundamentales, modificación sustantiva del modo de distribución del excedente económico, transformación del Estado Burgués, ruptura con el latifundio, salto cualitativo de la conciencia de las clases populares, quiebre de la hegemonía ideológico-comunicacional de la oligarquía dominante, etc.

Lo cierto es que cada uno de los grupos, sectores y clases, así como los actores políticos y sociales generan auto-referencias sobre las tendencias de cambio y sobre la situación de conjunto que genera un inevitable conflicto de interpretaciones del momento histórico. Para Chávez, el modelo de desarrollo que propone consiste en un "socialismo con particularidades”, una de ella es un modelo de economía mixta, donde coexisten la propiedad estatal, privada y social. Así mismo, viene planteando vías “atípicas” de nacionalización de actividades económicas consideradas estratégicas para la soberanía económica del país. Chávez anunció este mes la nacionalización de las telecomunicaciones y de la energía eléctrica. Así mismo, entre las declaraciones públicas más significativas, ha señalado:

* "Quienes pretendan decir que yo estoy siguiendo los lineamientos de Fidel (Castro) no tienen ni idea de cómo avanzan los procesos históricos".
* "Donde sí tenemos rodilla en tierra (somos intransigentes) es con la propiedad social, a través de los medios de producción estratégicos (...)".
* "El petróleo no será privatizado nunca".
* "Nosotros respetamos la revolución cubana, a Fidel, que es referencia moral, política, ideológica". Castro es "el César del socialismo y de la dignidad" parafraseando una cita del independentista cubano José Martí referida a su héroe predilecto del siglo XIX, Simón Bolívar.
* "Cuba es Cuba y Venezuela es Venezuela. Bolivia es Bolivia en su tiempo y su espacio", dijo, para enfatizar las diferencias en los procesos de los tres gobiernos de izquierda.
* Chávez justificó la rapidez de sus medidas apelando a su formación militar: "Soy cuartelero. A mí me gusta la guerra, la guerra relámpago".

Es decir, Chávez ha utilizado la metáfora de la “guerra relámpago” para impulsar lo que ha dado en llamar los motores constituyentes. Por otra parte, Heinz Dietrich ha declarado recientemente (19/02/2007) que la "Economía mixta es la vía al socialismo del siglo XXI". Dietrich está convencido de que estatizar la propiedad privada no lleva al socialismo. Aunque el Estado nacional tendría la función de ordenar las principales esferas de la vida social, la lógica del sistema económico estaría definida por la economía mundial actual, que está dominada por los principios del mercado, por lo que el avance hacia el socialismo del siglo XXI debe ser a través de un sistema mixto. También Dietrich afirma que “la única vía posible es una economía mixta, que tendría tres sujetos, el Estado, la empresa privada y la propiedad social, como cooperativas". También Dietrich planteó que no se debe hacer la llamada "revolución por etapas", que implicaba la revolución industrial el fortalecimiento del capitalismo de estado, para luego llevar a cabo la socialista.



"Eso nunca ha funcionado, de ahí que creo que en la medida que recuperas la economía, el bienestar de la gente, tienes que empezar a dar los primeros pasos hacia la civilización post-capitalista".



En opinión de Dieterich toda sociedad actualmente tiene tres vías económicas a seguir, el neoliberalismo, el desarrollismo con estado de bienestar y de derecho, y el socialismo del siglo XXI: "Lo único que está prohibido hoy día en América Latina es la neoliberal, porque simplemente la gente no lo acepta más, la opción es por lo tanto si me quedo en el desarrollismo o si trato de combinar el desarrollismo con un intento de llegar a una sociedad postcapitalista, y el Presidente ha declarado que esta es su intención, pero es opcional y la gente va a decidir.

El proyecto histórico de Chávez tendría una estrategia dual de desarrollo: a) el desarrollismo, que es una vía socialdemócrata de desarrollo, donde el Estado utiliza su fuerza económica y normativa para fomentar, por ejemplo, la reindustrialización, se reparte gran parte de la riqueza, a través de Pdvsa, etc. creas el estado de bienestar al lado del de derecho, esto llevaría a un crecimiento hacia la mejora de una situación material, pero el límite, es que no sales de la economía de mercado y el capitalismo, y por otra parte, b)relanzar medidas socialistas para impulsar cambios sustantivos de las relaciones de producción dominantes.


Sin embargo, el éxito de las medidas de corte socialista, están condicionadas por condiciones de viabilidad política y por su factibilidad económico-administrativa. La misión de toda empresa, sea capitalista o socialista, es generar excedentes (cuya apropiación y distribución difiere sustantivamente) o al menos cubrir necesidades sociales. Si el sector de economía de propiedad social no logra ni generar eficiencia económica ni modificar realmente el proceso de trabajo y de gestión típicamente capitalista, se vera en serias dificultades y dependerá de subsidios estatales, reforzando la centralidad del capitalismo de estado.


Este proceso en la esfera de la producción de satisfactores, está acompañado de cambios en la esfera de las relaciones de poder. Los Consejos Comunales son un experimento audaz que pretende democratizar el poder y democratizas el poder económico. Mientras no exista más democracia desde las bases, la matriz estado-céntrica dominara la lógica de los movimientos sociales. Aún existe una identificación entre Estado y aspiraciones populares, pero son visibles síntomas de distanciamiento entre las políticas públicas y las demandas y aspiraciones cada vez más complejas y politizadas de las clases populares y los sectores medios.

Comienzan a visibilizarse críticas al "capitalismo proteccionista de estado", lógicamente con su respectiva "democracia participativa”, planteando que esta última parece funcionar más como una democracia de tono “delegativo” con rasgos “plesbicitarios”. La concentración de poderes en la figura del jefe de Estado a través de la Ley Habilitante no parece acompañar un proceso de transferencia real de poder a las bases populares. Existe una peligrosa ambivalencia en este punto, dado que crea expectativas contradictorias de fortalecimiento del Estado como aparato y del poder popular como contra-estado.


Para los sectores de izquierda radical ha llegado la hora del socialismo, sin transiciones ni gradualismos. Se necesita una revolución que se encamine hacia un cambio completo de la sociedad. Para ello es indispensable eliminar la dominación que ha ejercido sobre nuestro pueblo la gran burguesía. En otras palabras, se tienen que expropiar las grandes empresas y proyectar y planificar la economía al servicio de los trabajadores. Se rechaza el sistema de mercado mixto, y el papel del capital monopólico. Para la izquierda radical, se estaría fortaleciendo las posiciones de sectores de derecha con el sistema de economía mixta, reforzando sus posiciones en el interior del estado. Se preguntan: ¿Qué camino es ese para llegar al socialismo?.

Para la izquierda radical, la historia ha enseñado la imposibilidad de trabajar con la burguesía y al mismo tiempo generar un verdadero desarrollo. Sólo se estaría permitiendo el desarrollo de una “burguesía formalmente nacional”, pero articulada a los intereses transnacionales que penetran al propio aparato de Estado y a sus cuadros dirigentes. A través de toda la historia de la humanidad, para la izquierda radical, la clase dominante sólo ha perseguido sus intereses de acumulación de capital, incluso apoyando una retórica socialista.

La disyuntiva genera una tensión que apenas se esta prefigurando, pero que es fundamental para comprender el devenir político actual, así como el carácter de los conflictos, posiciones y decisiones que aparecen en la escena política. Sin embargo, hacer predicciones en situaciones con estados nacientes es inconveniente e imprudente. Lo fundamental es identificar potenciales puntos de bifurcación.


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Javier Biardeau R.

Articulista de opinión. Sociología Política. Planificación del Desarrollo. Estudios Latinoamericanos. Desde la izquierda en favor del Poder constituyente y del Pensamiento Crítico

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