Bolívar despierto da miedo a los tiranos.
Cerrado el proceso histórico de los precursores, se abre el de los
libertadores. La reacción de España no venció el principio revolucionario
Latinoamericano. Los primeros dirigentes de la libertad murieron, pero
vinieron para gloria de los Latinos, nuevos líderes, enérgicos,
disciplinados, estratégicos, tácticos y comprensivos de que para llevar una
revolución, se va primero al pueblo, se aprende de él, se vive con él, se
organiza con él, y a la voz de combate, político o de acción militar, es el
primero que se tiene que llevar como trochero de la libertad. Así lo
demostraron Belgrano y San Martín en Argentina; el doctor Francia en el
Paraguay; Artigas en Uruguay; Iturbe en México; el General Morazán en Centro
América; el Rey Pedro I en Brasil; Bolívar, el Libertador de Cinco
Repúblicas.
Bolívar es el más revolucionario, el más político de los Libertadores
americanos. Su visión futura lo pone hoy en la cima de la revolución
libertaria. Sus documentos, sus proclamas, sus escritos, sus acciones,
tienen el programa radical de reformas políticas y sociales que
Latinoamérica y el Caribe necesita hoy. Su doctrina es un tratado
sociológico que olvidaron aplicar estas llamadas románticamente
"Democracias". Bolívar fue un estudioso implacable de nuestra originalidad y
de los vicios del nuevo continente.
Bolívar es el genio de la revolución Latina y Caribeña, estaba dominado por
el “demonio de la libertad la justicia y la igualdad". El entendió que el
imperio no abandona su presa mansamente, que este ángel de la maldad combate
hasta la destrucción total del oprimido cuando puede vencer y sino como
estamos hoy, hasta la desesperación del avaro que no suelta a su víctima
hasta verla desangrado y muerta. Causa cólera cuando uno escucha o lee a
los ignorantes que pretenden analizar la doctrina Bolivariana cómo si se
tratase de una creencia típicamente ideológica utópica, documentos de
tiempos muertos, y de un ser desligado de la realidad, como si fuesen
documentos de religión realizados por un dios del Olimpo. Otros que lo
adoran, pero que odian la clase social de ese momento por considerarla
opresora. Los hombres y la historia son de los tiempos, es necesario
entender que Bolívar, actúo como orientador y conductor de una clase
dispuesta a librarse del yugo imperial y que sí fue una clase progresista y
revolucionaria, digna de encomio en el tiempo en que manejen los ideales del
avance histórico. Bolívar y su clase construyen la historia más grande que
no se quiere ver hoy.
Para reconocer a Bolívar la admiración que merece como hombre,
revolucionario y político, como el conductor y orientador del combate mas
grande ocurrido en la humanidad contra el colonialismo, como amante de la
libertad, liberador de esclavos, como trabajador de la unión para construir
un continente, como propugnador del "EQUILIBRIO HUMANO", es necesario
continuar sus lecciones y aplicar sus doctrinas, porque aunque fue un hombre
de ayer, no cabe duda, es el hombre de hoy y del futuro.
vrodriguez297@hotmail.com
