Guerra o Paz

No creo que en este escrito pueda referir más de lo que otros han escrito sobre este tema, más que todo sobre la guerra, dado que las conflagraciones entre pueblos han ocurrido con más frecuencia durante siglos y siglos, en cambio la gente de este planeta por mucho tiempo no ha disfrutado los tiempos paz.

La guerra no es la lucha entre pueblos, la guerra es la lucha entre gobiernos decretada por políticos y militares, donde el único ganador es el fabricante de armas. Para hacer un símil, los alimentos los producen o se fabrican porque las personas comen; al igual las industrias textiles, estas son necesarias porque la gente se emperifolla; lo mismo podemos explicar de los laboratorios farmacéuticos, son inevitables porque los humanos se enferman y se obligan a tomar medicinas para curarse. De manera similar ocurre con las fábricas de armas, para que se logren vender son necesarias las guerras ya que estas no se generan solas. Hay que crear la causa para que los gobiernos de dos países entren en contienda, que se conoce cuándo comienza, pero no cuándo ni cómo termina. Por lo tanto, las naciones beligerantes se verán obligadas a comprarle armas a quienes las producen. Y por lo general los fabricantes de los artilugios de la muerte son los países desarrollados, es decir, los del primer mundo.

No hay peor experiencia que la vivencia de una guerra, las secuelas de estas son los horrores ante los miles o millones de muertos (recordar la Primera y Segunda Guerra Mundial), naciones y pueblos completamente destruidos, millones de mutilados, millones de huérfanos y viudas, millones de desplazados que abandonan la tierra que los vio nacer para ir a otro lugar, donde podrán ser rechazados, parar buscar la subsistencia de la familia. Así mismo, la separación y fracturación de las naciones y como consecuencia, de las familias y la sociedad, es el caso de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, Corea, Palestina, Vietnam, Yugoslavia, Sudán, Chipre, y los países surgidos en el Medio Oriente a raíz del fin del imperio otomano, entre tantos de los muchos ejemplos. Como debo repetir, en dichas conflagraciones no hay ganadores, al final lo que queda son odios y rencores entre los pueblos, forjados por los causantes de la guerra. Los únicos beneficiados con los vendedores de los mortales artilugios de la guerra, que en oportunidades inventan una nueva arma y es necesario probar la efectividad de la misma. Evidentemente, la eficacia dependerá del mayor número de muertes producidas sin la exposición al peligro del portador del arma mortífera. Es el caso de las armas nucleares, las armas químicas y biológicas, los drones, los misiles, entre tantos y modernos armamentos demoníacos que siempre aparecen en el mercado armamentístico.

No se debe olvidar que a raíz del inicio de una guerra surge la prensa parcializada, generado y divulgando noticias informando sobre las causas de la guerra. En el caso de Segunda Guerra Mundial el gobierno nazi disfrazó soldados alemanes de soldados polacos y difundió por la prensa escrita y radial que Polonia había invadido a Alemania, así se inició (1939) y se desató la vorágine que todo el mundo conoce a través de la historia. Como esta mentira, relatadas en los libros de geopolítica, son muchas las que se han inventado para justificar una acción bélica entre dos pueblos, las más recientes fueron lo ocurrido en Libia, en Siria, Irak y la actual, lo que acontece en Ucrania. Por esto, en una guerra la gran perdedora es la verdad.

Lo más triste de todo es que en medio de la conflagración de los ejércitos se recurre a la diplomacia para evitar la continuación de la mortandad y de los desplazados. Conversaciones a las que se acogieron, finalmente, después de numerosas desgracias. La pregunta que se debe formular es ¿por qué no se recurrió a la diplomacia antes de iniciar la guerra y así se hubiese evitado el desastre? La respuesta es sencilla: era necesario vender armas para reforzar la economía del país o los países que tienen el negocio y el monopolio de la venta de armas. Por eso la paz no se consigue, esta no es un buen negocio. Tomo para mí las palabras del británico Havelok Ellis: "No hay nada que la guerra haya conseguido que no hubiésemos podido conseguirlo sin ella". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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