Después de dos hermosos e inéditos procesos electorales, los chavistas llenos de fe, optimismo y alegría, renovamos a nuestros lideres de calle y de comunidad.
El PSUV, en un espectacular e histórico giro en la política venezolana, abrió sus puertas al pueblo para que, sin ningún tipo de imposiciones premiara a quien lo hizo bien y reemplazara a quienes no lo hicieron tan bien que digamos.
El pueblo aprovechó y tomando el trompo en la uña hizo historia, reeligió a conciencia y reemplazó a conciencia. Eso por lo menos en los casos de lideres de calle y comunidad.
Para las UBCH no puedo decir lo mismo, por lo menos no en la mía ni en las de algunos amigos y familiares, ojalá no haya sido una epidemia de orden general.
En la UBCH en la que participé la antigua líder fue reelecta con un margen que sobrepasó el 300% por encima del segundo lugar, aunque entre el segundo y el noveno se mantuvieron diferencias cortas. En esta UBCH la candidata a la reelección y los líderes de calle que habían perdido en sus comunidades se apoderaron de la instalación donde se desarrolló el proceso y del proceso mismo. No dejaron entrar a los lideres de calle y comunidad electos y tomaron el control de las mesas de votación y las urnas. A las seis de la tarde sacaron a todo el mundo a pesar de las protestas porque iban a comer y media hora después salieron con las cajas para efectuar el conteo.
No era necesario ese teatro de operación (lo de teatro es literal) para un resultado que ya se conocía de antemano.
Las comunidades, sin embargo se sienten contentas porque por lo meno renovaron libremente a los lideres de calle y comunidad.
Ahora bien esa alegría está siendo empañada por una información difundida a última hora, según esta el PSUV no le va a entregar a los nuevos lideres la dirección del CLAP sino que la va a dejar en los que fueron desplazados en esta elección, esperemos que eso no sea cierto; la comunidad en pleno salió a votar justamente para retomar los servicios que, en muchos sitios, están secuestrados.
SI esa fuera la decisión política, entonces nada habremos hecho y el pueblo llano, el de cada calle, el de cada comunidad sería burlado.
Esperemos que el cambio sea verdadero y efectivo. El pueblo se expresó en las calles y en las comunidades, el partido debería oír lo que se dice de las UBCH y tomar decisiones acordes a lo que el pueblo expresó.
Una líder de comunidad que fue reemplazada por paliza de su comunidad no debería haberse postulado para la UBCH y mucho menos haber ganado, pero la política es así.
Viviremos y veremos que viene.