Diálogo y más diálogo calientico, estimulante y oloroso a democracia, voluptuosamente imponente, eso sí, tiene que haber elecciones libres y creíbles sin dictadura ninguna que, Bolsonaro en Brasil perdió el balotaje y quedó incoherentemente mudo, se le esfumo la voz de la alegría de más poder y con ganas de quedarse con el coroto sin ladrón como él mismo dice, o sin un corrupto menos que no es bolsonarista, pero eso sí, acá, la presión es de vivencia política que viene estrictamente del Norte, capital de la democracia mundial sin espejitos incluidos como la de los españoles coloniales, pero con mucha cordura primordial de mucho respeto, aunque invisible a veces, se toca cuando se quiera, y así es como se gobierna, acate y el alicate político nada que ver con ustedes, libertad es libertad, la mayor ambición del que quiera gobernar con toda la prudencia del caso que se pueda esgrimir.
Ahora bien, dialoguen, aunque no te reconocemos dicen y, te pusimos un contrario, así como así, porque con inteligencia todo se puede y se debe que de acuerdo a nuestro nutrido criterio que no todo es color de rosa, aunque algunas veces sea de otro color, mientras no alboroten el avispero de la tolerancia, la paz sea con ustedes y, tienes que aceptar, bailes joropo o te sonrías con avaricia de poder no muy maduro y, la respuesta de acá no se hace esperar para poder ser reconocidos sin temblar por las medidas económicas implantadas que quedarían igualitas y martillando cronométricamente en los oídos de la paciencia que divaga en los oídos o hazte el loco, aunque no te tumbaremos, mandarás siempre presionado como un paupérrimo dictador y la respuesta acertada de acá, claro que sí que el diálogo va, pero con quién se dialogará, porque si a ver vamos, la oposición se multiplica ramificadamente en grupos y entre ellos traidores que aspiran a vivir mucho mejor de lo que vienen viviendo, pero su democracia es infinita y deslumbrante y, el pelele de Guaidó ladrando con un sultán sin bozal y, esa Venezuela, la Venezuela la de los próximos siglos con la ley y el orden que venga, porque debe venir de la altivez mundial que significa obedecer las imposiciones del Norte.
Pero, sino dialogan, por lo menos el gobierno de Maduro seguirá ensartado y como Maduro es para más rato, venga ese diálogo que, también los "dictadores", también dialogan a excepción de Bolsonaro que es Brasil en prepotencia fingiendo sueños de alegría y solvencia de un luchador sin límites, allá en Brasil, una masa de lo que será la nueva oposición a Lula si lo dejan mandar, piden a gritos a los cuarteles: dictadura, queremos dictadura ya Lula no lo queremos y, Lula al carajo y, como Lula quiere el poder, los cuarteles tienen que vivir con lo que venga que peor que Bolsonaro no puede ser y no está concebido, no así Maduro que se enfrascará de lleno en un diálogo nada tercermundista, sino más nortista, y por más que se engrinche de rabia, sin diálogo jamás habrá democracia creíble y gustosa, y eso por qué, pues porque así lo han decidido los gobiernos de los Estados Unidos de republicanos y demócratas, la misma vaina de pareceres, guste o no el libreto es único con el diálogo bordeando el futuro en este país que posiblemente haga la vida del venezolano mejor y no dando lástima fuera, porque sino, las medidas están ahí y, vigilados como estamos, entraremos en democracia, por lo que el gobierno tiene que aceptar lo que diga la oposición, nuestra ilustre oposición -¡viva la oposición venezolana!- porque de lo contrario, entonces para qué el diálogo que tiene que ser la forma de hablar el gobierno y la oposición y ambos aceptar se quiera o no, si es que van a llegar a una imposición de los dos grupos o, las medidas económicas seguirán castigando el gobierno de Maduro.
Y será o deberá ser Jorge Rodríguez en particular quien deba representar al gobierno en ese encuentro dialogante, quiérase o no, sino quieren seguir encogido de pareceres que, para los gringos es más de lo mismo, y lo oportuno y urgente es reunirse en México a dialogar sin tapabocas de ninguna clase, ni color alguno, allá no vale el rojo rojito del poder venezolano que Maduro como un buen conservador y además conversador entrará en el diálogo hasta que caiga el telón de su disposición de ser presidente de Venezuela sin el visto bueno de los gringos.
El diálogo del gobierno y de la oposición será como el pan caliente que más se venderá en lo adelante por los medios de comunicación y, Maduro como un observador nada extravagante deberá pensar que mandar en democracia sin la presión de Guaidó es mejor, porque así lo requiere y lo exige el Norte y, con el Norte no se juega aunque seamos del Sur.