Este domingo, en el programa José Vicente hoy, el invitado fue el Cardenal Urosa Sabino, en una de sus respuestas sobre “el uso” que supuestamente hace Chávez, vale decir la revolución, del nombre de Jesucristo, hace una mala interpretación de lo que en realidad ha querido decir el Comandante quien nunca, ni por asomo ha querido fundar un partido teocrático; afirma el prelado que no está de acuerdo con que el socialismo del siglo XXI, yo tampoco, en tanto en cuanto lo que se busque sea un movimiento religioso pero es que no es éso lo que se pretende.-
Ha dicho hasta el cansancio nuestro líder que lo que se requiere es un movimiento fuerte, sólido, con principios y basamentos ideológicos lo más originales posibles, que tome del marxismo lo que en realidad se pueda tomar que contribuya a tal fin, para tomar del CRISTIANISMO, lo que tiene de bueno como doctrina que Jesucristo nos legó pero de la cual él fue ejemplo viviente.
Nada más lejano que pretender lo que el Cardenal afirma haciéndole coro a una oposición que está queriendo vender la especie de que este sistema lo que quiere es implantar un comunismo que desconozca todos los derechos de la persona humana.-
Precisamente el ingrediente cristiano que junto al bolivariano, se compaginan para establecer un basamento doctrinario es lo que hace al Socialismo del Siglo XXI algo distinto, sui generis, que por ser tal, los que se oponen no terminan de digerir.-
Jamás se ha pensado en hacer una sacralización, del nuevo socialismo, nada más lejos que querer imponer la religión como justificación. Lo que pasa es que Jesús de Nazaret no es propiedad de nadie, ningún ser humano por muy prelado que sea puede abrogarse la exclusividad al hablar de Cristo, nadie puede negarle a nadie que mire en él un ejemplo a seguir en su conducta personal lo cual es apenas lógico que se traslade también a cualquier movimiento en el cual los hombres se organicen con objetivos de humanidad, de solidaridad, amor por el prójimo, sentido comunitario y todo lo que permita el mayor logro de bienestar de la sociedad en general y esto no raya en contradicción con lo que iglesia o las iglesias cristianas, incluida la Católica pregonan, basadas precisamente en las enseñanzas de Cristo.-
Nadie, ni siquiera voceros del PCV, han indicado como una institucionalización del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), será a ultranza marxista leninista , ello sería contradictorio con la idiosincrasia del venezolano, pero no todo lo que estos pensadores dejaron como legado debe ser desechado, como no todo lo que la iglesia católica pregona es dogmático, porque el sólo hecho de provenir de los hombres da pie para pensar que pueda adolecer de algo que le haga incompleto o perfectible, pues no hay verdades absolutas.-
Así pues que nadie está autorizado para lanzar epítetos contra la propuesta que está en discusión en estos momentos y que será el resultado de los aportes de múltiples actores que tengan como interés común el bienestar de todos los venezolanos, sin distingo, bienestar que debe pasar por la erradicación de la pobreza, por el logro de la participación igualitaria en los bienes producto de la utilización de los medios de producción, en el que la brecha entre los pocos que más tienen y los muchos que menos tienen se vaya reduciendo significativamente y lo más rápidamente posible.
Eso no significa otra cosa que entablar una lucha por los pobres, que es exactamente lo que hizo Jesucristo y lo que ha venido haciendo la revolución, eso sí, con múltiples obstáculos que venciéndolos han retrasado el avance a los objetivos finales.-
Ese retraso, esos obstáculos, bien conocidos por todos, unos que son historia y otros que están latentes como el magnicidio, hay que minimizarlos y por todos les medios evitar que se repitan, para ello se necesitan leyes inexorables, pero también un fuerte movimiento popular que ahora existe, pero disperso en múltiples organizaciones que estando unidas también por múltiples determinaciones, deben agruparse en un solo bloque invencible, con unidad de criterio, que no de pensamiento, en la manera de enfocar la lectura de la realidad, pues bien sabemos que es absolutamente imposible el logro de un pensamiento único por lo que quienes atribuyen esa intención al Comandante Chávez, aun sabiendo que no es así, declaran todos los días con la misma cantaleta, que Chávez quiere imponer una dictadura comunista a lo cubano, como aquello de: ¡viene el lobo, viene el lobo¡, y el lobo nunca llega, sin aceptar los hechos que indican que lo único que se ha hecho es aprovechar las experiencias positivas que Cuba ha tenido en 50 años de Revolución, en áreas como la educación, la medicina y el deporte y que aquí ya aplicadas han demostrado su efectividad que no admite argumento en contrario.-
No es que el cardenal Urosa, no lo vea así, como sí lo vislumbra otro prelado como Monseñor Mario Moronta, sino que hay intereses que halan muy fuerte y que a veces obligan a cerrar los ojos ante las cosas obvias.-
Habrá que decírselo tal vez en latín, el idioma que la iglesia tuvo que cambiar precisamente para hacerse entender por el pueblo y que fue un cambio introducido después de más de mil años, lo que hace incomprensible que cambios más ingentes que requiere la sociedad para adaptarse a la predica de Cristo, sean rechazados por quienes más cerca de él deberían estar y por lo tanto apoyando con alegría todo lo que vaya en la dirección de lograr cada día una mayor igualdad entre los seres humanos.-
¿Vimos u oímos acaso, a los prelados, o mejor a la cúpula de la Conferencia Episcopal, aplaudiendo los resultados de la misión Robinsón, o los logros de la misión Barrio Adentro, estuvo presta la jerarquía eclesiástica para ofrecer su colaboración, por ejemplo, con un espacio para el médico cubano, o para que los facilitadores de las misiones educativas ejercieran su labor?, de repente hubo la colaboración de manera muy excepcional a nivel de alguna parroquia, pero lo más lógico era esperar que la iglesia a nivel de la cúpula hubiese tomado como suyas todas las misiones que tantos y tan ingentes problemas han venido a resolverle a los pobres de este país.-
Estoy seguro que en tiempos de Cristo él hubiese sido el primero en apoyar y alabar prácticas cristianas como éstas.-
Definitivamente no, no se quiere tomar a Jesucristo como bandera política así como no se ha tomado a Bolívar como tal, lo que si debe quedar claro es que sus enseñanzas y legados de libertar, fraternidad, igualdad, solidaridad y amor así como, los hechos de los que fueron protagonistas en este sentido, entre muchos otros, son para la Revolución obligantes ejemplos y de ese sendero nadie nos apartará.
Los señores obispos deben estar tranquilos, aquí nos hay cabida para regímenes totalitarios, aquí el único “dictador” será siempre la voluntad de pueblo y a ella no podrán oponérsele sino aquellos enfermos de nostalgia por los tiempos idos en que, el pueblo sólo existía cada 5 años y al cual se le daba la espalda, dejándolo a su suerte para volver con los engaños y los cantos de sirena a lisonjearlo otra vez, para volver a engañarlo.-
Eso aquí se esta acabando, los residuos que quedan los vamos a derrotar y entonces, y cuando eso suceda definitivamente y el socialismo del siglo XXI, demuestre sus bondades, esperamos que los prelados estén ahí para reconocer que muchos de los logros inspirados en Jesús, han sido exitosos para beneficio de todos…... Amén