"La Ideología Alemana", escrita por Marx y Engels, es clarifícante: "La conciencia es ante todo…conciencia DEL MUNDO INMEDIATO y sensible que nos rodea, y conciencia DE LOS NEXOS… con otras personas y cosas…" Lo colectivo, lo social explotado, he aquí la fuerza popular. La consciencia de la realidad concreta tiene que ser colectiva y de clase, pues lo concreto es el todo existencial en su tiempo y espacio determinado. Cómo pedirle a la izquierda que vuelva a la lucha por el socialismo, si prefiere trabajar por el reformismo capitalista, el que encubre, como una vía socialista a su manera.
Antropológicamente, somos comunidad no individuos. Históricamente convertidos en individuos, somos frágiles para defender y reclamar nuestros derechos. Separados de los otros, autoaislados, somos débiles ante los poderes verdaderos. El sistema capitalista todo, y en particular sus medios de (in)comunicación, trabajan sin descanso para individualizarnos, enfrentarnos, tenernos en permanente competencia y desconfianza. Conociendo y manipulando nuestros sentidos y emociones, el capital nos impone sus reglas con o sin vaselina. La cultura capitalista creada, suele ser un espacio fértil para estos propósitos dominadores. Se trata de la democracia burguesa representativa hoy en crisis estructural. Ni Milei ni Massa resolverán la crisis argentina; ellos son parte de ella. Éxito y derrota lo demuestra. "Solo el pueblo salva al pueblo"; él es determinante. La dialéctica es así.
No debemos sorprendernos que el capitalismo procure un sujeto lo más individualizado posible, lo más fragmentado socialmente, lo más competitivo, el mercado así lo quiere, y el mercado es la columna vertebral del sistema capitalista. Por el contrario, una revolución articula unifica y consolida la antropológica unidad humana. En nuestros comienzos como especie, no fuimos "el hombre lobo del hombre"; no había propiedad privada, ni clases sociales, ni patriarcado.
Que hoy en la izquierda, naveguemos en las confusiones, los personalismos y las fragmentaciones, sospecho que lo individual pesa más que lo social. REFORMAS y más reformitas no tocan fondo; lo ocultan. Los gatopardianos buscan explicaciones, sin ver las realidades. Las cadenas de la burocracia burguesa se fagocitas las luchas revolucionarias. El sistema democrático burgués está para esto y más.
"El PODER SOCIAL, es decir, la fuerza de PRODUCCIÓN multiplicada…se les aparece a estos individuos, por no tratarse de una cooperación VOLUNTARIA… no como un poder propio…sino como un poder AJENO, situado AL MARGEN DE ELLOS…que no saben de donde procede ni a donde se dirige, y por tanto, no puede ya dominar…" La consciencia cuando lo es social, trasciende a lo moral personal y encaja en la práctica política ciudadana; hablo de una "moral revolucionaria". El SER SOCIAL consciente, es decir, la consciencia como teoría y práctica social de clase, tiene que denunciar y confronta el sistema existente; procurando pasar de dominados a dominadores. La ruptura con todo lo existente, se llama revolución, y es la antítesis dialéctica de lo real presente.
"La verdadera riqueza ESPIRITUAL del individuo, depende totalmente de la riqueza de sus RELACIONES REALES……LAS IDEAS DE LA CLASE DOMINANTE SON LAS IDEAS DOMINANTES EN CADA ÉPOCA… expresión ideal de las RELACIONES MATERIALES DOMINANTES…Los individuos que forman LA CLASE DOMINANTE TIENEN CONSCIENCIA DE ELLO." Esta "consciencia para sí" lograda por la clase opresora, explica su permanente conducta defensiva y opresiva; vigilan y controlan a sus oprimidos. Los explotados con sus luchas revolucionarias, deberán pasar de "la consciencia en sí" a la "consciencia para sí": la verdadera revolución únicamente puede ser obra suya.
"el hombre se sitúa de antemano como propietario frente a la naturaleza…por tanto su trabajo se convierte en fuente de valor de uso, y por consiguiente, en fuente de riqueza…NADIE EN SOCIEDAD puede adquirir riqueza que no sea producto del trabajo. SÍ, por tanto, NO TRABAJA EL MISMO, es que VIVE DEL TRABAJO DE OTRO…DE CADA CUAL SEGÚN SU CAPACIDAD; A CADA CUAL, SEGÚN SUS NECESIDADES". Convertida la fuerza de trabajo y la naturaleza misma en mercancía, el capital se apropia de ellas a cualquier precio, aún, al de la desintegración o destrucción de la naturaleza y hasta del hombre mismo. Hoy lo estamos viviendo. Las crisis que lo son del sistema hegemónico, le dan al capital fuerza de trabajo y materias primas más baratas, pero también con las luchas políticas populares, le causarán su muerte: son sus contradicciones insolubles en marcha. La consciencia verdadera de la clase explotada, le devela su poder revolucionario. Su tarea histórica: cambiarlo todo.
La lógica del capital es la de la mayor ganancia; las justificaciones sobran y la ética no cuenta. Globalizado, el capital buscará donde sea, sus dos oxigeno vitales: mercancías y fuerza de trabajo. Dinero-Mercancía-Dinero’. Con dinero, el capital compra todo lo requerido para el procesamiento de otras mercancías (Trabajo muerto impulsado con trabajo vivo). Compra también la mercancía fuerza de trabajo, con la que reproducirá su costo, MAS un importante capital (horas de trabajo no pagadas al trabajador) con el que se queda el capitalista: LA PLUSVALÍA. El trabajador, productor de esta riqueza, apenas puede reproducir su paupérrima existencia y la de los suyos más inmediatos. Se reproducen como clase oprimida: son proletarios solo tienen su prole…La lucha revolucionaria, debe ir más allá "de cuchillo y tenedor".
Teniendo "consciencia" del modelo como una TOTALIDAD dominante, entendemos la fuerza dialéctica que tiene la unidad social de los dominados. Individualizados, somos fáciles presas. La consciencia no es solo pensamiento, es praxis social de clase. Es pensar y hacer en correspondencia con su propia clase social. La lucha de clases es un hecho cotidianamente existente y concreto; se corresponde con la realidad, tal y como está organizado el orden social dominante. Es por esto, que las CATEGORIAS del sistema no se inventan, son expresiones de la realidad concreta. Continuará.