(Este escrito no pretende criticar la industria militar, al contrario, busca alertar sobre una posible pérdida de su soberanía)
Dice la nota de prensa:
“El también viceministro para el Comercio Exterior y Promoción de Inversiones, destacó que la Zona Económica Especial Militar Aragua, muestra un gran potencial y avance significativo en diversas áreas, que además, ofrece ventajas interesantes para la inversión internacional y nacional.
Por su parte, la autoridad única de la Zona Económica Militar Aragua, G/D Víctor Rosas Colón, informó que actualmente, evalúan proyectos bajo un marco de seguridad jurídica y un proceso administrativo amigable para los inversionistas, con lo cual, “impulsamos nuevas áreas y oportunidades de negocios”. La Zona Económica Especial Militar Aragua fue decretada por el Jefe de Estado el 10 de agosto de 2023, y con todo el potencial, está abierta a la inversión y al desarrollo. https://ultimasnoticias.com.
En el corazón de las ZEE subyace esta definición: “un marco de seguridad jurídica y un proceso administrativo amigable”, una payasada eufemística para decir que en ellas no se respetarán las leyes ni la Constitución. Cuando se refieren a “Un marco de seguridad jurídica” (no lo explica la noticia) uno se imagina que hablan de las precarias leyes: “orgánica de zonas económicas especiales”, de “Inversiones extranjeras” y la Ley “antibloqueo”, que desaplica leyes y permite acordar con los malos (o más malos) en secreto, leyes todas que violan la Constitución de hecho.
Es así, quizás, como dicen los propios representantes del capitalismo, “Bajo el diseño normativo actual de las Zonas Económicas Especiales ( ZEE) Venezuela ofrece reducidos (todavía reclaman más) beneficios fiscales, precaria infraestructura industrial y tecnología , limitaciones en la prestación de los servicios de energía eléctrica y suministro de combustible, por lo que parece poco probable que este esquema funcione...” (https://www.
Más fácil para el gobierno es crear “zonas económicas especiales” para negocios nacionales, para que capitalistas osados de Fedecámaras inviertan, por ejemplo, en los militares: ¡qué mejor garantía para los buenos negocios que tener a los militares como fiadores!, como intermediarios de sus inversiones frente a los pastosos administradores y garantes de nuestra Constitución: el gobierno nacional, la Asamblea Nacional y el TSJ. Se trata de otra picardía, convertir TODO EL PAÍS, todo el sistema productivo nacional en una gran ZEE liberada de soberanía nacional, privatizarlo todo a ver si caen los buitres extranjeros. Por ahí va el nuevo modelo económico de maduro, el de liberalizar toda la economía, ¡cero regulaciones!, para que los empresarios nacionales o extranjeros (los que estén dispuestos) inviertan en esta rebatiña inconstitucional… y todo por sostenerse en el gobierno como gestores del capitalismo.
En resumen, en el fondo se trata de un acto de flojera y cobardía, el desechar definitivamente la posibilidad de una sociedad independiente, soberana y justa, combinado con ambiciones particulares y privilegios. Y es que para hacer una revolución social socialista se requiere sacrificio personal y trabajo físico e intelectual sostenidos, lo que el madurismo no está dispuesto a hacer porque está incapacitado para hacerlo. Para Maduro y su equipo de habladores de paja es mejor que “el trabajo” lo hagan otros, que tienen los medios de producción y de persuasión (el billete) para hacerlo a provecho propio y el estímulo de la ganancia ilimitada que Maduro les ofrece. Eso de formar conciencia del deber social, de dar ejemplos de sacrificio personal, de vivir para la revolución no va con ellos, sus sueños son más simples y más vulgares, se agotan en sus propias insatisfacciones personales, un buen whisky vale más que la gloria, que no saben qué es ni cómo se come.
El despelote ideológico de maduro y del madurismo, ¡chicos pragmáticos!, va acabar con ellos y con país, Venezuela será muy pronto tierra de nadie, un país reseteado donde el que llegue primero se quedará con todo, un infierno de luchas por el control de los mejores negocios, que arrasará con todo y nos arrollará a todos, si lo permitimos,… a todos los trabajadores, a los más indefensos de conciencia, libertad, poder, salud, educación; pronto seremos una mercancía devaluada, si no, desechable.
Es hora de hacer otra revolución y volver a tomar el control de nuestro destino. Siempre será tiempo propicio para Chávez, hay que despertar. Si se llegan a realizar estas elecciones de la manera dispuesta por ellos, vamos a perder años de entusiasmo y esperanza y años en recuperar la clarividencia revolucionaria.