Contra-respuesta a la necedad “marxista-leninista”

De cómo no comprender la diferencia entre el comunismo teórico

El mejor consejo a un “marxista-leninista” que ha sufrido una alergia supurante a la crítica es mandarlo a recorrer de nuevo las fuentes, los clásicos. No le queda mejor camino que regresar a la liga de los comunistas de Marx, a las tesis del Manifiesto y a despertar del embrujo de sus propios hábitos mentales. Estimado: comunista no es marxista-leninista, le guste o no le guste. Comunista no es un miembro del partido comunista marxista-leninista. Comunista era Marx, no usted. Cuídese usted de confundir el comunismo y el marxismo-leninismo, que puede terminar siendo un perfecto marxista-leninista pero anti-comunista, como lo fue Stalin al enviar a tantos comunistas a Siberia.

Sobre el anticomunismo ya he escrito algo a propósito de las mentalidades de inciso sexto (Me imagino que conoce que pasó en 1936 con la ley Lara). Le recomiendo su lectura, en vez de supurar tanta descalificaciones. No se perturbe tanto, y utilice la irritación como fuente de creatividad ante la inercia de los hábitos. El PSUV necesita mucho de pensamiento comunista pero nada de estalinismo, para que lo comprenda, el marxismo-leninismo es un invento del estalinismo, esa es la verdad irrefutable. Trate de desmentirla con pruebas históricas, políticas y teóricas, y no gaste tinta en descalificaciones personales. De ejemplo de altura en el debate.

El error de los marxistas-leninistas (si lo prefiere llamar pecado desde su repertorio metafórico, ese es su problema), es confundir el comunismo con el marxismo-leninismo. Lo que usted no dijo es que un comunista cabal es aquel que no justifica el estalinismo-burocrático. Ciertamente la carcelaria estructura del “centralismo burocrático” existe en el vocabulario de Rosa Luxemburgo, y no en el suyo. El termino leninista es centralismo democrático, pero usted no ha pasado por las fuentes. Lea, lea, lea. Estudiar y luchar como decían en otras épocas. Aprenda a impensar el estalinismo. Ese es su reto.

Usted dice que el presidente Chávez quiere crear el PSUV, para llevar a cabo las directrices del gobierno y la revolución. Yo le respondo que las directrices serán construidas desde las bases del pueblo organizado en movimientos autónomos de base y en los espacios del partido. Hasta ahora no se ha designado nada del PSUV. El PSUV no existe, todavía no han comenzado ni siquiera la conformación de batallones socialistas y circuitos electorales. Usted esta desinformando y descalificando a pesar que la Comisión promotora tiene dos connotados dirigentes del PCV. Pregúnteles a ellos si se ha designado centralmente algo.

Lo que he escrito lo dijo textualmente Gramsci, estimado. Búsquelo, analícelo, trate de impensar sus hábitos de aparato. No se horrorice, Marx si “contaminó” al pensamiento revolucionario de positivismo y naturalismo. ¿Usted ha escuchado sobre las leyes histórico-naturales en algunos lugares de la obra de Marx? Si no lo ha hecho, vaya a los prólogos de El Capital. Allí entenderá mejor por que Gramsci escribió lo que escribió.

Sobre las proyecciones psicoanalíticas de a quién mueve el odio no me voy a extender. Sobre la anatomía del odio, Stalin fue un maestro. Recuerde que a los comunistas nos mueve el amor, un amor superior al narcisismo de lo idéntico, el amor al prójimo, al próximo, al diferente. Usted piensa muy diferente que yo, espero que comprenda que lo que planteo es que sus tesis están equivocadas: el comunismo no es el marxismo-leninismo.

Para Lukacs, la ortodoxia era el método, y eso lo dijo en una obra que fue condenada por Stalin, por cierto, ya que la dialéctica entre lo subjetivo y lo objetivo condenaba precisamente las incrustaciones positivistas y naturalistas, que Stalin justificó en su culto al desarrollo de las fuerzas productivas. El de Lukacs es el marxismo revolucionario, estimado, por si acaso no lo sabe…le recomiendo leer varios trabajos de Michel Lowy sobre este tópico antes de seguir polemizando. Ahora bien, usted ha convertido un hábito de pensamiento en un principio de identidad, realizando una extraordinaria analogía entre una actitud fanática acerca de una religiosidad específica y la suya. Con más razón, le digo, no piense como yo, pero cuídese del marxismo-leninismo que ya Stalin piensa por usted. Y de esto se ha cuidado mucho el comunismo teórico y práctico, del sectarismo, del dogmatismo, del fanatismo. Usted se encuentra en una situaución similar a la descrita por el filósofo comunista Polaco, Adam Schaff:

“Si un movimiento posee una tradición propia, sacralizada por la historia (el marxismo-leninismo) es evidente que por motivos varios y de todo punto de vista comprensibles, no renunciará oficialmente a ella. De hacerlo perdería su fuego sagrado, y con él, la carga emocional que el partido extrae de la gloriosa tradición de las generaciones pasadas, de los nombres que repite con ocasión de las celebraciones solemnes, del sangriento sacrificio, en fin, que aquellas generaciones hicieron por la causa.”(El comunismo en la encrucijada; 1983)

Lo comprendo, estimado, he irritado su carga emocional, su sacralidad, pero no lo justifico. Su carga emocional esta atada a un dogma de fe, no a una hipótesis histórico-política. Trate de ser comunista dejando de ser marxista-leninista. Así podrá leer sin tantos prejuicios a Lukacs, y tal vez comprenderlo. Cuando simplemente sea comunista sin ser marxista-leninista, entenderá porque yo no soy anticomunista. Saludos.

jbiardeau@yahoo.com.mx


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Javier Biardeau R.

Articulista de opinión. Sociología Política. Planificación del Desarrollo. Estudios Latinoamericanos. Desde la izquierda en favor del Poder constituyente y del Pensamiento Crítico

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