Proyecto Axiológico Colectivo, Epistemología Axiológica y Salud Mental Decolonial desde Abya Yala II

En el artículo de hace 15 días, contextualizamos y caracterizamos panorámicamente las sociedades del conocimiento/información actuales, lo histórico, la colonialidad como la cara oculta de la modernidad occidental en crisis civilizatoria, la Salud Mental Decolonial, como el encuentro entre tres grandes subjetividades, la subjetividad del ser, la intersubjetividad del amar y la intersubjetividad del tener-estar, a partir de este artículo presentaremos una propuesta, la nuestra, no la única y universal, porque creemos en un mundo pluriverso, no universal de un Proyecto Axiológico Colectivo para sociedades del conocimiento/información del Sur Global desde la Dimensión subjetiva de la Espiritualidad, Dimensión Geopolítica, poder político y poder de la ciencia y la tecnología al servicio del bienestar colectivo de los pueblos y Dimensión Axiológica para el rescate, armonía y protección de la relación naturaleza/humanidad y la cultura como organización del valor de uso (Samir Amin), por encima del valor de cambio que propugnan los poderes fácticos imperiales, capitalistas y conservadores del mundo de hoy.

Desde el início es necesario hacer una distinción, porque es común confundir o asumir como sinónimos, espiritualidad y religión/religiosidad, para distinguir entre el mundo religioso, la religión y el mundo espiritual, la espiritualidad. La Dimensión Espiritual como conciencia, Leonardo Boff (2023) nos recuerda: el drama del ser humano actual y su pérdida de espiritualidad, su capacidad de vivir un sentimiento de pertenencia, lo que se opone a la espiritualidad es la incapacidad de asociarse, complementarse con todas las cosas, como personas estamos disociados de la Tierra, del anima, por eso estamos sin espiritualidad. En la sociedad del conocimiento y la información de hoy, su "cerebridad", su razón científica, su racionalidad instrumental hay que impregnarla de corazón, emoción, sentipensar, de axiología, como razón integral bio-antropo-sociocultural, bajo el paraguas de la determinación social.

La Dimensión Espiritual del PAC que proponemos, nos indica lo antinatural y antiespiritual de la colonialidad como poder, colonialidad del saber y alienación como colonialidad del ser, además de ser la cara oculta de la modernidad occidental capitalista (Mignolo, 2005) en crisis civilizatoria, porque es imposible la vida, sin reconocer al otro, al nosotros como naturaleza y como ser viviente, somos indefectiblemente compañeros de ruta para siempre. Mi "yo", me permite proyectar en el "nosotros" mis potencialidades y debilidades, a su vez el "nosotros" como contexto natural, sociopolítico y cultural me proyecta sus potencialidades y debilidades, convirtiéndose ambas situaciones (Mi "yo" y nosotros contextualizado), en un todo estructurado dialéctico materia/energía/espiritual. Ilustrando lo anterior, un "yo" inseguro, puede ser fortalecido por un contexto potente y seguro, de igual manera, un contexto con una naturaleza debilitada y procesos sociopolíticos en crisis, pueden ser potenciados, por pueblos como sujetos colectivos históricos y culturales, fuertes axiológica y epistemológicamente.

Con lo anterior queremos señalar que: la humanidad enraizada en la tierra como naturaleza, convierte esa naturaleza en "pacha mama", madre tierra, es decir, origen de la vida, por ello para Carlos Gustavo Jung, la vida es: la historia de autorrealización del inconsciente colectivo, no de mi inconsciente, de ahí que tomar conciencia de la vida que nos vienen de la pacha mama, es parte de nuestra espiritualidad. Espiritualidad es tener conciencia de la trascendencia como necesidad humana, más allá de la vida, de nuestra vida y en vida, como acompañante de nuestra capacidad para transformar, si no transfórmanos, es porque no somos trascendentes y si no creemos en la trascendencia, no podremos tener aptitud y actitud de trascender.

Como seres humanos espirituales, somos materia hipercompleja en constante interactividad energética. Gracias a la ciencia hoy sabemos que el universo apareció hace unos 13 a 15 millones de años y dicho universo, está formado por el conjunto de las relaciones equivalentes de materia/energía, materia como energía concentrada, la subjetividad humana también es un conjunto de relaciones materiales y energéticas hipercomplejizadas con nuestras de vivencias, experiencia de donde emergen los vínculos afectivos (solidaridad/hostilidad, lealtad/traición, amor/odio, encuentro/rechazo, esto es lo axiológico constituyente de la espiritualidad que se asienta en la subjetividad/intersubjetividad humana, hipercompleja y contradictoria que se realiza a través de una conciencia humana, que siempre será contradictoria. La humanidad actual, sumida en el consumismo de cosas materiales, desde una concepción de la sociedad como mercado impulsada e impuesta por el capitalismo, da muestras de estar poseída de un gran vacío existencial y axiológico.

Este extravío de la espiritualidad humana, ha mermado nuestro mundo espiritual como fuente principal, no única, de inspiración de lo nuevo, de esperanza, de la necesidad de transcender y autor ascender, el ser humano se siente plenamente humano, cuando busca autosuperarse, es ser humano como proyecto infinito, repleto de virtualidades, que en parte, se realizan en la historia como singular/colectiva y más allá de ella, es mantener siempre nuestro espíritu crítico, porque también con la espiritualidad y los bienes espirituales, en el capitalismo que todo lo que toca lo convierte en mercancía, se hacen negocios, como se ve en la religión/religiosidad que al asociarse con la política, no es para lo sagrado la asociación, sino para lo profano, el negocio, el encuentro de intereses mercantiles y de lucro.

La espiritualidad convertida en mercancía, es alienación, es la transformación de las cualidades del espíritu humano como amor, compasión, paciencia, tolerancia, capacidad de perdonar, alegría, coresponsabilidad, armonía, felicidad, como sustento axiológico de la Dimensión Espiritual del PAC que proponemos. Las cualidades del universo, develadas por los avances científicos y tecnológicos contemporáneos, han promovido cambios, que modifican nuestra mirada de la realidad y el futuro.

Podemos señalar como promotores de cambios. La teoría de la relatividad de Einstein, conjugada con la mecánica cuántica de Heisenberg y Bohr. Estas teorías nos obligaron a entender el universo como energía, estructurada siempre en campos, propia de la materia como forma condensada de energía. El descubrimiento del carácter probabilístico de los fenómenos representa la concreción de una probabilidad, como dinámica: orden-desorden-nuevo orden. Así parece que fue el surgimiento de la vida en el planeta, en un momento de alta complejidad de la materia en desorden que se autoordenó inaugurando un nuevo orden que consiguió sustentabilidad y capacidad de autorreproducirse, La tercera posibilidad de cambio, la proporciona la ecología integral, aprehende y articula los más distintos niveles de realidad, viéndolos como momentos del único e inmenso proceso evolutivo del universo, que posee carácter sistémico, interrelacional y abierto hacia formas cada vez más complejas, ordenadas y aptas a realizar sentidos cada vez más altos y conscientes.

Estas miradas "otras" de cambios, nos ofrecen futuros "otros" de la vida, del universo y de posible solución de la crisis civilizatoria actual, por la vía de repensarnos, descolonizarnos desde miradas "otras" desde el poder, el saber y el ser, levantando la arquitectura de una nueva civilización, que nuestro querido y siempre recordado Enrique Dussel señala que es la transmodernidad a la que nos aproximaremos en el próximo artículo.




 



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Pedro Alcalá Afanador

Doctor en Ciencias Gerenciales - Doctor en Ciencias Sociales - Especialista en Salud Pública - Psiquiatra - Médico Cirujano

 alcalaafanadorp@gmail.com      @alcalaafanadorp

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