La Constitución contra la Constitución

A los que se amparan en la constitución para atacarla, atacar al estado, denigrar de las autoridades genuinas y legítimas, hay que recordarles que ella surge para defender del dominio extranjero a nuestro país, continuar la independencia iniciada por Simón Bolívar, darle poder al pueblo desplazando a los ricos y crear una nueva institucionalidad popular y revolucionaria solidaria con otras revoluciones en el mundo.

Es por lo tanto entender que cuando en esta Constitución se habla de pueblo se refiere al pueblo llano, sin riquezas, medios de producción o vinculaciones partidistas o familiares que le permitan mantenerse en un nivel de vida superior al de las familias trabajadoras que conforman la mayoría de la población venezolana. 

Los grupos de derecha, sus organizaciones periodistas, opinadores, escritores de oficio o no, personalidades menguadas de la cuarta república, nuevos cuadros fascistas tránsfugas de experiencias de izquierda y del progresismo quieren discutir el rango de actuación, de la Constitución y de los organismos que en ella se señalan, entre ellos el Tribunal Supremo de Justicia TSJ y el Consejo Nacional Electoral CNE  que es lo mismo que cuestionar la vigencia de la Constitución, sustituyéndola nada menos que por sus pobres opiniones generalmente no documentadas o mal documentadas. 

Por supuesto que todas las actuaciones del Poder Ejecutivo y de su Presidente Nicolás Maduro están cuestionadas desde todo punto de vista calificándolas generalmente de arbitrarias porque no se han sometido a la aprobación de organismos internacionales. No toman en cuenta que hoy el contexto internacional ha sido modificado considerablemente por el avance del imperialismo que ha superado la institucionalidad que creó junto con los estados nacionales a los cuales ahora no los reconoce de pleno derecho y tampoco a los organismos internacionales donde ellos participan, sustituyéndolo por una nueva “legalidad” institucionalidad  basada en reglas.

Lo que no señalan es cuáles son esas reglas, porque no responden a las reglas liberales clásicas sino que más bien corresponden al nuevo orden internacional imperialista, donde los países organizados por la OTAN y bajo la dirección de Estados Unidos, impone sus reglas con total desfachatez. 

Los grupos de derecha quieren desconocer la propia constitución venezolana malinterpretándola o invocando derechos inventados para las personas o para los procesos o interpretándolos según sus intereses y visiones personales y politiqueras vinculadas a intereses extra nacionales. Si eso no es temeridad tendrán que tomar un curso avanzado de castellano y literatura en cualquier liceo del país. 

Quieren utilizar a la Constitución contra la propia Constitución cuando se refieren a sentencias de las Salas del TSJ que ellos dicen que el TSJ está incumpliendo. Esta galimatía legal solo se le ocurre a un recién llegado a los grupos de derecha que quiere justificar el dinero recibido. 

La ignorancia de las leyes en este caso de la Constitución viene dada porque ella señala que es el Tribunal Supremo de Justica TSJ, gústele o no a la derecha y sus avanzadillas,  el máximo y último intérprete de la constitución y así lo saben y aplican todos los tribunales de la República. El Tribunal Supremo de Justicia no invade nada, no tiene que realizar aclaraciones extemporáneas, simplemente analiza, interpreta y aplica una sentencia. La ley es dura pero es la Ley, y los grupos de derecha deberían buscarse abogados que lo sepa. 

Al final no es un problema legal, es un problema de clase social. Estos grupos y personajes representan, los intereses de los grupos aristocráticos, (aunque veo algunos oscuritos y marrones entre los derechistas) encopetados, acostumbrados a mandar durante 200 años y que no quieren aceptar que ahora manda el pueblo. Ellos insolentes e impertinentes, ansían restituir posiciones ya perdidas desde 1.999 en que el pueblo voto por otra Constitución, que es la que contempla toda la normativa que permite las actuaciones del Tribunal Supremo de Justicia Venezolano de hoy. 

Es que podemos proclamar que la Constitución venezolana promovida por Hugo Chávez surgió en contraposición a los valores y prácticas de la llamada "cuarta república" en Venezuela que los grupos de derecha quieren restituir y creen que es una causa que seguirá el pueblo venezolano. Están mas “pelaos que gueso de sabana” y si la Constitución, sus leyes y procedimientos tienen lagunas y fallas como plantean hay que corregirlas, pero a favor del pueblo para que la derecha no se vuelva a equivocar.

La Constitución de 1999, impulsada por Hugo Chávez, busca fundar un nuevo orden político, económico y social en Venezuela, como el que estamos construyendo y al que se oponen los derechistas, en el que se priorizan los intereses venezolanos, los derechos sociales, la participación ciudadana y la soberanía popular.

Esta nueva Constitución representa un cambio radical, que no se ha consumado plenamente, respecto a la anterior, redactada en 1961 durante la "cuarta república" y que se considera fue un atropello a la nación, a su gente, a sus derechos y al manejo de su riqueza y de su futuro. Por lo tanto esta Constitución, la de Chávez, se concibe como un instrumento para transformar la sociedad venezolana y promover un modelo de desarrollo más participativo, productivo, nacionalista y socialista. 

Con ella se realiza el gran esfuerzo de rescatar el legado histórico de la generación emancipadora, que en la gesta heroica de la independencia de Venezuela y de Simón Bolívar, luchó para forjarnos una patria libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera y de malos hijos que no son hijos. 

Cuando vuelvan al Tribunal Supremo de Justicia, derechistas, acuérdense de estos principios constitucionales que guían a los Magistrados que componen a ese máximo tribunal y en base a ellos actuaran. 

 


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Oscar Rodríguez E


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