El Arado y el Mar

El presidente Maduro debe renunciar para evitar que la Patria se pierda

Es público, notorio y más que evidente, el estruendoso, total fracaso del presidente maduro en la conducción del país. Todo le salió mal, su balance es negativo total: la economía, un desastre, acabó con pdvsa, con el salario, con el bolívar. La educación, fue arrasada, no hay estudiantes, no hay docentes, la calidad es baja. La salud, fue privatizada con mal disimulo, no existe la salud pública gratuita y de calidad. La organización social, el empoderamiento del poder popular no existe, ni empoderamiento, ni poder, ni popular. En la política, el desastre es total: traicionó el legado del Comandante Chávez,  acabó con el sistema electoral, lo prostituyó, lo despojó de credibilidad. Instauró una nueva modalidad de dictadura, el pranato, altamente ineficaz

Donde más daño hizo el presidente maduro fue en la lesión al alma colectiva, se perdió la conciencia del deber social alcanzada en el gobierno de Chávez, ocho millones de éxodo certifican la pérdida del sentido de Patria, desconcertados, sin esperanza, sin guía se fueron a luchar afuera lo que no pudieron, no le permitieron, no le dieron oportunidad de luchar adentro. El presidente maduro nos convierte en un país sin esperanzas, sin autoestima, una sociedad desconcertada, sin razones para vivir, depredadora de sus semejantes. Una sociedad en vías de extinción.

En medio de este derrumbe de la sociedad, del país, el gobierno madurista se muestra agotado, o mejor muestra, comprueba su carencia mental para dirigir un país; al contrario lo arruinó todo. El  fracaso es rotundo.

¿Qué viene?

El país, esta sociedad, es ley de la vida, debe cambiar, el madurismo no puede seguir, ya no da más. Ahora, el problema, la incógnita es ¿qué vendrá?

Y en estas circunstancias decisivas, sin gobierno, con un vacío en la dirigencia política nacional, toda, lo que se vislumbra es una dictadura feroz, que ya asoma. Las condiciones van modelando, exigiendo, prefigurando la conducta dictatorial, por ejemplo el atropello a la ley, por parte del madurismo, allí están los presos sin causa y sin juicio, como Enrique Márquez, Rocío Son Miguel, por decir dos, pero son más de mil.  O el odio a la propiedad social, base de una sociedad sana, mostrado por los mariacorinos, al plantear de manera arrogante la privatización del petróleo, de la PDVSA ROJA ROJITA, y la disolución en la práctica del Estado, conducta que tiene larvado su correspondiente en lo social, en lo cultural, en el tipo de gobierno. Y anticipa una feroz dictadura, que igual se prefigura en el gobierno divorciado de la realidad, de su condición de derrotado, fugitivo de la verdad, mentiroso sin freno.

La derecha opositora está preparada para su dictadura, tiene plan de gobierno, tiene estructura, tiene vocación de casta, resentimiento social, odio, sigue la escuela de trump de milei. En este momento, con un gobierno ausente, acabado, sin capacidad para recomponer al país, una dirigencia revolucionaria replegada, dispersa, que aún no reacciona, y por otro lado una derecha opositora de perfil dictatorial franco represivo, antipopular. Lo que se puede vaticinar son años de horror para el país. Una nube negra dictatorial como poco se ha visto en el norte del continente avanza sobre Venezuela.

En estas circunstancias son imperativas dos acciones: una, el aparecimiento, ya, de la dirección revolucionaria, que los líderes se organicen y den un paso al frente.

Segundo, LA RENUNCIA DEL PRESIDENTE MADURO PARA FACILITAR LA ASUNCIÓN DE UN GOBIERNO DE SALVACIÓN NACIONAL CAPAZ DE FRENAR EL SURGIMIENTO DE LA DICTADURA DE LA BARBARIE.

El Presidente Maduro, debería, en un retiro espiritual, reencontrarse con su yo, disipar las imágenes interesadas de los asesores y consejeros, y entender que fracasó, pero no todo está perdido. Puede pasar a la historia como un grande, remendar su fracaso, con una última acción superior: dar un paso al costado, renunciar  y facilitar la constitución de esa junta de emergencia que tanto se necesita hoy.

Puede comenzar por llamar a los Chavistas que, por denunciar la tragedia que se gestaba, fueron execrados, calumniados, convocar a personalidades con alta capacidad intelectual que han sido críticos de la deriva hacia el fracaso, como Luis Brito, Vladimir Villegas. Liberar a los Gerentes Petroleros de la PDVSA ROJA ROJITA, ahora presos, llevarlos de nuevo a la Campiña para comenzar la sanación de la industria, de la economía nacional. Liberar a los presos políticos, a todos, los de allá y los de acá, los con juicio y sin juicio.

Si el Presidente Maduro, da ese paso entrará a la historia por la puerta grande, si insiste en su posición terca y destructiva, la historia lo condenará.

¡VIVA CHÁVEZ!

¡VENGA TEMPESTAD!



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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