1. La Revolución Venezolana necesita una auténtica dirección colectiva. Así, lo ha comprendido Hugo Chávez, su máximo dirigente. La complejidad del actual proceso político requiere del pensamiento, la reflexión y la acción de los revolucionarios integrados en una organización con acendrado espíritu participativo, democrático y unitario. Esto sólo puede lograrse a través de un partido político que recoja las inquietudes y proposiciones de los militantes; las discuta desde las bases; suban y retornen a lo alto, largo y ancho de todas las instancias organizativas, hasta consolidarse en voluntad del partido, rompiendo así con todo cogollerismo y dirigentes sin respaldo.
2, Las transformaciones que se adelantan en nuestro país, el desarrollo del socialismo en el marco de la integración y liberación de América Latina, deben cohesionarse en un Programa Político que oriente no sólo en los avatares de la lucha política cotidiana sino que fije los grandes objetivos estratégicos de la Revolución. Hasta ahora se han logrado reivindicaciones fundamentales que se recojen en la Constitución Bolívariana; pero, es tarea pendiente las líneas programáticas de la acción política que conduzcan a la transformación radical de nuestra sociedad en un sociedad productiva, justa y más humana. Esta tarea sólo puede ser asumida e impulsada por los revolucionarios organizados en un partido político.
3. Los revolucionarios necesitamos una instancia organizativa en la cual puedan discutirse desde nuestra perspectiva los grandes problemas del país, las tareas de la Revolución y se tomen las decisiones que impulsen y profundicen la acción revolucionaria. Un espacio en donde las ideas salten de la esfera individual a los espacios de lo colectivo, convirtiéndose, después de las confrontaciones ideológicas necesarias y prácticas indispensables, en pensamiento y acción del partido.
4. Se requiere unidad de acción ante un enemigo poderoso y tenaz. Nuestra Revolución avanza enfrentando enemigos internos y externos, poseedores de ingentes recursos que no dudan en utilizar en cualquier oportunidad y cuyos efectos retrasan y ponen en peligro las conquistas del pueblo. Una acción política decidida por un PSUV democrático y con autoridad derivada de una línea apegada a los intereses de la Revolución contará con la voluntad consciente y disciplinada de sus militantes. Son numerosos y diversos los frentes de lucha; pero, en cada uno debe avanzar indetenible la revolución, a través de militantes comprometidos y decididos a conquistar nuevos espacios.
5. Los vacíos que supone la ausencia del Partido Socialista Unido Venezolano son copados por el personalismo, el oportunismo y la anarquía. La manera de combatir flagelos tan terribles es construyendo un gran partido revolucionario y todos nuestros esfuerzos deben estar dedicados a tal fin.
Tenemos la oportunidad de construir el partido democrático y combativo que requiere la Revolución Bolivariana de Venezuela.
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