Entrevista realizada a Ludovico Silva en el año 1982

Ideología, Cultura y Medios de Comunicación

(La entrevista que a continuación trascribimos fue publicada en el
periódico "Prueba" de la Escuela de Comunicación Social de la UCV, el 31 de
marzo de 1982. Hoy nos parece interesante retomar lo expuesto por nuestro
amigo y profesor Ludovico Silva hace 25 años ante la vigencia de su
pensamiento en la Venezuela que se enrumba hacia un sistema socialista y de
integración latinoamericana):

Luis José Michelena o Ludovico Silva es uno de los investigadores
sociales de nuestros tiempos que más trabajos ha publicado sobre los
fenómenos de la ideología, la cultura y la alienación.

Ludovico es un hombre sereno, excelente oyente y conversador de un
sencillo lenguaje. Nuestro entrevistado se considera un hombre de cultura
que: "Sin embargo, ahí tengo mi televisión y la veo todas las noches. Y como
buen hijo de vecino prefiero los canales comerciales, porque estoy habituado
a eso y no me da pena confesarlo. Y es que todo el mundo vive absorto a la
ideología que nos bombardean diariamente los medios de comunicación; el
escape a esto es el estar consciente y tratar que las representaciones
de las mercancías no se nos hagan inconscientes".

Desde su libro La Plusvalía Ideológica, su primer trabajo publicado,
pasando por Teoría y Práctica de la Ideología y hasta La Alienación como
Sistema, trabajo aún en preparación, Ludovico ha basado sus análisis
sobre estos problemas en una cosmovisión Marxista Heterodoxa.

"Profesor" preguntamos "¿en los medios de comunicación social de nuestro
país a qué podemos llamar cultura y a qué ideología?".

"Bueno, la pregunta es interesante. Aquello que Marx llamaba como
metáfora la superestructura de la sociedad, es una región diferente a la
región material, en la cual se pueden distinguir dos zonas: una pertenece a
la cultura; y otra a la ideología".

"¿En qué se diferencian?"

"En que la zona de la ideología está compuesta por todas aquellas
creencias, valores y representaciones de carácter fetichista, que segregan
todas las sociedades donde hay explotación, y cuyo fin y destino es encubrir
y justificar idealmente en la cabeza misma de los explotados el sistema de
explotación que tiene lugar en la estructura material de la sociedad. Esto
sería la definición de la ideología".

"¿Y con relación a la cultura?"

"Diríamos que dentro de la superestructura la cultura cumple un designio
diferente al de la ideología, por cuanto la obra cultural, la obra de los
grandes artistas, la obra de los grandes poetas, la obra de los grandes
científicos, al revés de la ideología, consiste en poner al descubierto las
relaciones reales que existen entre los hombres".

Para el profesor de filosofía lo poco que aparece en los medios de
comunicación que se puede llamar cultura se encuentra absolutamente ahogado dentro de un mar ideológico. Es decir, que nosotros prendemos la televisión y, sin saberlo o sabiéndolo, preferimos los canales de comunicación
comercial: "Porque recordamos cotidianamente toda esas pequeñas cantidades
de falsas necesidades que nos han creado y que en el fondo nos complace
verlas y escucharlas, porque nos hacen sentir dentro de una hita mágica de
seguridad. La seguridad de quien sólo consume. En cambio un canal que no
tenga comerciales, o intermedios de cualquier tipo, es un canal que nos deja
a merced de nosotros mismos. Nos deja frente a nuestra conciencia. Nos
desnuda y nos deja sin fuerza, ¿por qué?, porque tenemos que apoyarnos en
esa muletilla comercial para poder sentirnos seguros. Entonces, claro, todo
esto es un fenómeno muy ligado con el subdesarrollo y la dependencia".

Ludovico atiende el teléfono, instante que aprovechamos para contar 38
figuras de búhos, de distintas formas y materiales que adornan el cómodo
apartamento del poeta y ensayista.

"El búho es el símbolo de la filosofía. Mis amigos que conocen esta
afición mía de coleccionar búhos me han traídos estas figuritas de todas
partes del mundo".

Ludo, como lo llama su hija Thaís, vive en un bonito conjunto
residencial, ubicado en el este de la ciudad. Allí es vecino de Pedro León
Zapata y de Jesús Sanoja Hernández, quienes comparten con él la fresca
alboreada manzana de cinco pequeños edificios.

"¿Cómo definiría usted el concepto de Identidad Nacional?

"Eso es una cosa un poco tautológica. Porque el famoso principios de
identidad es sencillamente que A es igual a A, entonces Venezuela es igual a
Venezuela. Pero, sin embargo, nosotros tenemos una cantidad de cosas
compuestas por nuestras tradiciones, por nuestro mestizaje cultural, por una
serie de valores que se gestaron hace tiempo, hace muchos años, como el
valor de nuestra independencia política, el valor de nuestros grandes
próceres, de nuestros grandes escritores, nuestras costumbres, todo lo que
habitualmente se llama folclore, son una secreción espontánea de nuestra
sociedad y que tiene un gran valor, entonces, en el mero sentido de la
palabra eso son valores de la nacionalidad. Ahora en realidad, definir
Identidad Nacional es un poco definir lo indefinible, no se puede no hay un
patrón de medida. Yo insisto en que esa personalidad tiene que ser
continental y no un país. Porque nosotros estamos divididos en regiones por
un artificio de caudillos que se apersonaron de diversas cosas. Yo prefiero
hablar de América así como lo dijo Bolívar, que si lo dijo hace tanto tiempo
porque nosotros vamos a ser más retrógrados que él. Nosotros debemos pensar
que somos un continente con variedad de costumbres, pero somos un continente
con una visión propia".

economiaensencillo@gmail.com


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José Luis Díaz


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