Si no hay confrontación, no habrá revolución, máxima que viene como anillo al dedo; esto en razón a que considero que estamos siendo endebles ante la posición fascista de la derecha oposicionista que está siendo orquestada por intereses inconfesables de la oligarquía nacional y sus amos del norte.
En este sentido, creo que si no reaccionamos correctamente ante la arremetida mediática del plan preconcebido de la derecha oligárquica interna y foránea corremos el riesgo de retroceder y de perder el impulso que con tanta perseverancia ha venido construyendo la mayoría del pueblo Venezolano.
Recordemos que toda obra de teatro tiene su guión, su trama, sus autores y su público y mucho de esto esta sucediendo en las últimos meses o semanas, donde bajo a acción bien orquestada por parte de los guionistas que mueven los hilos de la marionetas, hemos estado observando casi impávidos la escenificación de escaramuzas que alteran la tranquilidad de actividades que han sido convocadas en nombre de la democracia y la libertad.
En verdad la derecha no se está chupando los dedos, tiene su plan y lo está ejecutando, mientras que nosotros pareciera que estamos a la expectativa, esperando que éllos (léase la derecha), hagan de las suyas, para entonces nosotros reaccionar y caer en su juego; donde éllos (léase agresores) son presentados por sus medios de comunicación, como los agredidos, mientras nosotros (léase el pueblo chavistas), somos mostrados como alteradores del orden y agresores dentro y fuera del país; ya que, sin proponérnoslo hemos caído en su guión.
Aquí surge la pregunta:-“¿Qué hacer? Como diría Lenín: y la respuesta no es otra que :-“ Desechar las ilusiones y prepararnos para la lucha”, es decir, estar bien claro, que debemos diseñar y poner en práctica nuestra propia estrategia de calle y de información mediática; y eso pasa porque dejemos de ser parte del público que en los últimos tiempos ha pasado engrosar las movilizaciones y concentraciones diseñadas y puesta en marcha por la oligarquía nacional y trasnacional que se vienen oponiendo abiertamente al proceso revolucionario que impulsa el Presidente Chávez.
En política, lo correcto es no bailar con la música del adversario, y menos aún en terrenos del enemigo. Por eso creo que alguien se debe detener a revisar con lupa lo que está pasando, lo que estamos haciendo, para recomponer o diseñar una estrategia capaz de contrarrestar el juego mediático preconcebido de la reacción que no pierde oportunidad para tratar de salirse con las suyas y para eso ahora está utilizando acertadamente una parte importante del movimiento estudiantil.
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(*) Alcalde del Municipio Jáuregui