Insistimos en Bolívar

El pensamiento revolucionario de Bolívar, tenemos que trasladarlo progresivamente de la utopía a la realidad, es necesario adaptarlo a las nuevas exigencias y contradicciones de la sociedad de masas latinas y caribeñas. En nombre del realismo y de las enseñanzas que pragmáticamente extraemos de su proceso histórico, el nuevo paradigma democrático revolucionario está sufriendo sucesivas metamorfosis, que nunca se imaginaron los irreconocibles ojos del viejo y derrotado socialismo europeo. Muchos socialistas continúan moviéndose bajo el péndulo conservador, estático y mal interpretado de revoluciones que desviaron la verdadera doctrina de libertad, justicia e igualdad. Pero esta vez las antinomias han echado raíces en el enmascarado terreno de las “democracias”, cuyo concepto lo dicta ahora mismo el verdadero realismo político y doctrinario el cual demuestra con énfasis que no viene a rebasar los limites de la vieja experiencia para no sucumbir nuevamente en el romanticismo de los “sueños”.

En verdad si se enfocan los documentos del Libertador Simón Bolívar como doctrina para un nuevo socialismo, nos vamos a sorprender; al encontrar que tenia como vía posible “cambiar la manera de cambiar”, porque lo importante no es que cambiemos a Bolívar, sino cambiar la manera de cambiar la sociedad. Es pues, una cuestión de maneras y Bolívar nos la señala con claridad y exactitud. ¿Quién dice que las maneras no son importantes? El neoliberalismo es una manera, o como dicen los economistas, un modo de producción. ¿Cómo podemos cambiar esta manera o modo? Bolívar nos dijo que la única forma de cambiarla es uniéndonos y convirtiéndonos en una sola fuerza. Bolívar no fue socialista declarado como tal, pero él en la parte económica, señala claramente que la nuestra tenía que ser una economía mixta, él señaló siempre tres sujetos: La Republica, la empresa domestica privada y la propiedad social, la cual debería funcionar en beneficio colectivo. Nunca pensó en estatizar la propiedad privada, pues él sabía que esto no conllevaba sino a construir un modelo negador de libertad y seria como copiar el mismo que mantenía el imperio que había construido una monarquía que tarde o temprano se condenaba al fracaso, porque era generadora de explotación, robo, pillaje, violación, para los miembros de nuestra civilización, en una palabra, un sistema esclavista.

Por ningún motivo pretendo en lo mas mínimo agotar el campo teórico circunscrito por las relaciones entre el Bolivarianismo y el método científico que nadie hasta ahora vio en el Libertador, pero quiero abrir el campo de las reflexiones con puntos de vista analíticos que nos interesan comprendiéndolos en su verdadera esencia dentro del carácter especifico revolucionario del método que hasta este momento se ha ocultado del Libertador. Este punto tan controvertido, pero sin trajinar por los historiadores y sobre todo referente a las relaciones entre la tesis y la practica. Bolívar desde temprano mostró en sus escritos un increíble empeño en no disociar la teoría de la practica, pueden leerse en la mayoría de sus proclamas ese empeño y fue en la tesis precisamente “Guerra a Muerte” donde desentierra el utopismo de la libertad, para contestarle políticamente en la practica al horrendo terror que había impuesto el imperio a nuestra civilización.

Ahora bien, mi preocupación se centra en la desviación objetiva que veo y siento en cuanto al verdadero sentido ideológico del bolivarianismo, en aquello que hablamos de crear y no de copiar el atraso, la barbarie, la demagogia, el despotismo, de ese socialismo inhumano que vivió Europa y parte de Asia en el siglo XX. Yo pienso en verdad en el pensamiento de Bolívar, en que tenemos que unirnos e independizarnos realmente del imperio, en la lucha contra el vasallaje neoliberal, en aras de una patria culta, justa, soberana y socialista. Estoy convencido de que por ahí es donde nos tenemos que enfocar. Ese peregrinaje nuestro de tantos años en busca de nacionalidad, todavía hoy esta alienada brutalmente al imperio bajo la bota capitalista neocolonial. Las ruedas de la revolución rechinan, a pesar de que le echamos aceite al engranaje de la rígida maquinaria de nuestra historia, surgen esfuerzos contrarrevolucionarios que se empecinan en perseguir ideologías demagógicas, reformistas, inhumanas, que solo persiguen mostrar un cambio que no cambia y que solo responden a otros intereses muy contrarios a lo que nosotros necesitamos, es decir, en la realidad no responden a las exigencias nacionales y populares. No se puede callar y decirle todo amen, no camaradas, en nuestro seno eso da desesperación, angustia, precipitación. Yo he insistido desde la primera victoria, y a un no tenemos un partido que nos sirva de base, de apoyo político, por eso ahora cuando se abre un nuevo periodo táctico y se busca enrumbar la nación por nuevos caminos, perdemos fuerzas y hombres, y ese error político se debe a la falta de conciencia revolucionaria bolivariana, cuyas acciones practicas hasta ahora han sido nulas.

vrodriguez297@hotmail.com


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Víctor J. Rodríguez Calderón


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