Es difícil comprender y asimilar que los buenos actos de desprendimiento y la demostración de lealtad sean socavados por embestidas penosas que sólo dejan ver la carencia o ausencia de gerencia política y humana que predomina por encima de la razón en un abanico de políticos que ayer y hoy desfilan por las necesidades del pueblo. De tal manera que la mejor presa para esos “grandes” políticos es cuando se percatan de que hay juventud emergiendo del verdadero sumo revolucionario, socialista y chavista para, como dicen en mi tierra darle un “palo cochinero” y es que sin lugar a dudas la supremacía de poder da ceguera y atrofia el sentir humano.
Pues bien, enmarcado en que la justicia es una necesidad social, porque el derecho es regla de vida para la asociación política, y la decisión de lo justo es lo que constituye el derecho, así pues, creo necesario que los retos que nos toca enfrentar, a nosotros, los jóvenes, es luchar contra la manipulación, los golpes viles y la intriga en las filas. Ahora bien, desde nuestras trincheras demostremos que somos leales pero no borregos, insobornables al comandante y a la lucha socialista, pero no a los intereses personales y mucho menos a todo lo que huele a maltrato popular.
El momento que hoy nos regala Hugo Chávez no puede ser supeditado por mandatos de líderes que escasamente trabajan por el engrandecimiento de la Venezuela socialista que estamos construyendo y es que la juventud revolucionaria es más que insurgente, un grupo decidido a luchar contra la vieja hegemonía, donde las verdades eran cercenadas porque podían desestabilizar la silla de los gobernantes de turno, desde hace nueve años ese panorama ha cambiado, luchemos pues por la deuda social que todavía no han podido ser saldadas por personas no comprometidas y llevemos en el alma el compromiso que hemos heredado de Simón Bolívar.
La arremetida que hoy enfrentamos unos y otros jóvenes por parte de “lisonjeros políticos” sólo obedece a los intereses individuales que han sacado del maletín capitalista extranjero, al momento pie de lucha, no permitamos que el dinero-manipulación nos arrebate nuestros ideales. Aún, asfixiados (sin recursos para los estudios, secuestro de material para nuestras comunidades, nuestras organizaciones y desempleados) por parte de esos fenómenos venidos de lugares indescifrables le tenemos un cerco socialista e insurgente.
De tal manera que abre brecha compañero que ya sopla viento de agua, y que hay que espantar el perro antes que se eche la meada, recordemos que nuestro comandante nos ha otorgado todo el asidero necesario para sobrevivir ante una arremetida vergonzosa al mejor estilo de la empobrecida cuarta república.
*Estudiante de Comunicación Social y delegado del PSUV
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