Ni injurio ni hiero, solo la verdad

Si entendemos las ideas y las proposiciones políticas que nos ha hecho el Comandante Chávez, en cuanto al socialismo Siglo XXI, sentimos que el nuevo avance es construir un socialismo autóctono y metido de lleno en las realidades de nuestro tiempo, de nuestra historia y en las necesidades de nuestros pueblos. Aquel socialismo Europeo del siglo pasado, fracasado y visto desde sus comienzos como una alternativa internacional de resistencia contra le capitalismo, se lo llevo esa cultura de horrores y errores desviados de la verdadera doctrina, en una sola oleada. Y murió porque precisamente; no fue socialismo, hoy quienes a un conservamos los principios de esa forma de pensar, debemos recoger las lecciones para no cometer nunca jamás las mismas contradicciones.

Siento que el dogmatismo continua siendo uno de los grandes enemigos del pensamiento social y de su libre desarrollo critico. Como lo decía el profesor Ludovico Silva: “No es tanto un enemigo teórico como un enemigo practico”. De ahí que ahora en nuestro tiempo y recogiendo los pensamientos bolivarianos, robincianos, zamoranos, sucrenses, martianos, artiguianos y martinianos, y representados con ideas actuales como las del Ché, Gramsci, Fidel y Chávez, grandes pensadores y hacedores de las nuevas formas y métodos que necesitamos latinos y caribeños para unirnos, las veamos, las observemos, las debatamos, para encontrar su riqueza e implantarnos un ideal que se sujete a nuestras realidades.

Marx expresó que el pensamiento dogmático “era de tan acusada pobreza que no hacia sino el ridículo de un enemigo ignorante, porque su característica esencial era la repetición mecánica de una teoría, como si los hombres y sus pueblos no avanzaran con el tiempo”, es decir, que si los loros fuesen marxistas, serian marxistas dogmáticos. El dogma es, por definición, oscuro como un calabozo y de allí hay que huir inmediatamente. Esa ciencia es para estudiarla, adaptarla a los momentos históricos y políticos, no se puede por ninguna razón hablar de una ciencia social rigurosa, estática, demostrativa y operativa, quienes hacen este daño tan inmenso, solo son religiosos, adoradores de un marxismo que no hizo Marx, algo así como lo que le ocurrió a Jesús, cuya doctrina tiene todo el sentido humanista, y en la practica sus adoradores le quitaron la esencia que transmitió y enseñó.

Yo no soy más que un estudioso de la ciencia de Marx, procuro leerla y entenderla y en ella he hallado innumerables sorpresas. Tantas, que si las enumero, se caerían sobre sus espaldas, todos sus manualistas que en el mundo tiene este científico. Es tremenda esta verdad y aun no entendida del todo por esa moral comunista de hoy, que no se basa en la verdad, como es el caso de Venezuela.

La ignorancia me critica y se disgusta porque no me he puesto a embellecer con bisutería sociológica y falsedades a nuestra sociedad, porque llevamos un impulso y una ambición de actividades muy profundas, de beneficio de carácter social y creador adaptado a nuestra manera de vivir. No se ha ligado al venezolano estrechamente a su producto y a su manera de producción y lo más importante, no se combate la pobreza, la miseria, la corrupción y no se atiende la inseguridad social, como tampoco se ha podido desprenderlo de la alienación que por siglos ha construido el imperio del capital y hoy neoliberalista globalizador, enseñando que lo que somos, no es porque lo queremos, sino porque somos producto de una civilización capitalista monopolizadora y caracterizada por una dirigencia dominada por las grandes corporaciones multinacionales que operan desde el vientre de los imperios.

Insisto, aunque esto le duela a muchos de los oportunistas, aquí la criminalidad, la corrupción y el burocratismo, se hizo estado dentro del estado y en algunas ocasiones, por venganzas politiqueras es que se culpan de esos delitos, a algún sinvergüenza, pero no nos hemos detenido para entender que esos vicios son producto de la misma sociedad, creemos que son determinados individuos los que están enfermos y no vemos que el cáncer lo tenemos en el sistema social y que revolucionario que nos ha montado el capitalismo salvaje.

Tanto que luchamos contra el carnaval electorero y los falsos candidatos que deambulaban por las barriadas pobres, abrazando viejitos, niños y prometiendo de todo, menos las necesidades de las comunidades. Los mismos payasos de esa época cuartarepublcana, están hoy otra vez, despilfarrando los recursos de la nación y con la manía apologética que consiste en “aplicar” las palabras de Marx, el Ché y Bolívar. En verdad yo veo todo esto como un paisaje muerto, de frías piedras teóricas cinceladas de una vez para siempre como pensamientos eternos e invariables. No hemos sido capaces de inventar nada, pero la tragedia más grande es que los hombres de conciencia y principios se queden callados y aplaudan como vulgares aduladores y desconozcan el verdadero concepto político por el que luchamos y nos sacrificamos desde que tuvimos conciencia política, principios de libertad y justicia.

vrodriguez297@hotmail.com


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Víctor J. Rodríguez Calderón


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