Cada vez son menos las personas que le temen a la palabra Socialismo. El estigma que los capitalistas partidarios de la dominación le habían colocado a esa palabra queda cada vez más atrás, y quedará definitivamente borrado de la historia. En nuestra América en nombre de una supuesta defensa de unos sedicentes principios democráticos, los inquisidores del capital imperial, en el pasado reciente persiguieron a muerte a los socialistas. Por socialista fue que persiguieron y cazaron al Che Guevara hasta eliminarlo físicamente, por socialista fue que bombardearon y acabaron despiadadamente con la vida del presidente Allende, quien había sido electo democráticamente por su pueblo chileno, como ellos muchos otro mártires. Ser socialista era una sentencia de muerte.
Pero los tiempos han cambiado. El proceso social de cambios revolucionarios que en Venezuela lidera el presidente Chávez no tiene vuelta atrás: es irreversible. Es irreversible porque para que un proceso político cale en lo profundo de una sociedad, ese proceso tiene que producir resultados que venzan y convenzan, y este proceso se caracteriza por eso precisamente. Los resultados que la revolución bolivariana ha producido en favor de los mas elevados interés sociales de los venezolanos están a la vista, no se pueden ocultar. No voy a enumerar las misiones sociales ni los programas de atención que ha implementado el gobierno del poder popular de Venezuela porque son de todos conocido, pero si voy a decir en una corta frase que en Venezuela, hace menos de una década había una cantidad considerable de gente que languidecían en la prisión de una pobreza extrema y absurda, venezolanos que hacía mucho tiempo no podían decir que habían tenido un día feliz, hoy son muchos los hogares de venezolanos en donde pueden decir que si han tenido, por lo menos un día feliz o unos días felices, eso es gracias al proceso que va rumbo al socialismo.
El socialismo que estamos construyendo a la venezolana, tiene rostro cristiano y bolivariano. En Venezuela casi todos somos cristianos, y todos debemos ser bolivarianos. Los ideales que inspiran el proceso revolucionario venezolano son los que pregonaba el Libertador, cuando decía que el gobierno debe dar la mayor suma de felicidad posible, de libertad posible y de estabilidad social posible, ese gobierno no puede ser sino un gobierno socialista, un sistema socialista cuyo centro sea el ser humano y no el capital. En el Capitalismo que pregonan los fascistas que ganaron las Alcaldías de Sucre, Metropolitana de Caracas y los Estados Miranda, Zulia, Carabobo, Nva. Esparta y Táchira es imposible que se logren los altos postulados de la justicia social.
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